Elecciones presidenciales 2024: la lucha en los Estados clave

Foto de Clay Banks en Unsplash

El 5 de noviembre del próximo año tendrán lugar elecciones generales en los Estados Unidos. El presente trabajo abordará solamente lo relacionado con las elecciones presidenciales.

Estados Unidos no elige presidente al candidato que haya obtenido más votos populares; proclamará como tal al que haya conquistado más votos electorales (V.E.). Existen 538 V.E., y a cada estado se le otorga una cantidad según el número de habitantes que indique el último censo poblacional. El candidato que obtenga 270 V.E. o más será el que ocupe la Casa Blanca.

Durante el transcurso del presente siglo, en dos ocasiones el candidato con menos votos populares ha ganado más votos electorales y la presidencia. En las elecciones del año 2000 el demócrata Albert Gore obtuvo 544 000 votos populares más que George W. Bush, quien sin embargo conquistó la presidencia con 271 V.E. tras un escandaloso incidente en la Florida donde hubo evidencias bastante claras de fraude a favor de los republicanos, por lo que se ordenó un reconteo que finalmente fue detenido por la Corte Suprema del Estado, otorgándole la presidencia a Bush. Posteriormente en 2016 Hillary Clinton obtuvo 2.9 millones de votos más que Trump, quien resultó ganador con 304 V.E., aunque fueron sólo 78 000 votos repartidos entre Michigan, Pennsylvania y Wisconsin los que determinaron la victoria del magnate.

Incluso en las elecciones de 2020 donde Biden obtuvo casi 8 millones de votos más que Trump, la casi insignificante cifra de 43 809 votos convenientemente distribuidos entre los estados de Georgia, Arizona y Wisconsin marcaron la diferencia. De haber ido a parar a la casilla de Trump, este hubiese logrado más V.E. y la presidencia a pesar de la enorme diferencia en la cantidad de votos populares.

Por las razones apuntadas, en este trabajo no se abordará el tema de las encuestas, las primarias, los candidatos, sus posibilidades, etc., y los análisis se enfocarán esencialmente en los votos electorales y los estados.

En el país existen 50 estados y el Distrito de Columbia (DC), y cada uno tiene una cantidad de votos electorales en conformidad con el número de sus habitantes, cantidad que puede cambiar cada cierto tiempo acorde con el aumento o disminución de estos según el censo. Los censos poblacionales y de viviendas se realizan cada 10 años. El último se hizo en 2020.

A todo lo largo del siglo XX y lo que va del XXI, las preferencias electorales en muchos de los estados han ido sufriendo transformaciones. Una de las más significativas es la referida a los estados del sur que cambiaron de una clara preferencia por el Partido Demócrata (P.D.) a una por el Partido Republicano (P.R.) después que el primero se convirtió en el abanderado de la igualdad racial en la década de 1960. Pero otras causas tales como la emigración de las zonas rurales a urbanas, el aumento en la proporción de ciudadanos con educación superior, el crecimiento de los sectores poblacionales no blancos, las emigraciones de latinos, asiáticos y otros a Estados Unidos, etc., también han influido. Incluso los cambios en algunos estados han ocurrido en períodos relativamente breves. Por este motivo los análisis y conclusiones del presente trabajo pretenden ser válidos para los momentos actuales y las elecciones presidenciales de 2024; nunca para etapas anteriores ni futuras.

Un factor también importante a tener en cuenta para estos análisis es la extrema polarización política que ha estado teniendo lugar en el país, tanto a nivel de los partidos como de los ciudadanos. En el Congreso, donde antes era fácil ver republicanos de tendencia liberal y demócratas conservadores, hoy no puede encontrarse un solo republicano a la izquierda del más conservador de los demócratas. El Partido Republicano se ha convertido en un partido extremadamente conservador al tiempo que el Partido Demócrata se ha movido a la izquierda, aunque menos drásticamente que el primero a la derecha. Entre los electores, si antes era común el voto cruzado, hoy resulta más difícil que un demócrata vote por un candidato republicano y viceversa. Esta polarización también se refleja en los estados donde, en muchos de ellos, los electores que favorecían a un partido lo hacen ahora de manera más rotunda y ferviente.

En relación con las próximas elecciones presidenciales, calculamos que de los 50 estados más el Distrito de Columbia, hay 19 estados y el Distrito de Columbia que de manera segura o casi segura votarán por el candidato demócrata, y 25 estados que, igualmente, de manera segura o casi segura, votarán por el candidato republicano. Eso dejaría fuera a seis estados, considerados pendulares clave que serán los que van a decidir quién será el próximo presidente de los Estados Unidos.

Los 19 estados considerados demócratas seguros o casi seguros y la cantidad de votos electorales de cada uno son: California 54, New York 28, Illinois 19, New Jersey 14, Virginia 13, Washington 12, Massachusetts 11, Maryland 10, Colorado 10, Minnesota 10, Oregón 8, Connecticut 7, New México 5, Hawaii 4, Rhode Island 4, Maine 4, New Hampshire 4, Delaware 3 y Vermont 3. Además el Distrito de Columbia 3. Suman entre todos 226 V.E.

Los 25 estados considerados republicanos seguros o casi seguros y los votos electorales de cada uno son: Texas 40, Florida 30, Ohio 17, North Carolina 16, Tennessee 11, Indiana 11, Missouri 10, South Carolina 9, Alabama 9, Louisiana 8, Kentucky 8, Oklahoma 7, Utah 6, Arkansas 6, Mississippi 6, Kansas 6, Iowa 6, Nebraska 5, Idaho 4, West Virginia 4, Montana 4, Alaska 3, South Dakota 3, North Dakota 3 y Wyoming 3. Suman entre todos 235 V.E.

Los seis estados considerados pendulares clave son: Pennsylvania 19, Georgia 16, Michigan 15, Arizona 11, Wisconsin 10 y Nevada 6. Suman 77 V.E.

Para ganar los republicanos necesitarían obtener 35 V.E. de entre los pendulares clave, mientras los demócratas necesitarían 44 V.E. De las diferentes combinaciones posibles la que parece más probable para los republicanos sería ganar Georgia, Arizona y Wisconsin que suman 37 V.E. En el caso de los demócratas sería ganar Pennsylvania, Michigan y Wisconsin que suman exactamente los 44 V.E. necesarios.

A partir de estas combinaciones, las más claras preferencias de Georgia y Arizona por los republicanos y de Pennsylvania y Michigan por los demócratas en las últimas siete elecciones presidenciales, hace de Wisconsin el estado que pudiera convertirse en el decisivo.

Sin embargo, Wisconsin también ha votado demócrata desde 1988 con la sola excepción de 2016. No obstante, su manera de votar demócrata no ha sido convincente en lo que va del presente siglo. En 2000 y 2004 favoreció a los azules por sólo un 0,2% y 0,4% respectivamente. Posteriormente le dio buenos márgenes a Obama de 13,9% en 2008 y 6,9% en 2012. En 2016 votó republicano por margen de 0,77%, y en 2020 demócrata por 0,63%. O sea que de las seis elecciones presidenciales que han tenido lugar este siglo, en una votó por el candidato republicano y en otras tres, aunque votó demócrata, en ninguna sobrepasó el 0,63% de diferencia. Sólo otorgó márgenes cómodos a Barack Obama.

A diferencia de Michigan y Pennsylvania donde el por ciento de votos a favor de los demócratas en 2020 fue superior al que le otorgaron a los republicanos en 2016, Wisconsin votó en mayor proporción por los republicanos en 2016 que por los demócratas en 2020.

Podríamos concluir que aunque en los últimos 30 años Wisconsin ha tendido a favorecer a los demócratas, en los últimos 20 años esa tendencia se ha hecho frágil y parece depender en buena medida de los candidatos que estén disputando la presidencia, elemento que podría influir de manera importante en la dirección en que votarán sus electores en 2024.

A continuación, veamos la situación interna de los seis estados considerados como claves en la decisión de las presidenciales de 2024

En los Estados Unidos son muchos los analistas, periodistas, firmas, etc. que analizan los procesos electorales. Probablemente dos de las firmas más serias y prestigiosas son la Cook Political Report de Charlie Cook y su equipo y la Sabato´s Crystal Ball. Tanto los primeros como los segundos han publicado sus propios análisis sobre los estados que a juicio de ellos resultarán clave en la elección del presidente en 2024.

Para Crystal Ball, según publicó el 29 de junio de 2023, los demócratas tienen asegurados 260 V.E. y los republicanos 235, mientras que 43 V.E. en cuatro estados pendulares clave decidirán el ganador. Los demócratas necesitarían solamente 10 V.E. más y los republicanos 35. Los estados clave para Crystal Ball son: Arizona (11), Georgia (16), Wisconsin (10) y Nevada (6).

Está claro que Sabato´s Crystal Ball está considerando que Michigan y Pennsylvania se han movido lo suficiente en favor de los demócratas para dejar de considerarlos pendulares clave en relación con las presidenciales de 2024.

Para Cook los demócratas cuentan con 241 V.E. y los republicanos con 235, con cinco estados clave que decidirán; Pennsylvania (19), Georgia (16), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6). Resulta obvio que Cook adjudica Michigan a los demócratas.

Según Cook, los republicanos tienen cinco diferentes caminos para ganar el voto electoral, y cuatro de ellos pasan por Pennsylvania. Por su parte, los demócratas tendrían seis diferentes caminos para llegar a 270, cuatro de ellos pasan por Georgia y tres por Pennsylvania. En otras palabras, dice Cook: “como vayan Georgia y Pennsylvania, así marchará el Colegio Electoral”.

Llama la atención que tanto Sabato´s Crystal Ball, como Cook Political Report y nuestros análisis coinciden en que los republicanos tienen 235 V.E. seguros o casi seguros*, y aunque ninguno de los especialistas estadounidenses menciona el nombre de los estados, con certeza son los mismos 25 que se señalan en este trabajo.

Un elemento importante a tomar en cuenta para estos análisis es el de la cantidad de personas registradas como demócratas o republicanos, o se consideran independientes. En lo referido a todo el país, en los últimos años este importante dato ha estado sufriendo cambios constantes. Destaca el hecho confirmado de que muchos demócratas y republicanos se han movido a declararse independientes. Una de las últimas cifras aportadas por Gallup que parece bastante confiable indica que hoy hay un 29% de Demócratas, un 29% de Republicanos y un 42% de Independientes.

Diferentes encuestas de Gallup confirman que la mayor parte de los independientes se inclina por uno u otro partido. En las publicaciones de esta firma, cuando se suman los que se declaran republicanos con los independientes que se inclinan por este partido, y por otra parte los declarados demócratas con los independientes que se inclinan por ellos, los resultados son muy parejos; se observa que unos meses las encuestas favorecen ligeramente al Partido Republicano y otros al Partido Demócrata.

Cuando Gallup encuesta y analiza a los independientes que no se inclinan por uno u otro partido concluye que son aproximadamente un 10-12%. Para el Pew Research Center es el 19%. En los seis estados clave de este trabajo, están entre un 15% y un 21%. En los estados pendulares clave que estimamos decidirán las presidenciales de 2024, este sector será determinante en decidir el candidato ganador.

En un artículo de Susan Milligan publicado el 21 de mayo de 2021 en US News and World Reports se plantea que en 2016 los independientes favorecieron a Trump por un 4%, y en 2020 lo hicieron por Biden en un 13%. Pero mucho más importante aún: En Michigan 2016 le dieron ventaja de 6% a Trump, pero en 2020 a Biden también por un 6%. Wisconsin fue de 10% por Trump en 2016 y 12% por Biden en 2020. En Pennsylvania fue de 7% por Trump a 8% por Biden cuatro años después. En Arizona de 3% a favor de Trump a 9% por Biden, y en Georgia de 11% por Trump a 9% por Biden en 2020. Considerando que tanto en 2016 como en 2020 las elecciones se decidieron precisamente en estos estados y por márgenes mínimos, podemos concluir que el voto de los independientes resultó decisivo.

Según algunos analistas, varias características a tener en cuenta sobre los independientes son que en general son más moderados que los electores partidistas; están integrados por personas más jóvenes; se sienten menos involucrados en la política; son menos dogmáticos y de mentalidad más abierta; son menos religiosos; el índice de los que van a votar es más bajo; y suelen prestar más atención a las condiciones y particularidades de los candidatos. En temas económicos se acercan más a los republicanos, pero en los temas sociales tienen más afinidad con los demócratas.

En relación con los electores declarados como Demócrata o Republicano en los seis estados clave, podemos observar que en Georgia, Arizona y Wisconsin las fuerzas están parejas; sin embargo, en Michigan, Pennsylvania y Nevada la ventaja promedio de demócratas sobre republicanos es del 10%. Es necesario destacar al respecto que usualmente los republicanos salen a votar en mayor proporción que los demócratas. Aunque esta diferencia es más amplia en las elecciones de medio término (10% en 2022) también ocurre en las generales. Los blancos y los que tienen más de 50 años que son los que en mayor medida votan, son generalmente republicanos, mientras que la mayoría de los negros, latinos y jóvenes, que votan en menor número son demócratas. Estos son elementos que no pueden perderse de vista, y por lo cual para el Partido Demócrata es asunto vital lograr que sus partidarios se sientan estimulados a salir a votar.

Por último resulta necesario llamar la atención en el sentido siguiente. A partir de la extrema polarización política que se ha estado produciendo en el país en los últimos decenios, estimamos que los estados considerados como “seguros” van a votar por su partido sean cuales fueren las circunstancias que existan en el momento de las elecciones. Sin embargo, circunstancias especiales que se aparten de lo habitual como pudieran ser una acentuada recesión económica, un proceso inflacionario elevado, una guerra impopular, graves alteraciones a lo interno del país que pongan en peligro la seguridad de la nación o de sus ciudadanos, alguna situación especialmente comprometedora relacionada con alguno de los candidatos, o algún otro asunto de considerable gravedad, podría conllevar a que alguno(s) de los estados a los que tenemos como “casi seguros” vote por el candidato del otro partido.

En este trabajo se parte de que los estados que tenemos como “seguros” o “casi seguros”, tanto demócratas como republicanos, son en su inmensa mayoría “seguros”, y sólo un puñado de ellos “casi seguros”. En el caso del Partido Demócrata los considerados “casi seguros” son: Virginia, Colorado, New Hampshire y New México. En el caso del Partido Republicano Florida, Ohio, Iowa y North Carolina.

Revisando los estimados de Sabato´s Crystal Ball al respecto encontramos que esta firma divide los estados en seguros, probables e inclinados. En el caso de ambos partidos considera seguros a la mayoría. En el P.R. como probables a Alaska, Texas, Iowa, Maine**, Ohio y Florida, y como inclinado a North Carolina. En relación al Partido Democrata se estima como probables a New México, Minnesota, Virginia y Maine, y como inclinados a Pennsylvania, Michigan y New Hampshire. Aunque ellos dividen en dos categorías a los que nosotros clasificamos como casi seguros, se observa que si bien los resultados no son iguales, son bastante similares a los nuestros.

En el caso de Cook Politica Report no encontramos que hayan realizado este tipo de análisis para las elecciones presidenciales de 2024.

Alguna situación especialmente preocupante como las indicadas anteriormente podría cambiar la manera de votar de alguno(s) de estos estados “casi seguros”, e influir en los resultados de las elecciones alterando el pronóstico de que las presidenciales de 2024 se decidirían en los seis estados pendulares clave previamente señalados.

* Ellos le dan otro nombre a los “casi seguros”. Los dividen en dos categorías, “probables” e “inclinados”.

** Maine y Nebraska son los únicos estados con sistemas diferentes. En Maine se otorgan 2 V.E. al estado y 1 a cada distrito congresional.