Importancia de los BRICS en la construcción de un mundo multipolar y oportunidades para Cuba como “País socio”

Intervención Especial del Emb. Carlos Miguel Pereira Hernández, director general de Asuntos Bilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba en la X Conferencia de Estudios Estratégicos. Universidad de La Habana, 3 de octubre de 2025.
Desde su surgimiento, primero como un concepto económico hasta su transformación actual en una instancia de integración con aspiraciones concretas, los BRICS se han convertido en un mecanismo imprescindible que agrupa a naciones emergentes del Sur global, con un creciente peso económico, político y multilateral.
Nadie duda hoy de su creciente autoridad. El Grupo reúne a un significativo número de países con gran potencial económico, productivo, tecnológico, poblacional, territorial y de gran riqueza natural, lo que le convierte en una novedosa instancia de concertación y cooperación.
En términos económicos, constituye unaorganización clave hacia el futuro, su membresía representa el 45,8% de la población mundial y cerca del 40% del PIB global. En materia de comercio internacional, sus miembros son responsables del 24% del total de los intercambios globales. En términos territoriales, representan el 36% del total del planeta. Cuentan con el 72% de las reservas mundiales de minerales de tierras raras, el 43% de la producción mundial de petróleo, el 36% de la producción de gas natural y el 78,2% de la producción mundial de carbón mineral.
Para el 2050, al menos 4 de sus miembros plenos, engrosarán las filas de las 10 economías más importantes del mundo. Varios de sus miembros son ya líderes mundiales en la producción agrícola, concentran alrededor de un tercio de los alimentos producidos a nivel global, además de importantes reservas de recursos naturales y energéticos (petróleo, gas, minerales y tierras raras). Igualmente, son líderes en la producción de tecnología verde y en innovación digital.
Su creciente influencia geopolítica y geoeconómica le han transformado ya, sin dudas, en un actor de indudable peso mundial.
En su construcción y desarrollo, el Grupo ha transitado por varias etapas, desde que Jim O’Neill, economista de Goldman Sachs, acuñó el acrónimo BRIC (Brasil, Rusia, India, China) en su informe «Building Better Global Economic BRICs». Entonces no se trataba de una organización, sino de un concepto de inversión que identificaba a cuatro economías emergentes con un enorme potencial de crecimiento futuro debido a su población, recursos y dinámica económica. Se trataba de un enfoque puramente económico y financiero.
A partir del 2006, con la primera reunión de ministros de Relaciones exteriores de los BRIC en los márgenes del Debate general de la Asamblea General de la ONU, China, Rusia, India y Brasil convirtieron el concepto en una realidad diplomática.
La primera Cumbre de Líderes BRIC, celebrada en el 2009 en Ekaterimburgo, Rusia, dio por concluida lo que se conoce como la etapa fundacional del Grupo como entidad política. Dicha Cumbre se centró en la reforma de las instituciones financieras globales (FMI, Banco Mundial) tras la crisis financiera de 2008, exigiendo mayor representatividad para las economías emergentes.
Tras su conversión en foro de diálogo político y de cooperación, principalmente en el ámbito financiero y económico global, el Grupo ha venido procurando una agenda común frente a los organismos internacionales.
A partir del 2011, se inició lo que algunos autores denominan como su etapa de institucionalización y ampliación. Un año antes, en el 2010, se incorporaría Sudáfrica, cuya membresía plena se concreta en la Cumbre de Sanya, China, con lo cual BRIC se transformó en BRICS. Fue en esta Cumbre de Líderes que se decidió que el Grupo se dotara de instituciones propias, creándose tres años más tarde, en el 2014, durante la Cumbre de Fortaleza, sus dos instituciones financieras más importantes: el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) y el Acuerdo de Reservas de Contingencia (CRA). El primero, para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible en los países miembros y otras naciones emergentes y el segundo, como mecanismo de protección financiera para ayudar a los miembros en casos de crisis de balanza de pagos.
En la Cumbre de Ufa, Rusia, en el 2015, se lanza la Estrategia de Cooperación económica de los BRICS y sus miembros acuerdan crear una estructura institucional propia, expandiéndose la cooperación más allá de la economía y las finanzas para incluir también temas de seguridad, ciencia, tecnología, cultura y salud. Al propio tiempo, se refuerza la identidad del Grupo como un contrapeso a la influencia occidental.
A partir del 2022, se inicia una nueva etapa de expansión y consolidación geopolítica que se extiende hasta nuestros días. Los BRICS ganan visibilidad como un bloque alternativo para países del «Sur global» que buscan un orden internacional multipolar y no alineado con Occidente.
La Cumbre de Johannesburgo, Sudáfrica, en el 2023, trasciende por varios motivos. Uno de ellos fue el anuncio y la planificación de una expansión masiva del Grupo. Allí se anuncia la invitación formal a seis nuevos países para que se unan como miembros plenos en 2024: Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Irán, Argentina y los Emiratos Árabes Unidos. En el caso de Argentina, sin embargo, se sabe que el ascenso pocos meses después (en diciembre) del gobierno de Javier Milei, dio al traste con la incorporación del país sudamericano.
Para Cuba, dicha Cumbre marcaría la primera incursión de nuestro país en el espacio BRICS, cuando la presidencia pro témpore (PPT) sudafricana cursó una invitación para que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez participara en su calidad de presidente del Grupo de los 77 más China.
En la Cumbre de Kazán, Rusia, en el 2024, la inclusión de 5 nuevos miembros plenos (Irán, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita) y de 9 “países socios” (Belarús, Bolivia, Cuba, Kazajstán, Malasia, Tailandia, Uganda y Uzbekistán), a partir del 1ro. de enero de 2024 y de 2025 respectivamente, continuó posicionando el papel del Grupo en el tratamiento de los asuntos globales, en compensación al impacto negativo derivado de la confrontación geopolítica impulsada por Estados Unidos y Occidente en general, y los intentos de revertir la globalización mediante la conformación de bloques políticos.
Dicha expansión buscó aumentar el peso económico, demográfico y geopolítico del Grupo, desplazando los principales esfuerzos hacia la construcción de un orden multipolar y la creación de mecanismos para el comercio en monedas locales, reduciendo la dependencia del dólar estadounidense.
Asimismo, multiplicó las expectativas y esperanzas en el camino de fortalecer el multilateralismo, lo que en las actuales circunstancias que vive el mundo se torna tan imprescindible como urgente, para el destino mismo de la humanidad.
Los BRICS no deberían verse como un hecho aislado ni mucho menos fortuito. Su surgimiento y avance, se ha dado asociado o en paralelo a otras importantes iniciativas como la de la Franja y la Ruta (IFR), la creación del Banco Asiático de inversión en infraestructura (AIIB), la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), entre otras, que corroboran por sí mismas los sostenidos esfuerzos por transformar la gobernanza de los principales organismos financieros internacionales. Igualmente, vale la pena destacar la creación de mecanismos alternativos al SWIFT como el CIPS (China), el UIP (India), y el SPFS (Rusia), la creación de agencias aseguradoras y de clasificación de riesgos alternativas a las occidentales, la promoción de esquemas regionales de seguridad como el CICA, las cinco iniciativas globales formuladas por China (IDG, ISG, ICG y IGG), o las de Inteligencia Artificial, la de mediación, etc.
Las evidencias apuntan a que los países BRICS continúan apostando con fuerza en favor de la reforma de la gobernabilidad económica, financiera y política global, hoy más que nunca centrada en la reforma de la ONU, en especial de su Consejo de Seguridad y la de la institucionalidad financiera de Bretton Woods (fundamentalmente del FMI y el Banco Mundial), con el propósito de hacerla más compatible con el peso relativo de otros actores globales, y una correlación de fuerzas bien diferente de la surgida con la post guerra.
El creciente posicionamiento del Grupo tiene impactos relevantes en varias áreas, en particular, en una democratización creciente de las instituciones políticas globales (OMC y Consejo de Seguridad de la ONU), la generación de iniciativas conjuntas encaminadas a articular mejor su capacidad de respuesta ante los reclamos de los países desarrollados, y el establecimiento de un liderazgo de los países emergentes a nivel mundial, a partir de la creación de sus propias instituciones.
Estamos convencidos de que la acción conjunta de los BRICS con el resto de los países en desarrollo constituye un aporte sustancial a la eliminación del hambre y en favor de la seguridad energética y tecnológica, así como al acceso a financiamiento para el desarrollo de infraestructuras vitales en los países en desarrollo.
No tenemos dudas de que un BRICS más robusto permitirá desviar los esfuerzos de algunos países por intensificar las turbulencias mundiales, sobre todo con la incorporación de nuevos miembros que representan las voces de los que no entran en los grupos dominantes creados por Estados Unidos y Occidente.
¿Que gana Cuba con su inserción en los BRICS?
Cuba se siente honrada con haber sido admitida como “País socio” de los BRICS. Apreciamos esa decisión como un reconocimiento a la autoridad y prestigio de nuestro país a nivel internacional, y en particular entre los países del Sur Global.
Desde su incorporación como “País socio”, nuestro país ha sido invitado a participar en las reuniones de Cancilleres (abril), de Energía (mayo), Salud (junio), así como a las de Ciencia, Tecnología e Innovación y al Foro de Urbanismo, eventos todos a los que se asistió al máximo nivel. También la vicepresidenta de la ANPP encabezo la delegación que asistió al Foro Parlamentario de los BRICS.
La participación activa de nuestro país refleja la determinación cubana de lograr una inserción cada vez más efectiva en las labores del Grupo, así como un relacionamiento más eficaz con los países miembros y socios de BRICS.
Entre los beneficios más notables para Cuba, derivados de su asociación al Grupo, pudieran destacarse:
- El acceso a un espacio de influencia e interacción mayor para el posicionamiento de nuestros principales intereses políticos y económicos. En ese sentido, el Grupo ofrece a Cuba un espacio alternativo adicional para erosionar los efectos del bloqueo, ampliar el intercambio y el diálogo políticos con los países miembros y socios, e insertarse en foros de concertación política y económica a nivel internacional, afines a nuestras posturas y posiciones de principios.
- El acceso a condiciones más favorables para captar flujos de capital y posibilidades de inversión productiva. A su vez, el acceso a mercados emergentes posibilita la diversificación de nuestras relaciones económicas externas y amplía los espacios para potenciar diversas ramas vinculadas al desarrollo económico y social del país.
- Un mayor relacionamiento con el NBD abre nuevas oportunidades comerciales, de inversión y de cooperación, que nuestro país debe saber aprovechar. El NBD constituye una imprescindible alternativa frente a las recetas draconianas que por más de un siglo han impuesto las actuales instituciones financieras, con el propósito de lucrar con las reservas de los países del Sur, y reproducir sus esquemas de sometimiento y dominación.
- Los BRICS y sus diferentes plataformas y mecanismos ofrecen también renovadas oportunidades para que nuestro país incremente sus exportaciones de servicios médicos y educativos sobre bases más sostenibles y eficientes, así como para redimensionar la cooperación triangular en diversas modalidades y sectores, y promover el codesarrollo y producción de productos biofarmacéuticos cubanos, aprovechando a su vez empresas mixtas y facilidades de investigación y comercialización que ya funcionan en países miembros y socios del Grupo.
- La inserción de nuestro país, en mejores condiciones, en las negociaciones que tienen lugar en diversos foros internacionales acerca de complejos temas como la reforma de la ONU y de la arquitectura financiera internacional, dado el interés de los BRICS en estos asuntos y sus posiciones proactivas que coinciden con las nuestras.
Los BRICS representan una oportunidad de diversificación económica para los países del Sur global, en tanto contribuyen a erosionar la dependencia del sistema occidental y brinda a su vez alternativas al unilateralismo de EE.UU. Representan así una gran esperanza para los países del Sur, en el arduo camino hacia la construcción de un orden internacional más justo, democrático, equitativo y sostenible.
No se trata de hacernos expectativas excesivas en lo que respecta a nuestro ingreso en los BRICS como “País socio” e incluso como miembro pleno cuando se creen las condiciones para ello. Cuba reconoce al Grupo como un actor emergente que debe jugar un papel protagónico en la construcción de un mundo multipolar justo e inclusivo.
Los BRICS ofrecen un modelo de gobernanza colectiva basada en el respeto al multilateralismo y la defensa del papel de la ONU en la gestión de los desafíos y amenazas globales, la búsqueda de un orden financiero internacional más estable, previsible y diversificado, y por ende, menos dependiente del dólar estadounidense, opuesto además a la imposición de medidas coercitivas unilaterales y propulsor de un modelo de cooperación internacional más justo, solidario y de beneficio mutuo.
Cuba cree de manera firme en la posibilidad real de aprovechar la diversidad de sus miembros en aras de propiciar la unidad necesaria que nos permita actuar en defensa de los históricos reclamos del Sur global.
Cuba cuenta además con importantes ventajas geográficas y logísticas que está dispuesta a ofrecer a los BRICS y a sus países miembros y socios como la ZEDM y el puerto del Mariel para promover el comercio BRICS con el Gran Caribe, atraer inversiones en sectores claves. Cuba ofrece zonas francas para empresas de países miembros BRICS en materia de fertilizantes, medicamentos y refinación de combustibles, el comercio en monedas alternativas, entre otras oportunidades.
¿Cuáles son los principales retos?
- Los BRICS no cuentan con una institucionalidad propia, carece como otras organizaciones similares, de una Secretaría permanente y una sede institucional.
Su funcionamiento orgánico y agenda de trabajo dependen del país que ostenta la PPT anual, rotativa entre los cinco miembros fundadores. En la actualidad, Brasil funge como presidente y el próximo año le corresponderá esa responsabilidad a la India.
- Aunque la modalidad de “País socio” prevé el derecho de asistir a las principales reuniones de alto nivel del Grupo (reunión de Cancilleres y Cumbre de Líderes) y a otros eventos convocados por la PPT, por invitación de la misma, no existe aún una definición clara respecto a las prerrogativas y posibilidades de esta categoría de países. Se trata de un tema en construcción, todavía con muchas indefiniciones. Los países miembros, por ejemplo, sólo pueden endosar los documentos que se acuerden por parte de los miembros, pero no participan en la elaboración ni en la negociación de esos documentos y carecen de derecho a voto.
¿Que nos proponemos?
Nuestro propósito, como paso estratégico fundamental, es lograr la membresía plena en el Grupo BRICS, lo que permitiría al país incidir directamente en la toma de decisiones claves y tener prioridad en el acceso a los financiamientos derivados de distintas iniciativas y a los que otorga el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD).
Nuestra inserción plena en el Grupo, en el NBD y en otros mecanismos del espacio BRICS, representa una alternativa económica realista a las restricciones que nos impone al bloqueo estadounidense, al tener la posibilidad de participar en mecanismos de promoción de transacciones en monedas locales y de acceso a sistemas alternativos como el CIPS, en aras de reducir la actual dependencia del dólar estadounidense.
Ya se trabaja en proyectos de cooperación en esferas de nuestro interés que respondan a los requerimientos del NBD para que sean financiados por este. Se trata de proyectos relacionados con la biotecnología que pudieran potenciar su comercialización hacia otros países miembros y socios del Grupo.
Como señaló recientemente nuestro presidente, aceleramos el uso del yuan, del rublo y de otras monedas alternativas en el comercio con los países BRICS y el logro de nuestra adhesión a sistemas alternativos concebidos para ese grupo de países.
Se encuentra en vigor una Estrategia integral para la atención a los BRICS, con el aporte de todos los organismos cubanos involucrados, que contiene tanto nuestras metas estratégicas como las acciones a acometer en cada ámbito de actividad del Grupo.
Nos preparamos para insertarnos de manera más proactiva en varias de las iniciativas generadas dentro del Grupo o sus países miembros, entre las que pudieran mencionarse el Foro sobre la Alianza para la nueva Revolución industrial, el Foro de Mujeres empresarias, el Foro Civil, el Centro de I + D de Vacunas de los BRICS, etc.
Hoy se trabaja con anticipación en cada uno de los temas en desarrollo dentro de los BRICS, para garantizar mejores resultados y actualizar las posturas que asumimos como país, en correspondencia con nuestras prioridades nacionales
Aún cuando no sería realista pensar en insertarnos en todos los foros e iniciativas asociadas al Grupo, priorizamos aquellas temáticas de mayor interés como la nueva arquitectura financiera internacional y las propuestas e iniciativas en el ámbito financiero, incluyendo los pagos en las monedas nacionales entre los países miembros y socios.
Aun cuando los BRICS no se han propuesto actuar como mecanismo de negociación en organismos internacionales, en sus debates y espacios se introducen cada vez más visiones alternativas, así como nuevas formulaciones y conceptos que van más allá de la agenda multilateral de Naciones Unidas, lo que exige prepararnos mejor en el dominio de esas problemáticas a fin de asegurar que las posturas que asumimos como país en el contexto de los BRICS se correspondan a su vez con los principios básicos de nuestra política exterior.
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