Cuba en la actual situación geopolítica
P- Cómo ve a Cuba en la actual situación geopolítica?
R- Enfrentando grandes desafíos pero también con oportunidades. Con los cambios en curso en el sistema internacional, hay muy pocos países que no se están viendo afectados por los procesos geopolíticos, en especial por la política de la Administración Trump y sus impactos. Para todos hay un alto grado de impredictibilidad. Cuba tiene una alta dependencia de las variables externas en el área de su seguridad, relaciones económicas, colocación político- diplomática. Atraviesa un importante proceso de cambios internos, pero tiene un respetable consenso interno y una política sofisticada acostumbrada a lidiar con complejidades similares del entorno externo. En la evolución de las sociedades la primacía la tiene el factor endógeno, por supuesto.
P- Cómo van las relaciones entre la UE y Cuba?
R- Van por un camino constructivo y positivo. Bruselas ha madurado en su apreciación del caso cubano. La experiencia que se vivió entre el 2014 y el 2016 con el boque occidental en su conjunto, incluyendo a la Administración Obama, fue una lección de cómo mantener los nexos con Cuba, más allá de todas las insatisfacciones que existan de ese período y las críticas que se puedan hacer. Hacía mucho tiempo importantes sectores y gobiernos europeos abogaban por ese curso, basado en la presunción que la política de hostilidad y bloqueo no funcionaba ni funciona para lograr sus objetivos más estratégicos. Hoy se percibe entre los círculos dominantes europeos una menor ideologización del tema cubano –que siempre va a tener un componente simbólico, por supuesto-, un abandono de la política de cambio de régimen abierta como en su momento estipulaba la Posición Común, y un énfasis también en las ganancias mutuas y avances que a ambos lados interesan. Es lógico que haya diferencias y desencuentros. De hecho, hay un Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación que ha sido de gran utilidad para ver todos los temas. Pienso, además, que con Cuba la UE está también demostrando que no son seguidores a pie juntillas del impresentable de Trump. Se ve en el caso de la oposición al bloqueo, a la extraterritorialidad de la Helms Burton, aunque por supuesto siempre se espera más autonomía y energía de un bloque con tanto poder económico que la Administración Trump a ratos da la impresión de no respetar.
P- Cuáles aspectos podrían mejorar? Que debería hacer la UE para mejorar la relación?
R- Las posibilidades son muchas. Te mencioné dos temas en que pudiera haber un mayor nivel de estamina en la defensa de los propios intereses europeos y de sus empresas. A nivel de los Estados nacionales, creo que el universo es amplio para estrechar los nexos y diálogos políticos. De hecho hoy hay mecanismos de consultas políticas con 26 países de la UE.
Las relaciones económicas son una asignatura pendiente, aunque hoy la UE juega un papel clave en las relaciones económicas de Cuba. Está sobre todo el tema de las inversiones en la economía cubana, donde hay muchas potencialidades y siento que las empresas privadas temen demasiado a los EEUU, sus posibles sanciones, y no se autoperciben como muy respaldadas por sus Estados o la UE.
También se puede avanzar mucho más en temas del comercio, en el tema de créditos en mejores condiciones, en los temas de la deuda, pero sobre todo en cooperación. Cuba desarrolla acciones de cooperación al desarrollo con 22 Estados miembros y existe una buena valoración de los resultados concretos de esos proyectos. Propiamente con la UE hay proyectos en el área de seguridad alimentaria, la adaptación al cambio climático, las energías renovables, intercambio de experiencias para la modernización de la economía cubana, entre otros. Se pueden añadir muchos más temas a esa lista. En el área de los intercambios turísticos se puede hacer mucho más. Hay un gran interés del público europeo por Cuba.
Creo que hay un gran campo para el incremento de los nexos entre partidos, con los parlamentos, sus comisiones, a nivel de las provincias o los estados federados, con las organizaciones. Estos diálogos, sin tonos profesorales o paternalistas, ayudarán mucho a enriquecer el conocimiento y comprensiones mutuas. Los cubanos necesitamos entender mucho más lo que está pasando en Europa e imagino que esta necesidad es mutua por parte de europeos.
P- Cuba, de momento, enfrenta numerosos problemas:
Venezuela: la crisis en Venezuela ha puesto en riesgo el abastecimiento de Cuba con petróleo. Las importaciones han caído de manera dramática. ¿Cómo podría rellenar el hueco político y económico dejado por Venezuela?
R- Claro que el deterioro que le han provocado a Venezuela y el recrudecimiento del bloqueo ha impactado a Cuba, sobre todo en el área económica y en especial en la factura petrolera. Es muy difícil reeditar las condiciones especiales que existieron entre los dos países. Ahora bien, ni Venezuela está borrada del mapa, ni Cuba se ha quedado con las manos cruzadas.
La dirección venezolana hace un enorme esfuerzo por cumplir los envíos a la isla. En el enfrentamiento mutuo a la Administración Trump se han fortalecido sensiblemente todos los mecanismos existentes entre los dos países, lo que conlleva a un incremento de la eficiencia de la colaboración y sus modos.
Pero por otro lado, Cuba ha tomado medidas para extraer mayores dividendos del potencial interno, así como de sus relaciones con otros actores internacionales. No sé si has tomado nota de las campañas contra el robo de combustible y los programas de ahorro implementados con las empresas y el Estado cubanos. Cada vez que hay situaciones de este tipo uno se asombra del potencial de eficiencia que existía y que no se aprovechaba.
A nivel de la población, aunque hay conciencia de la situación, aún no se ha sentido con mucho rigor la escasez de combustible en el área de los apagones, por ejemplo, pese a que la economía y sus planes de crecimiento se han resentido. Según estimados para el 2019 y años siguientes, la economía va a volver a crecer, aunque con cifras muy pequeñas.
En cuanto a “rellenar el hueco” creo que lo que se impone es avanzar en muchas direcciones a la vez, con muchos actores, y emplear el concepto de la “resiliencia”, tanto como el de la resistencia. Te decía al principio que lo principal es el componente endógeno. Recuerda que a partir del 1995 y hasta fines del 1999, cuando llegó al poder Chávez, la economía cubana salió del hueco y comenzó a desarrollarse – sin las facilidades petroleras que vinieron después. Las condiciones geopolíticas alrededor de Cuba eran mucho peores que las que hay hoy en el mundo.
P- Quiénes podrían ser los aliados de Cuba en el futuro?
R- El concepto de aliado es muy fuerte. Hace rato desde el punto de vista militar hay consenso en Cuba que la seguridad nacional no depende de ninguna alianza internacional, sino de la capacidad interna y de los recursos propios.
El país tiene excelentes relaciones con dos de los polos de poder más importantes de la actualidad como China y Rusia. El Presidente Xi Jin Ping ha catalogado a Cuba como país hermano y camarada y las relaciones marchan de manera excelente. Con Rusia también hay excelentes nexos y un diálogo muy intenso al máximo nivel, con Putin y Medvedev. Hay importantes proyectos rusos en Cuba.
Al país le ha convenido la mayor autonomía de las potencias medias a nivel internacional, las cuales abogan por sus propios intereses y ven en Cuba un interlocutor fiable con el cual en muchos casos hay relaciones tradicionales. Por ejemplo, hay muy buenas relaciones con Vietnam que ha sido muy activo en proyectar sus intereses políticos, internacionales, económicos hacia Cuba. Están las relaciones con Angola, que es un país petrolero con el que nos unen muchas relaciones tradicionales, con Argelia, Sudáfrica. En América Latina, además de Venezuela, Nicaragua y Bolivia, miembros del ALBA, están los nexos con México y los países del Caribe que desde el punto de vista político y diplomático tienen un peso importante en el hemisferio occidental. Han avanzado los nexos con Japón, India, Irán.
Son importantes los nexos con Europa, en especial España, Francia, Italia, países con los que hay importantes proyectos en el área económica, turística, cultural e intercambios varios. Hay que incluir a Canadá, que en el área turística y económica es de mucha importancia para Cuba. También estarían Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Portugal.
Cuba ha desarrollado una importante presencia en foros multilaterales, donde goza de prestigio y tiene mucho apoyo en las distintas organizaciones. Lograr un apoyo casi unánime año tras año en una votación contra EEUU en ONU es una muestra del nivel de apoyo político al país, y también muestra su musculatura diplomática.
P- Estados Unidos: La política de amenazas y sanciones de Donald Trump ha revertido progresos bilaterales de la era de Barack Obama. ¿Cómo se va a posicionar Cuba en caso de una reelección de Donald Trump?
R- Yo primero mencionaría los venideros tiempos de elecciones en el 2020, en que EEUU se vuelve un animal muy peligroso hacia Cuba, sobre todo por el alto componente doméstico que tiene su política hacia la isla.
En cuanto a tu pregunta para un eventual segundo mandato de Trump, creo que la dirección cubana va a hacer lo que normalmente se hace: Esperar. Por lo general son los EEUU los que siempre resultan elementos más activos en la ecuación bilateral con el resto de los países.
Si es una continuidad del curso actual, pues se proseguirá con la política actual de condena, de preparación, de diversificar nexos con otros actores, etc.
Pero un segundo escenario puede ser muy peligroso. La Administración puede percibir que tiene que “terminar el trabajo”, que se sienta envalentonada por la eventual reelección y que arrecie mucho más su hostilidad contra Venezuela y también contra Cuba, países de lo que su equipo perciben como más vulnerables y cercanos, a diferencia de Rusia, China, Irán y otros. Recuerda la Doctrina Monroe. Ojalá que Trump no autoasuma que su “legado” vaya a ser la “liberación” de las Américas del socialismo, como él y su equipo retrógrado lo están viendo ahora. La postura cubana va a ser la defensa asimétrica en toda la línea de ataque de los norteamericanos, por supuesto.
Un tercer escenario, sobre todo a fines del segundo mandato, pudiera ser que le vuelvan a aflorar a Trump sus instintos del “art of the deal” y demostrar que puede hacer un “trato” con Cuba en aras de garantizar intereses empresariales de EEUU en la isla frente a la competencia contra China y otros actores gubernamentales. Pero para ello tienen que salir del equipo Bolton, Pompeo, y Abrams y que se neutralice la influencia negativa que ejerce hoy Marcos Rubio. Este escenario lo veo más distante, pero nada puede excluirse con Donald Trump.
P-Hay en Cuba libertad de expresión?
R- Mucho más de la que se cree. Recuerda que Cuba ha sido históricamente la campeona olímpica en recibir fake news. En la práctica, y como resultado, se ha formado una visión muy “faked” del país.
Aunque casi no se reporte en el exterior, llama la atención el nivel de debate que existe en la sociedad sobre los temas de su realidad, desde los más estratégicos, hasta los más mundanos. Han existido discusiones a “camisa quitada” de postulados de la Constitución, de las líneas de desarrollo económico, de la estructura de la propiedad, el matrimonio igualitario, así como los problemas de las calles, los abastecimientos, los recorridos de ómnibus, los medicamentos, policlínicos, etc.
Estas expresiones y debates han transcurrido y transcurren en asambleas públicas, la prensa, la radio, en las colas, las redes sociales, a nivel académico, de las comisiones del parlamento, de provincias, de municipio, pero sobre todo al interior de las empresas y centros de trabajo.
No hay que subestimar el papel de los núcleos sindicales y del partido a nivel de cada lugar donde los que dirigen deben rendir cuentas, o al menos explicar las cosas a sus subordinados. “Mandar” en Cuba no creas que sea tarea fácil, sobre todo porque la población se siente muy empoderada y demandante. Creo que es una de las bases del consenso interno que te mencioné al principio, pese a las carencias materiales. Llama la atención que, dentro de los marcos de los llamados a la unidad, esto se haya mantenido y que ahora se potencie en medio del incremento del acoso de los vecinos del Norte que precisamente usan las exigencias liberales del siglo XIX – que no aplican en sus sociedades, por cierto- para financiar y empoderar a su quintacolumna interna. Le llaman ahora guerra no convencional o híbrida.
Fin
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