El trumpismo provoca escaras en el cuerpo republicano
Imagen tomada de Cubadebate
Acaban de tener lugar un grupo de procesos de consulta o elecciones en Estados Unidos que en otras circunstancias y con otros resultados no tendrían mayor trascendencia, pero que en la era de polarización Trump 2.0 requieren un análisis, para comprender hasta qué punto el actual presidente puede continuar su agenda nacional e internacional de manera irrestricta y para ir dibujando un escenario de cara a las llamadas “elecciones de medio término” que tendrán lugar en noviembre del 2026.
Para comenzar, es útil mencionar los resultados principales a los que hacemos referencia:
- En las elecciones a gobernador en el estado de Virginia, resultó electa la demócrata Abigail Spanberger, quien pasa a la historia local como a primera mujer que asumirá el cargo. En dicho estado los demócratas retomaron la mayoría que habían perdido en la cámara de la asamblea legislativa.
- En ese mismo estado, donde su pasado esclavista aún ejerce cierta influencia en el pensamiento político actual, fue electa como vicegobernadora otra mujer demócrata, la Sra Ghazala Hashmi, quien posee una tercera cualidad impensable hasta ahora para esa posición, ser de religión musulmana.
- En el estado de New Jersey, uno de los más corruptos del país (recordemos los procesos judiciales contra el ex senador Robert Menendez) fue también electa una mujer demócrata, la Sra Mikie Sherrill.
- En California el gobernador demócrata Gavin Newsom, posible precandidato para las presidenciales del 2028, quien ha confrontado públicamente con Trump en varias ocasiones, presentó una propuesta para la redistribución de los distritos electorales que asegure la continuidad en el poder de su partido y también obtuvo la victoria.
- El resultado que más ha atraído la atención y donde posiblemente se hayan gastado más recursos tanto de los republicanos, como del aparato tradicionalista demócrata, fue la elección del alcalde de la ciudad New York, centro comercial, bursátil y político del país, donde las masas escogieron a un joven de familia inmigrante, musulmán que se autodefine como “demócrata socialista” y no se ruboriza por ello. El máximo ejecutivo electo de la urbe de 8,3 millones de habitantes se nombra Zohran Mamdani (34 años).
- En el condado de Miami Dade, lugar de mayor concentración de cubanos y de venezolanos antichavistas, ganó la contienda con amplio margen (aún pendiente de segunda vuelta), la candidata demócrata Eileen Higgins, que venció a tres candidatos “cubanoamericanos”, uno apadrinado por el gobernador DeSantis y otros dos ex alcaldes de la ciudad de Miami y considerados hasta ahora “pesos pesados” en la política (y sobre todo la corrupción) local.
Hay aún otros resultados que se pudieran relacionar para fundamentar una debacle republicana durante dichos ejercicios estaduales y locales, pero los mencionados ya sirven para apuntar hacia ciertos cambios. Es importante también citar los resultados de algunas encuestas que pueden ayudar a comprender cuáles son las preocupaciones fundamentales de los ciudadanos que participan en estos ejercicios políticos, porque se conoce que alrededor del 50% de los estadounidense con derecho al sufragio ni aparecen por las urnas, o sea, viven de espaldas al “ejercicio democrático”.
Aunque los resultados de las muestras tomadas por diferentes fuentes y servicios no coinciden, ni son precisos, entre un 80 y un 85 % de los que ejercieron el voto en estos ejercicios en su conjunto (distintas ciudades y estados) habría expresado que el estado de la economía era su principal motivación. Una cifra un poco menor 70-75% habría mostrado su insatisfacción por el rumbo del país en sentido general. Dentro de ellos alrededor de un 40% habría afirmado que acudió a las urnas solo para “castigar” al presidente del país.
Específicamente para el caso de New York, según la cadena NBC Mamdani obtuvo un 26% menos de apoyo que su rival de aquellos votantes que tienen como prioridad el enfrentamiento a la “inmigración ilegal”, tuvo una desventaja del 41% entre aquellos que privilegian el “enfrentamiento al crimen”, pero estuvo un 36% por encima entre los que se preocupan por el “costo de la vida”, que constituyen un 55% de todos los registrados.
Dicho de forma más simple: la gente común no entiende que “América” (Estados Unidos) es “grande de nuevo”, según reza la mitología trumpista y no considera que el odio hacia el inmigrante o los supuestos males que estos supuestamente traen consigo sean de primera prioridad en la agenda nacional.
Aún más significativo resulta que los votantes de New York y Virginia hayan llevado a un primer plano a políticos militantes de la religión musulmana, después de tanta inversión ideológica y monetaria del llamado lobby judío a raíz del genocidio en Gaza para darle vida de nuevo al fantasma antisemita.
Pero si es sorprendente ese resultado en términos de toda la población, es relevante lo expresado en algunas plataformas digitales judías anti sionistas (minoritarias) como Jewish Voice:
“Los judíos de New York apoyaron a Zohran Mamdani a pesar de las mentiras de Israel y los lobbys y la prensa sionista, y todos los neoyorkinos ganaron. Los judíos de NYC no van a ninguna parte. No estamos “abandonando”. No estamos en peligro. Estamos aquí para permanecer en nuestra querida NYC”
Otro aspecto que llama la atención de la victoria de Mamdani es el éxito de los métodos utilizados para llevar el mensaje a los electores. Su campaña reunió a 100 000 voluntarios (cientos de millones de dólares si fueran operativos contratados) para tocar la puerta de 3 millones de hogares. Se recordará que este fue el método victorioso utilizado por el entonces candidato Barack Hussein Obama en el 2008, justo antes de la presencia masiva de las redes digitales y los algoritmos de los celulares y las neuronas de cada estadounidense.
Estos y otros resultados de la jornada del 4 de noviembre pasado ya han motivado y provocarán aún muchas proyecciones de cara a las elecciones del 2026, en las que los demócratas aspiran a recapturar la mayoría tanto en la cámara como en el senado federal.
De momento hay al menos una conclusión que parece ser transversal: cuando los demócratas escogen a los candidatos adecuados, con las plataformas adecuadas y emplean los métodos adecuados para comunicarlas, entonces tienen opciones de victoria. Son las verdades evidentes que no se tuvieron en cuenta en la campaña del 2024 y que trajeron a Trump y su camarilla de vuelta.
No tiene sustento, por ahora, la conclusión de que se ha registrado un avance de las fuerzas de izquierda o socialistas, si recordamos el dato de que la Sra Spanberger es una ex funcionaria de la CIA y la Sra Sherrill es una ex piloto de la Marina estadounidense. Mamdani por su lado ya se ha adelantado a referirse al “dictador” Maduro.
La idea que sí parece tener sustento es que en muy poco tiempo (11 meses de gobierno) Trump ha logrado provocar una reacción en parte del electorado estadounidense que ha podido articularse para hacer propuestas alternativas. Es una conmoción que se ha manifestado mucho más rápido que en los mismos tiempos del 2017, durante su primer mandato.
Teniendo en cuenta que la estructura tradicional del partido republicano pre Trump es cosa del pasado, no parece que puedan tener lugar enfoques coherentes y racionales para revertir estos resultados por métodos que vayan más allá del chantaje, la extorsión, las presiones de todo tipo, incluso la violencia, que llevarán a mayor polarización social.
Del lado demócrata sigue pendiente la recuperación moral de la derrota (más que la victoria de Trump) autoinfligida del 2024, la transición en el liderazgo tanto ideológico como etario y, sobre todo, cómo lidiar con un altísimo por ciento de la juventud que no excluye de su lenguaje diario la palabra socialismo.
A esta hora las 50 familias de mayores donantes en las elecciones federales estadounidense están también sacando sus cuentas, trazando estrategias y seleccionando sus futuros “caballos ganadores”. No se descarta que algunas figuras republicanas con opciones de futuro comiencen a separarse de la agenda trumpista, al estilo Mike Pence después del 6 de enero del 2021, como tampoco puede dejarse fuera del mapa el cambio de figuras y asesores prominentes del gobierno, tal como sucedió a la altura del 2018.
En cualquier caso los estadounidenses han dado muestras de no creerse el discurso de que los principales problemas del país provienen de las “amenazas externas” y no tienen el menor interés en apoyar el caos que generan los conflictos militares.
Resulta sintomático que a escasas 24 horas de estos sucesos un importante grupo (no partidistas) de ex altos funcionarios de las comunidades de inteligencia y defensa, reunidos bajo el nombre Veteranos Profesionales de Inteligencia por la Cordura, hayan dado a conocer una carta pública dirigida a Trump en la que alerta, en un lenguaje comprensible para menores de edad, sobre las consecuencias negativas para Estados Unidos de escalar en los ataques contra Venezuela.
Aún con la Cámara de Representantes gozando de su período vacacional más largo de la historia, un grupo bipartidista de senadores programó una votación a 48 horas de las mencionadas elecciones para evitar que Donald Trump lleve a cabo golpes militares contra Venezuela, como parte de la escalada que ya tiene lugar contra embarcaciones que supuestamente participan en el tráfico de estupefacientes. Con independencia del resultado, no será la última.
Déjanos tu comentario