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Palestina, la Asamblea General de la ONU y los Estados Unidos

octubre 13, 2025   0

Crédito: sana.sy

El Alto Segmento del 80 período de sesiones de la Asamblea General de la ONU dio continuidad al momento relevante alcanzado, en el ámbito internacional y multilateral, del tema Palestina. Esa realidad reafirmada durante el desarrollo del foro, en favor del derecho de los palestinos a disponer de un estado, fue testigo de tres intervenciones que reafirmaron la complejidad del tema.

Tanto Trump como Netanyahu rechazaron la creación del estado palestino frente al amplio consenso validado en el ámbito de la AGNU, del mismo modo que frente a la negativa del gobierno estadounidense de permitir la participación de la delegación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en la cita, no limitó que el discurso del presidente Mahmoud Abbas fuera escuchado, mediante video conferencia, en el plenario asambleario.

Uno de los ingredientes esperados del mencionado discurso de Abbas fue su rechazo a Hamás, la organización nacionalista palestina, que prosigue la resistencia contra la ocupación sionista de la franja de Gaza, cuya postura es coincidente con los gobiernos de los EE.UU. e Israel, precisamente los enemigos reales, que se oponen a la fundación de un estado palestino; realidad esta que ilustra una contradicción a tener presente en la solución del genocidio en Gaza, primero, y en el hipotético desenlace negociador hacia el fin del conflicto vigente.

Lo simbólico del desenlace no disminuye la importancia del abordaje del tema, en el cual los EE.UU. e Israel aparecieron aislados, por su negativa rotunda al derecho de un estado palestino, postura que resulta cada vez más cuestionada por la comunidad internacional, como fuera demostrado en las resoluciones aprobadas en ese escenario de la ONU, a partir de la iniciativa de Francia y Arabia Saudí, previamente al 80 período de sesiones.

La manifestación de rechazo más relevante acontecida en el plenario de la Asamblea General, fue en el instante cuando el primer ministro Netanyahu se dirigió al estrado, para ser uso de la palabra, en que fue masiva el abandono de la sala, con murmullo reprobatorio. Pocas delegaciones permanecieron en la sala; imagen que será recordada como hecho de significativo impacto mediático.

Paralelamente, la comunidad académica ha defendido ese derecho, a la par que denunciado el genocidio perpetrado por el gobierno israelí, bajo el amparo real de lo permisivo por parte de las administraciones Biden y Trump, que en lo sucesivo demeritará aún más cualquier posibilidad de Washington de apelo al respeto de los derechos humanos y, en particular, al derecho a la vida, que por décadas ha representado un arma contra determinados países, organizaciones y figuras en el entorno internacional.

Una mirada al panorama que prevalece a nivel internacional, en lo que respecta al tema palestino, encontramos el afán de la administración estadounidense, y del presidente Trump, en lo específico, de mantener el protagonismo de Washington en Medio Oriente, no sólo con su capacidad militar, sino también a través de su diplomacia, como lo demostró la propia administración Trump, en su primera versión, con la implementación de los Acuerdos de Abraham, cuyo objetivo cardinal descansa en el reconocimiento de Israel por parte del universo árabe.

De lo anterior se desprende, que Washington ha estado desplegando sus “buenos oficios” diplomáticos, con aparente bajo perfil, en la dirección apuntada —respecto a los Acuerdos de Abraham. Precisamente, en una entrevista sostenida con Axios (28.9.2025), el presidente Trump dio a conocer que está en curso un proceso negociador, para poner fin a la guerra en Gaza, que pudiera significar una apertura hacia un proceso de paz más amplio en esa región medioriental, desde la perspectiva estadounidense.

Sobre este pormenor, sobresale el hecho que tanto el enviado especial de la Casa Blanca para Medio Oriente, Steve Witkoff, y Jared Kushner, yerno de Trump, se reunieron el propio domingo con Netanyahu, en Nueva York, con el propósito de superar las diferencias existentes entre los EE.UU. e Israel, que haga viable y sostenible un plan de 21 puntos, que contaría con el respaldo de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí, en principio, sin perder de vista a Reino Unido y Francia, que fueron informados, según Axios.

Posterior al ataque de Hamás a territorio israelí, el 7 de octubre de 2023, y con la consiguiente respuesta del gobierno sionista, con la operación Espadas de Hierro contra la franja de Gaza, las contradicciones no antagónicas entre los EE.UU. e Israel han tenido sustancia, en los mandatos de Biden y Trump, con Netanyahu como epicentro, por su postura extremista hacia los palestinos, que abraza el genocidio actual y la arbitraria política de colonización en Cisjordania, que constituye piedra angular de la política sionista contra los palestinos.

Merece observar que algunas de las diferencias existentes entre Washington y Tel Aviv, pudieran resumirse en el modo de alcanzar el desarme de Hamás (acerca de lo cual la organización palestina se opone), y el papel hipotético a desempeñar por la Autoridad Nacional Palestina en la franja de Gaza, lo cual fue reclamado por su presidente Mahmoud Abbas en la intervención, mediante video conferencia, al plenario de la Asamblea General de la ONU.

En lo sucesivo, la comunidad internacional pudiera ser testigo de dinámicas negociadoras, a diferentes bandas, que contemplarán a los actores mencionados en este artículo y, sobre todo, como ingrediente no menos relevante la posible construcción de un consenso más amplio, no sólo entre los miembros de la Liga Árabe, sino también a países musulmanes, sin perder de vista los otros procesos de conflicto y negociación vigentes en la región de Medio Oriente.


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