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A propósito de las elecciones presidenciales de Estados Unidos

octubre 24, 2023   0

A más de un año para las elecciones presidenciales, ya estas acaparan la atención de medios y electores.

Por el Partido Demócrata (PD) el presidente Biden ha anunciado que aspira a la reelección. La historia confirma que cuando un presidente en funciones aspira a un segundo mandato, prácticamente tiene asegurada la nominación. También ha anunciado que presentará su candidatura Marianne Williamson, una conocida escritora de novelas, incluyendo 4 bestsellers, conferencista y activista de causas progresistas, sin experiencia en cargos políticos y a quien se considera sin la menor posibilidad. Había indicado también su intención Robert F. Kennedy Jr., hijo del asesinado hermano del ex presidente John Kennedy y sobrino de este, autor de varios libros, destacado activista antivacunas de ideas muy polémicas. Pero el 9 de octubre Kennedy anunció que aspirará a la presidencia como independiente y no por el PD. El pasado mes de septiembre una encuesta arrojó que un 62% de electores dijo que apoyaría a Biden, un 14% a Kennedy, un 4% a Williamson, mientras un 21% se mostraba indeciso.

Por el Partido Republicano son varios los que aspiran a la nominación, pero por ahora el ex presidente Donald Trump, tiene amplia ventaja sobre el resto y parece inalcanzable. Los aspirantes son, además de Trump: Ron De Santis, gobernador del estado de la Florida; Chris Christie, ex gobernador de New Jersey; Mike Pence, quien fuera vicepresidente de Trump en el período 2016-2020; Nikki Haley ex gobernadora de South Carolina y ex embajadora ante la Organización de las Naciones Unidas (NN.UU.) durante el mandato de Trump; Tim Scott, único negro y senador por South Carolina; Vivek Ramaswamy, hombre de negocios y el más joven con 38 años; Doug Burgum, gobernador de North Dakota; Asa Hutchinson, ex gobernador de Arkansas; Larry Elder, hombre de la radio; Will Hurd ex representante por Texas; y Perry Johnson, hombre de negocios.

Según últimas encuestas Trump tiene el apoyo de alrededor del 60% de los republicanos, mientras el que le sigue en segundo lugar, el gobernador de la Florida Ron De Santis, quien hace algunos meses se pensaba podía hacerle sombra a Trump, ha perdido fuerzas y apenas llega al 12-14% de apoyo. Les siguen Ramaswamy y Haley con 6,5%, Pence con 4% y Scott y Christie con el 2,7%. El resto anda por el 1% o menos.

Hasta ahora han tenido lugar dos debates entre los candidatos que reunían ciertos requisitos mínimos de respaldo financiero y electores. Trump no ha participado en ninguno de los dos alegando que no tiene por qué compartir escenario con gente que está tan distantes de él. El primero fue el 23 de agosto y el segundo el 27 de septiembre. Según algunos especialistas Nikki Haley ha sido quien mejor ha lucido y la única que ha expuesto algunas ideas concretas de lo que sería su administración. Ahora lucha por desplazar a DeSantis como segundo. Ramaswamy ha gustado a algunos, pero siempre se evidencia su falta de conocimientos y experiencia política. DeSantis no lo ha hecho mal, pero lejos de cumplir con las expectativas iniciales. El resto no ha logrado nada por despegar en las encuestas.

Trump está en estos momentos involucrado en procesos judiciales en tres estados; Florida, New York y Georgia, además de otro en el DC. Enfrenta 91 cargos criminales,[1] entre los que se incluyen soborno a una prostituta para mantenerle la boca cerrada, intentos de revertir los resultados de las elecciones presidenciales del 2020 en Georgia y tenencia ilegal de documentos secretos en su mansión en la Florida. Recientemente un juez dictaminó que Trump y su compañía inmobiliaria cometieron fraude por años, mintiendo en sus estados financieros. El juicio ha comenzado y se cree que pueda durar hasta diciembre.

Según encuesta de New Politico Magazine/Ipsos, tres de cada cinco norteamericanos opinan que Trump debe ir a juicio antes de las primarias republicanas.[2] Sin embargo, resulta curioso que nada de esto parece afectarle entre sus partidarios, pues sus por cientos de respaldo se mantienen en un 60%-65% entre los republicanos y en lugar de bajar suben. Hace algunos años, mucho menos que esto que hoy enfrenta lo hubiese sepultado como político. Una prueba de cuanto ha cambiado este país, en buena medida como consecuencia de la extrema polarización política que caracteriza hoy a Estados Unidos, especialmente al Partido Republicano, y una señal de alarma de lo que podría suceder en el futuro en un país donde un por ciento alto de sus ciudadanos presenta tan elevado grado de descomposición moral.

Como se ven hoy las cosas y de no ocurrir algún imprevisto que cambie el escenario pre electoral, el presidente Joe Biden y el ex presidente Donald Trump serán los candidatos que disputarán las elecciones presidenciales del año próximo. Trump lleva en su contra todos los procesos judiciales que, si bien hasta ahora no le han afectado, alguno pudiera complicársele, y la oposición del sector conservador tradicional del Partido Republicano que busca por todos los medios contar con un candidato que pueda derrotarle. Pero por ahora sigue pareciendo imbatible. Biden por su parte conserva el respaldo de todos los líderes y miembros de su partido, pero deberá enfrentar las preocupaciones y dudas del electorado, incluyendo los demócratas, sobre todo en dos aspectos: su avanzada edad y la pérdida de facultades que ello conlleva, y los todavía altos índices inflacionarios que presenta la economía estadounidense.

La inflación que había mostrado señales de estarse controlando, aumentó a un 3,7% en agosto; un 0,6% de crecimiento en relación con el mes anterior. Después de 12 meses consecutivos de caída, ahora experimenta el segundo aumento desde julio, algo que se viene reflejando en el incremento del costo de la vida en el país y motivo de preocupación para los electores. El aumento de agosto volvió a ser consecuencia de la elevación de los precios de los combustibles. Los expertos prevén que bajar la inflación al 2% deseado no será rápido. En septiembre se mantuvo al mismo nivel de 3,7%.

Biden tiene actualmente 80 años. Cumplirá 81 el mes próximo y de ganar la reelección tendrá 82 cuando comience su nuevo período como presidente y 86 cuando lo termine. Existe una gran preocupación en relación con la normal pérdida de capacidades físicas y mentales de un hombre de esa edad para dirigir el país. Además, ha dado algunas señales de no estar coordinando adecuadamente sus pensamientos, y aunque desde siempre Biden ha sido reconocido por pifias en sus intervenciones, ahora cada vez que se producen los estadounidenses las relacionan con que está perdiendo facultades a causa de su edad. El 74% de los norteamericanos considera que es muy viejo para un segundo mandato.

Trump por su parte también es un anciano de 77 años que asumiría el cargo con 78 y lo concluiría con 81, pero los estadounidenses no lo ven tan frágil ni lo creen muy viejo para asumir la presidencia. Sólo el 49% ha mostrado preocupación al respecto. Trump acostumbra a hacer mofa de Biden por sus pifias en sus intervenciones, sin embargo, recientemente en medio de esas críticas él cometió dos, cuando dijo que Biden podía arrastrar al país a la segunda guerra mundial y que él había derrotado a Obama en las elecciones de 2016.

Datos de recientes encuestas nos pueden dar alguna idea de cómo ven hoy los norteamericanos a ambos contendientes: No obstante, vale señalar cómo dos encuestadoras de las más serias ABC News/Washington Post y NBC News, realizaron encuestas de similares características y en la misma fecha de mediados de septiembre, y en algunos casos dan cifras bastante diferentes. La más significativa en este sentido es la relacionada con las pretensiones de cómo votar a uno y otro candidato en las elecciones, si estas tuviesen lugar ahora.

La encuesta ABC News/Washington Post le da 51% a Trump y 42% a Biden, una diferencia de nueve puntos a favor del magnate. Señala la firma que en mayo había sido 49% a 42% a favor de Trump. NBC News por su parte dice que la encuesta arrojó un empate de 46% para cada candidato, y apunta que en encuesta similar que se hizo en junio Biden superaba a Trump 49% a 45%. Se puede concluir que en los últimos meses Biden ha experimentado una tendencia a la baja. Otra encuesta PBS News Hour/NPR Marist Poll, de fines de septiembre le da 49% a Biden y 47% a Trump.

Revisando los resultados de otras firmas que han realizado encuesta en los días finales de septiembre, podemos ver cómo unas le dan ventajas a Biden y otras a Trump, por lo que podemos concluir que no hay claras ventajas para alguno de los dos a estas alturas. Llama la atención que encuestas llevadas a cabo en tres de los estados considerados clave para decidir el ganador (una en cada uno), Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, le dan entre tres y cuatro puntos de ventaja a Biden. No obstante, también le ponemos un signo de interrogación considerando que en los tres estados la firma encuestadora es la misma, y la experiencia nos indica de tendencias de ciertas firmas a favorecer a uno u otro candidato.

Las encuestas recogen numerosos aspectos, unos más significativos que otros en relación con lo que puedan influir en las elecciones. Veamos algunos de los que consideramos más importantes.

Uno que los especialistas consideran de los más importantes en este sentido es la aprobación a la gestión del presidente. En estos momentos alrededor del 41% de los estadounidenses aprueba le gestión de Biden y un 56% la desaprueba, amplia diferencia que, de mantenerse, probablemente le afectaría.[3]

Además, sólo alrededor de un 30% de los estadounidenses aprueba la gestión del presidente en relación con el importante tema de la economía, y un 58% de los electores estima que esta ha estado empeorando en los dos últimos años, mientras casi tres de cuatro encuestados dijo que la inflación marcha en dirección equivocada. Una escasa cuarta parte de norteamericanos aprueba la política de la actual administración en relación con el sensible asunto de la inmigración.

Reciente encuesta de CNN arrojó que el 67% de los Demócratas preferiría que Biden no fuera nuevamente nominado y hubiese más candidatos. Sin embargo, en relación con opiniones positivas y negativas, Biden presenta un mejor rango que su rival; el 39% lo valora positivamente y el 49% negativamente para un índice de (-10), mientras que a Trump es de 35% por 54%, un índice de (-19). De los que votaron por Trump en 2020 ahora lo siguen apoyando un 95%, mientras que en el caso de Biden es el 88%. Este último dato se considera como de los más preocupantes, y que exigirá más a Biden y su equipo para enfrentar los comicios venideros.[4],[5]

Pero otras encuestas que indagan en las pretensiones electorales del importante sector de los independientes, arrojan cifras de algunas tendencias que apuntan contrarias a los intereses de Trump. Una encuesta nacional de Quinnipiac University de principios del mes de septiembre reveló que Trump estaba recibiendo el apoyo del 67% de los republicanos, pero sólo del 47% de los independientes que se inclinan por los republicanos. Varias encuestas nacionales realizadas desde agosto han arrojado resultados similares.[6]

En relación con los sectores que apoyan a uno y otro, nada ha cambiado. Biden sigue teniendo el respaldo de la mayoría de las mujeres, los negros, los latinos, los jóvenes y los graduados universitarios, mientras que a Trump lo apoyan mayormente los blancos, los hombres, los que viven en zonas rurales y los que no han alcanzado niveles universitarios.

Los puntos débiles de los demócratas, y sobre los que seguramente los republicanos concentrarán sus ataques durante la campaña son: la edad de Biden y la pérdida de facultades que esta conlleva. Un hombre que ha mostrado algunas lagunas y ha cometido errores comenzaría el segundo periodo presidencial a los 82 años, y de lograr concluirlo tendría 86. Sin dudas un argumento de peso. Otro aspecto sería su desempeño en el terreno de la economía. La economía siempre es un aspecto fundamental para los electores, y un 84% de estadounidenses estima que el costo de la vida está aumentando, especialmente los alimentos, que es su principal preocupación. Además, por mayoría de 47% a 36% los norteamericanos confían más en Trump que en Biden para manejar la economía.[7]

Un tercer punto sensible por donde seguramente atacarán los republicanos es el de la inmigración. Según la citada encuesta realizada por ABC News/Washington Post de mediados de septiembre solo el 23% de los encuestados aprobaba el manejo de la inmigración en la frontera con México. La reciente decisión de Biden de comenzar a construir varios kilómetros de muro en la frontera, algo que durante su campaña había criticado fuertemente de la política de su antecesor, seguramente le ampliarán las críticas a partir de los sectores progresistas de su propio partido.

Los demócratas por su parte atacarán dos puntos en que los republicanos son vulnerables. Uno es el tema del aborto, que se volvió de mayor importancia a partir de la decisión de junio del pasado año de la Corte Suprema de Justica de revertir la ley conocida como Wade vs Roe que garantizaba el derecho constitucional del aborto, y que ya en las pasadas elecciones de medio término, desempeño un importante papel movilizador para un 27% de los electores, especialmente jóvenes e independientes, sólo después de la inflación que movilizó a un 31% de los electores. Un 63% de la población adulta estadounidense se ha manifestado en contra de esta medida, y particularmente entre las mujeres el por ciento seguramente es mayor.

Se conoce que los demócratas preparan una ofensiva propagandística, mientras por su parte los republicanos, muy consciente de los peligros que deberán enfrentar se debaten en cómo hacerlo. Algunos estiman que aquel que no esté de acuerdo en legalizar el aborto en por lo menos las primeras 15 semanas y contemple excepciones como casos de violaciones, incesto y peligro para la vida de la madre se las verá muy difícil. DeSantis, que recién firmó en la Florida la legalización del aborto en las primeras seis semanas, en el segundo debate sorprendió cambiando de posición y abrazando la idea de las quince semanas. Trump por su parte aún no se ha declarado partidario de límite alguno.

El otro punto fuerte de los demócratas para atacar a los republicanos es los peligros que representan estos para el país, particularmente los fanáticos seguidores de Trump conocidos como MAGA s. Recientemente el presidente Biden lanzó un ataque contra Trump acusándole de conspirar para subvertir la constitución en caso de regresar al poder el próximo año. Dijo que este estaba movido por los deseos de venganza y su espíritu vengativo, que era necesario que el pueblo norteamericano se levantara a oponerse antes que fuese demasiado tarde, que hay “algo peligroso ocurriendo en Estados Unidos”, y que el Partido Republicano estaba siendo manejado e intimidado por los trumpistas MAGA s.

En reciente trabajo investigativo de este autor titulado Elecciones Presidenciales 2024: La Lucha en los Estados Clave, se explicaba de manera detallada por qué estas elecciones se decidirían en un pequeño grupo de estados, señalando seis como los decisivos: Michigan, Pennsylvania, Wisconsin, Georgia, Arizona y Nevada. Para tener una idea de cómo marchan las posibilidades para el PD y el PR en el caso de que sus respectivos candidatos sean Joe Biden y Donald Trump, y a pesar de estar conscientes de lo poco o nada que representan estas cifras en momentos en que aún falta más de un año para las elecciones, echémosles un vistazo a las más recientes encuestas de Five Thirty Eight en estos seis estados.

En Michigan se realizaron tres encuestas entre Biden y Trump en agosto; una da ventaja de un punto a Biden, otra de dos puntos a Trump, y la tercera empate. Y dos encuestas en septiembre, ambas con ventajas de tres y cuatro puntos para Biden.

En Pennsylvania se realizó una en el mes de agosto que le dio dos puntos de ventaja a Biden. En septiembre hubo cuatro, una le da ventaja de tres puntos a Biden, dos de dos puntos también a Biden y una de dos puntos a Trump.

En Wisconsin no se realizó ninguna en agosto y sólo una en septiembre que le dio cuatro puntos de ventaja a Biden.

En Georgia no hubo en agosto y sólo una en septiembre que le dio nueve puntos de ventaja a Trump.

En Arizona hubo dos en agosto que le dieron ventajas de uno y dos puntos a Trump. En septiembre no hubo.

En Nevada no se realizaron encuestas en agosto ni septiembre.

Aunque estos datos no permiten hacer conclusiones, aparentan indicar, tal y como se esperaba, que la situación para el presidente Biden parece marchar mejor en Michigan, Pennsylvania y Wisconsin que en Georgia y Arizona. Indicaba el mencionado trabajo que si las cosas se comportaban en el resto de los estados como se preveía, y las elecciones se decidían en estos seis estados, los demócratas, ganando Pennsylvania, Michigan y Wisconsin, alcanzarían los 270 votos electorales necesarios para obtener la victoria.

Se señalaba también en el anterior trabajo que tanto en 2016 como en 2020 las elecciones se habían decidido por márgenes mínimos en cinco de estos mismos estados: Michigan, Pennsylvania, Wisconsin, Georgia y Arizona, y que había sido el voto de los independientes que no se inclinan por alguno de los dos partidos los que habían dado la victoria a Trump sobre Clinton en 2016 y a Biden sobre Trump en 2020. Para una idea aproximada, se estima el voto independiente en el 43% del total de electores, y sólo alrededor del 15% de ese 43%, son los que no se inclinan por alguno de los dos partidos.

Márgenes mínimos por los que se decidieron las elecciones de 2016 y 2020 en los cinco estados que determinaron el ganador de las presidenciales:

Diferencia en votos

Michigan 201610,704
Pennsylvania 201644,292
Wisconsin 201622,748
Wisconsin 202020,682
Arizona 202010,457
Georgia 202011,779

En ninguno de los casos se acerca siquiera al 1% de los votos, y en la mayoría ni al 0,5%.

Todo esto demuestra qué línea tan frágil separa a cualquiera de los dos partidos de la victoria o la derrota. Cualquier situación política que pueda afectarlos o beneficiarlos, principalmente al partido en el gobierno que es el que está bajo la lupa escrutadora de los ciudadanos, podría hacer inclinar la balanza en una u otra dirección. Por eso cuando algunos hablan de que Trump no puede ganar, hay que estar conscientes de que es un planteamiento válido exclusivamente para el voto popular, pero la elección la determina el voto electoral, y como se ven hoy las cosas, cualquiera de los dos podría ser el próximo presidente del país.

A los aspectos más álgidos ya señalados podrían incorporarse otros por ahora imprevisibles. Sin embargo, ya hay otro asunto moviéndose, ajeno a los temas de política doméstica o exterior, que amenaza con convertirse en asunto perturbador que puede echar por tierra todos los cálculos: Los posibles candidatos independientes presentándose a las elecciones para presidente.

Hasta ahora, el profesor de Harvard y activista progresista Cornel West ha anunciado su candidatura independiente a la presidencia. West había estado “jugando” con la posibilidad de aspirar por el Partido Verde, pero ahora ha anunciado que lo intentará como independiente. También recientemente, Robert F. Kennedy Jr. que inicialmente pensaba aspirar por el PD ha anunciado que aspirará como candidato independiente y en pocas horas recaudó 11 millones. Es posible que el Partido Verde presente algún candidato. Además, la organización “No Labels” está trabajando para lanzar un candidato que represente al centro. El republicano ex gobernador de Maryland Larry Hogan ha dicho que si no aspira por el PR lo hará por No Labels. También se ha manejado el nombre de Joe Manchin, el más conservador de los senadores demócratas. Biden y los demócratas están tratando de que estas alternativas no prosperen, pues estiman que lesionaría más a los demócratas y le daría la presidencia a Donald Trump que tiene un núcleo grande y muy firme de seguidores. Sin embargo, son los republicanos los más preocupados por la posible candidatura de Kennedy, que estiman le quitaría votos al PR.

Según Gallup un 63% de norteamericanos estima que es necesario un gran tercer partido. Un 58% de republicanos, un 46% de demócratas y un 75% de independientes expresaron su aprobación. La firma encuestadora plantea que los datos no son concluyentes dada la muestra tan pequeña utilizada, y agrega que no está claro hasta qué punto realmente los estadounidenses desean un tercer partido sino más bien su frustración con los dos partidos que compiten en las elecciones y gobiernan el país.[8]

En cualquier caso, lo que sí vemos es que es muy posible que tengamos más de un candidato ajeno al PD y el PR, y que en ese pequeño grupo de estados que van a decidir la elección, seguramente por márgenes mínimos, la presencia de estos candidatos independientes, aunque se estima que no pueden ganar, pueden trastocar todos los cálculos restándole votos a los dos candidatos de los grandes partidos. Incluso podrían incidir en algún otro estado no muy seguro, aparte de los cinco estados clave aquí contemplados, alterando vaticinios y haciendo mucho más complicado aún realizar algún pronóstico.

Referencias bibliográficas

Siddiqui, Sabrina y Lucey, Cathrine, Biden’s Age, Economic Worries Endanger Re-Election in 2024, WSJ Poll Finds/ THE WALL STREET JOURNAL, 4/9/23.

Zitner, Aaron y McCormick, John Trump Is Top Choice for Nearly 60% of GOP Voters, WSJ Poll Shows/ THE WALL STREET JOURNAL,2/9/23.

Larry Hogan says he has «not closed the door» to running for president under a No Labels ticket/ CBS NEWS.

Cohn, Nate, Consistent Signs of Erosion in Black and Hispanic Support for Biden/ NYT, 5/9/23.

Walters, Amy, Old Metrics No Longer Silver Bullet in Predicting Presidency/ COOK POLITICAL REPORT, 15/9/23.

Collinson, Stephen, Multiple crises batter Washington and set up a fateful 2024 election/ CNN.

Stirewalt, Chris, The General Election Mirage, The Dispatch, 18/9/23.

September 2023 National Poll: A Trump Bump In GOP Primary/ EMERSON COLLEGE POLL, 20/09/23.

Collinson Stephen, Trump is not invincible in Republican race-but still lacks a single strong challenger, CNN, 21/9/23.

Page Susan y Tran Ken, Trump’s big lead: Among nonvoters, many agree with him that elections are rigged, USA TODAY, 6/9/23.

Cohn, Nate, It’s Not a Race, Yet, in the Republican Primary/ NYT, 21/9/23.

Skelley, Geoffrey, Trump is weaker among independents than Republicans in primary polls/ ABC NEWS, 22/9/23.

Langer, Gary, Trump edges out Biden 51-42 in head-to-head matchup: POLL, 24/9/23.

Murray, Mark, Seward, Bianca, Hernandez Alec, Majority of Democratic voters express concerns about Biden in NBC News poll, 24/9/23.

Milligan, Susan, Why Isn’t Biden Dragging Down Democrats? Thank Abortion Politics and Donald Trump, 1/9/23.

Epstein, Reid, J., Americans Are Down on Biden. Why Does His Party Keep Winning Elections?/ NYT, 26/9/23.

Basu, Zachary, Haley shines, Trump a target: Key takeaways from the GOP debate/ AXIOS, 28/9/23.

Jones, Jeffrey M., Support for Third U.S. Political Party Up to 63%/ GALLUP, 4/10/23.


[1] Briceño, Cristian Manuel, A pesar de enfrentar 91 cargos criminales, Trump está a un paso de llegar a la presidencia, dice un ex asesor político de Obama, El Diario, 23/9/23.

[2] Three in five Americans say Trump should stand trial before the Republican primaries or 2024 general elections, New Politico Magazine/Ipsos, 25/8/23.

[3] Por esta misma época, aspirando a la reelección la situación de los últimos 4 ex presidentes era así:

Aprobaban (%)Desaprobaban (%)
Clinton4444
W. Bush5047
Obama4151
Trump4157

[4] Murray, Mark; Seward, Bianca and Hernández, Alec, NBC, Majority of Democratic voters express concerns about Biden in NBC News poll, 24/9/23.

[5] Langer, Gary, POLL, Trump edges out Biden 51-42 in head to head matchup, 24/9/23.

[6] Skelley, Geoffrey, ABC NEWS, Trump is weaker among independents than Republicans in primary polls, 22/9/23.

[7] Suffolk University Sawyer Buisness School y USA Today, Poll, 13/9/23.

[8] Jones, Jeffrey M., Gallup, Support for Third U.S. Political Party Up to 63%, 4/10/23.


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