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COLD WAR 2.0: Una nueva GUERRA FRÍA

abril 17, 2018   0

Muchos autores, especialmente periodistas de los grandes medios de difusión masiva (o de desinformación masiva en algunos casos), han escrito anunciando que, debido al aumento de la rivalidad entre las principales potencias de la época actual, y el empleo por muchos de los líderes políticos de esas naciones, y de organizaciones internacionales, de un lenguaje mucho más agresivo, ha comenzado una nueva Guerra Fría, Guerra Fría 2.0.

La etapa histórica conocida como “Guerra Fría”  comenzó, según describen diferentes historiadores, después de un famoso discurso hecho por Winston Churchill en una Universidad norteamericana (Fulton, Missouri)  el 5 de Marzo de 1946, aunque otros adjudican ese comienzo a  la elaboración y envío del no menos famoso “telegrama largo” en febrero de 1946 por  un funcionario norteamericano llamado George Kennan[i],  desde la embajada de esa nación en Moscú, a sus jefes en Washington. Como se conoce, la base del concepto sobre la tal Guerra Fría estaba en lo que denominaban “Contención del Comunismo”, o sea, el enfrentamiento por parte de EE.UU. y sus aliados a la URSS; como se conoce, una de las consecuencias de dicho enfrentamiento fue el surgimiento en 1949 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, organización que aún existe; tal etapa histórica concluyó con la caída del Muro de Berlín,  la desaparición de la Unión Soviética y del Campo Socialista Europeo entre 1989 y 1991.

Devino entonces un período llamado “unipolar”, en el cual EE.UU.  fue catalogada (o se autocatalogó) como la “Única Superpotencia” (con gran beneplácito en Washington DC y en el Pentágono); pero, como la rueda de la Historia nunca se detiene,  el ascenso de la República Popular China y la recuperación de la Federación Rusa, así como de otras naciones, han ido cambiando el panorama estratégico mundial.

Debemos recordar que durante la etapa en la cual el poderío norteamericano parecía incontestable, no todo le fue tan bien a la superpotencia yanqui. Tras la victoria de la “Operación Tormenta del Desierto” en Irak en 1991, el caso de Somalia en 1993 mostró que no siempre las superpoderosas FF.AA. de EE.UU. eran infalibles; las “águilas chillantes” y los “halcones negros” podían ser abatidos, y los Rambos no eran invulnerables a las balas.

La Guerra en Yugoslavia demostró que existían limitaciones a sus capacidades destructivas, amén de que no siempre los aliados/subordinados estaban a la altura de sus amos, sobre todo en tecnología.

El gobierno de George W. Bush no fue especialmente exitoso para el imperio; los ataques a las Torres Gemelas le dieron ocasión para alcanzar las aparentemente fáciles victorias en Afganistán e Irak, que, para sorpresa de los halcones pentagonales, devinieron en  sangrientas, prolongadas y costosas guerras de desgaste, que aún perduran (lo más exitoso ha sido indudablemente el ascenso de Afganistán a principal proveedor de heroína  a nivel mundial). Algunos de sus aliados más cercanos, a pesar del sostenido apoyo estadounidense, tampoco la pasaron bien; solo recordar la Guerra de 2006 en la cual el ejército israelí sufrió una derrota a manos del movimiento libanés Hizbollá. Finalmente, la crisis económica de 2007 puso en situación muy complicada a la todopoderosa potencia imperial y a sus aliados.

En el interim, la RPCH mantuvo un sostenido crecimiento económico, que lo ha llevado a convertirse en la segunda economía a nivel mundial, y con perspectivas de convertirse en la primera en los años futuros; Rusia, relevado Boris Yeltsyn por un desconocido hasta entonces Vladimir Putin, comenzó una lenta recuperación y dio una señal de aviso en el año 2008 en Georgia. Algo que no recibió la necesaria atención fue que en Julio de 2001 se firmó en Moscú  el Tratado de Buena Vecindad y Cooperación Amistosa entre la República Popular China y la Federación Rusa (antes, en Abril de ese propio año 2001, los llamados Cinco de Shanghai crearon la Organización de Cooperación de Shanghai). Esas naciones también forman parte de los BRICS.

El gobierno siguiente de Mr. Obama tuvo la tarea de restañar los daños (curiosamente, aun cuando la crisis comenzó en EE.UU., entre los países más afectados por la misma estuvieron sus aliados de Europa Occidental, muchos todavía no la han superado), para lo cual acudió a la aplicación del llamado “poder inteligente” (Smart Power); con su refinado y atrayente discurso (y la activa participación de los servicios de Inteligencia: CIA, NED, etc), estimuló las llamadas “revoluciones de colores” en diferentes lugares, con resultados diversos; especialmente llevó el caos a muchos países del Medio Oriente: los casos de Libia y Siria son los más elocuentes. En el interim, las fuerzas de la OTAN se aproximaron aún más a las fronteras rusas, so pretexto de la crisis ucraniana; modernos sistemas de defensa antimisil fueron desplegados en Europa y en la Península de Corea; y mediante el llamado Rebalance, el 60 % de las fuerzas aeronavales de EE.UU. fueron desplegadas en el Pacífico.

Con el nuevo presidente y su equipo de halcones, se ha endurecido notablemente el lenguaje. De los textos de los más recientes documentos rectores de la política norteamericana, como la Estrategia de Seguridad Nacional emitida en Diciembre de 2017 (ESN 2017)[ii], emana un discurso claramente confrontacional, encaminado a alcanzar los objetivos de ese país “desde posiciones de fuerza”, catalogando a la República Popular China (RPCH) y a la Federación de Rusia  (FR) como rivales, y como “amenazas” a la República Popular Democrática de Corea (RPDC) y la República Islámica de Irán (RII).

Otros documentos posteriores, como la Estrategia de Defensa Nacional (EDN)[iii] o la Revisión de la Postura Nuclear (RPN)[iv], son portadores de un discurso mucho más agresivo; declaran que :  La competencia estratégica interestatal, no el terrorismo, es ahora la principal preocupación en la seguridad nacional de EE. UU.[v]esgrimen argumentaciones sobre un poco creíble debilitamiento del poder militar de EE.UU. ante el ascenso de la RPCH. De estos documentos, y de las solicitudes de presupuesto ante el Congreso de los principales jefes militares norteamericanos, cualquiera que no esté bien informado creería que EE.UU. está desvalido y que sus FF.AA. no han recibido enormes fondos en los últimos años para mantener e incrementar sus capacidades militares.

De acuerdo a los datos que aportan importantes “tanques pensantes” de los propios EE.UU. y otras naciones capitalistas, nada sospechosas de estar compradas por el “Oro de Moscú” o de afiliación izquierdista, en el período comprendido entre 1991 y 2016 se gastó la enorme cifra de 34 billones 301 mil millones de dólares en gastos militares a nivel mundial,  de los cuales 14 billones, 394 mil 104 millones de dólares correspondieron a EE.UU. (mas del 40%)[vi].

Obviamente, las partes amenazadas han respondido; en el caso de la FR, su actuación en Siria ha sido decisiva para derrotar al ISIS y evitar que el gobierno de Al Assad fuera derrocado; recuperaron Crimea; y recientemente, en un discurso ante la Asamblea Federal o Duma,  el Presidente Putin anunció el desarrollo de nuevas armas estratégicas como respuesta al armamentismo occidental.

Por su parte, la RPCH, manteniendo un lenguaje sereno, ha  continuado fortaleciendo sus capacidades militares, gracias a que la economía del gigante asiático ha mantenido ritmos de crecimiento entre el 6,7 y el 10% anual. Sus programas de desarrollo económico, como el proyecto “Un Cinturón, Una Franja”, atraen la atención de muchos países de Asia, Medio Oriente y Europa, que valoran sus ventajas y por lo tanto no están interesados en un incremento de las tensiones militares.

El desarrollo del arma nuclear y de mísiles balísticos por parte de la RPDC, considerados necesarios para su seguridad por el gobierno de esa nación ante la presencia militar norteamericana en el área y la no consecución de un tratado de paz estable, ha sido un elemento que ha incrementado las tensiones en el este de Asia. Pese a las sanciones internacionales, el gobierno de la RPDC no ha cedido, y al parecer, los gobiernos de la región han logrado que se regrese a la mesa de conversaciones, aunque es muy pronto para pensar que la crisis se resolverá satisfactoriamente; es importante recordar el fracaso de las llamadas “Conversaciones a Seis Bandas” hace algunos años (en el cual tuvo un papel importante la actitud saboteadora de los norteamericanos).

En el caso de Irán, la retórica del Presidente Trump contra el acuerdo firmado con esa nación respecto a su programa nuclear no ha sido apoyada por sus aliados europeos, ni por  Rusia o la RPCH (aunque sí por Israel y Arabia Saudita); las consecuencias de una retirada de EE.UU. del acuerdo pueden ser graves; el discurso del presidente norteamericano contra este acuerdo nos retrotrae, por la similitud de la situación, a la actitud de un anterior presidente norteamericano, Mr. George W. Bush, que ignorando irrespetuosamente la opinión pública internacional y las afirmaciones de importantes agencias de la ONU, decidió, de motu proprio, invadir Irak en el año 2003, a causa de la supuesta posesión por el gobierno de Saddam Hussein de unas armas de destrucción masiva que jamás aparecieron. Ahora Mr. Trump arremete contra el tratado desconociendo criterios ajenos, e incluso de algunos de sus asesores; por ejemplo, en el Reporte de Amenazas de Febrero de este año 2018[vii],  el Director de Inteligencia Nacional reconoció que Irán cumplía con sus compromisos de acuerdo al Plan de Acción Integral Conjunto, incluso permitiendo un mayor acceso  de los expertos del OIEA a las instalaciones nucleares (página 7 del susodicho reporte). Por cierto, que dicho informe tampoco está muy en línea con los criterios de Mr Trump sobre el Cambio Climático (mencionado en la página 4 del Reporte del Director de Inteligencia Nacional norteamericano).

En uno de los aspectos en el que el discurso confrontacionista de Mr Trump y compañía, y su alarmismo respecto al desarrollo militar de la RPCH, la FR, etc, parece haber tenido éxito, es en lo referente al incremento del presupuesto militar de EE.UU., que ha sido aumentado notablemente; de acuerdo a datos del Departamento de Defensa de EE.UU.[viii], los gastos militares de esa nación durante el Año Fiscal 2017 (FY 2017) (que comprendía desde el 1 de Octubre de 2016 hasta el 30 de Septiembre de 2017, y por tanto, corresponde a la administración Obama) ascendieron a 606 mil millones de dólares (tres o cuatro veces superior al presupuesto del país que lo sigue en ese rubro a nivel mundial, la RPCH); para el FY 2018 las cifras ascendieron notablemente, hasta cerca de 700 mil millones de dólares, y para el FY 2019 (que es el que comenzará en Octubre de 2018), se considera que pueda rondar los 716 mil millones de dólares[ix].

Obviamente, tal incremento en los gastos militares de EE.UU. provocará que los demás países mantengan o incrementen esos gastos, lo que motivará que los mismos a nivel mundial continúen creciendo, para gran satisfacción del Complejo Militar Industrial estadounidense; incluso, hay informaciones de que Mr. Trump pretende aumentar aún más las ventas de armas norteamericanas en el exterior (a pesar de que desde hace muchos años, EE.UU. sigue siendo el mayor exportador de armas del planeta; por solo citar un hecho, recordar las anunciadas multimillonarias ventas de armas a Arabia Saudita).

Otro elemento bastante alarmante es lo planteado en la Revisión de la Postura Nuclear, en la cual se anuncia la modernización de ese tipo de armamento y de los medios portadores, dentro de la llamada “Tríada Estratégica”; miles de millones de dólares serán invertidos en construir nuevas ojivas y bombas nucleares, submarinos de propulsión nuclear portadores de mísiles balísticos, aviones bombarderos estratégicos “invisibles”, misiles balísticos intercontinentales, misiles crucero con capacidad nuclear, sistemas modernizados para la dirección de esos ingenios de muerte, etc. Más peligroso aún es la declarada intención de emplear esas armas si consideran que estén siendo atacadas “capacidades o intereses vitales” de EE.UU., aun cuando no sea con armas nucleares.

El último episodio de esta “COLD WAR 2.0” está desarrollándose actualmente respecto al supuesto ataque con sustancias químicas en Gran Bretaña contra un ex agente de inteligencia ruso y su hija (en una trama que parece extraída de las películas de James Bond, el célebre Agente 007 “con licencia para matar”), de lo cual el gobierno de esa nación culpa al gobierno de Moscú; primeramente, todo parecía un intento de influir en las elecciones de la FR, las cuales devinieron en una victoria incontestable para Vladimir Putin; en esta segunda fase, los gobiernos de EE.UU., Gran Bretaña y muchos de sus aliados europeos y de la OTAN han procedido a expulsar diplomáticos rusos de su territorio; el gobierno ruso, por su parte,  ha aplicado medidas similares. Incluso el gobierno norteamericano ha anunciado la expulsión de representantes rusos ante la ONU en New York, lo cual es violatorio de sus compromisos como país sede de ese organismo.

Si a esto le sumamos la agresiva política económica de la Casa Blanca, caracterizada por declaraciones de Mr Trump sobre supuestos abusos de empresas chinas contra la propiedad intelectual estadounidense, imposición de  nuevos derechos aduaneros a productos chinos,  acusaciones sobre manipulación de divisas por parte de la RPCH,   culpando a esa nación de malas prácticas por su superávit comercial con EEUU, entre otros aspectos, que incluye el abandono de proyectos como el TPP.  La RPCH no se ha quedado con los brazos cruzados, respondiendo con medidas arancelarias contra productos norteamericanos.

A esto se suma el abierto intervencionismo norteamericano en diferentes regiones, como en el Medio Oriente (donde incluso tiene tropas desplegadas en Siria, contra la volntad de su gobierno), América Latina, etc, la situación es muy preocupante.

Consideramos que este remake de la Guerra Fría ha incrementado el riesgo de enfrentamientos entre las principales potencias a nivel global, lo cual para nada favorecerá  a los pueblos de esos países y mucho menos al resto de mundo; enormes recursos se destinarán al desarrollo y construcción de nuevas y cada vez más sofisticadas armas, para garantizar los “sagrados privilegios” del 0,01 % de la humanidad, que vive en la opulencia, en tanto más de la mitad de los seres humanos del planeta apenas sobreviven, amenazados por el hambre, la escasez de agua, la contaminación ambiental, las epidemias y el Cambio Climático. Muchos en el mundo ven la situación actual con sentido crítico; por ejemplo, la junta directiva del Bulletin of the Atomic Scientists (Boletín de Científicos Atómicos) de la Universidad de Chicago, adelantó hace dos meses en treinta segundos el llamado Reloj del Apocalipsis (Doomsday Watch)[x], o sea, vaticinan que estamos aún más cerca de una confrontación que extinguiría la humanidad del planeta.

 Se hacen así aún más vigentes las palabras escritas por por nuestro invicto Comandante en Jefe en una de sus últimas Reflexiones[xi]: Luchar por la paz es el deber más sagrado de todos los seres humanos, cualesquiera que sean sus religiones o país de nacimiento, el color de su piel, su edad adulta o su juventud.


[i] Devenido después importante historiador e investigador, considerado padre de la “Teoría de la Contención”.

[ii] The White House. The National Security Strategy of the United States of America.   Washington, December 2017 (https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2017/12/NSS-Final-12-18-2017-0905.pdf)

[iii] Department of Defense Summary of the 2018 National Defense Strategy of the United States of America  Sharpening the American Military´s Competive Edge , Washington, January 2018

(https://www.defense.gov/Portals/1/Documents/pubs/2018-National-Defense-Strategy-Summary.pdf)

[iv] US Department of Defense. NUCLEAR POSTURE REVIEW 2018. Washington DC, February2, 2018

 (https://media.defense.gov/2018/Feb/02/2001872886/-1/-1/1/2018-NUCLEAR-POSTURE-REVIEW-FINAL-REPORT.PDF)

[v] Department of Defense Summary of the 2018 National Defense Strategy of the United States of America  Sharpening the American Military´s Competive Edge , Washington, January 2018, página 1.

[vi] Calculado por el autor de acuerdo a la Base de Datos del Instituto de Estudios sobre la Paz de Estocolmo  (https://www.sipri.org/databases/milex )

[vii] Coats, Daniel R. Worldwide Threats Assesment of the US Intelligence Community, Statement for the Record,  13 February 2018 (https://www.dni.gov/files/documents/Newsroom/Testimonies/2018-ATA—Unclassified-SSCI.pdf  )

[viii] Office of the Under Secretary of Defense (Comptroller) / CFO FISCAL YEAR 2019  BUDGET REQUEST, WASHINGTON DC, FEBRUARY 2018 (http://comptroller.defense.gov/Portals/45/ Documents/defbudget/ fy2019/FY2019_Budget_Request.pdf)

[ix] Korb, Lawrence J. Trump´s Defense Budget,  Center for American Progress, February 28, 2018 (file:///E:/2018/USA/DEFENSE%20BUDGET%20FY%2019/Trump’s%20Defense%20Budget%20-%20Center%20for%20American%20Progress.htm)

[x] Bulletin of the Atomic Scientists  It is 2 minutes to Midnigth. 2018 Doomsday Clock Statement. Chicago, IL, January 25, 2018 (https://thebulletin.org/sites/default/files/2018%20Doomsday%20Clock%20Statement.pdf)

[xi] Castro Ruz Fidel Luchar por la paz es el deber más sagrado de todos los seres humanos (http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2016//02/21/luchar-por-la-Paz-es-ei-deber-mas-sagrado-de-todos-los-humanos/)


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