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La administración Biden pretende asfixiar la economía cubana —bloqueo económico, designación como estado patrocinador del terrorismo y sanciones de la OFAC.

junio 25, 2024   0

Por Michihiro Shindo
La economía cubana atraviesa en la actualidad posiblemente las mayores dificultades económicas desde el Triunfo de la Revolución. Además de los efectos negativos de Covid-19, la fuerte caída del turismo y de los ingresos, la recesión mundial y los errores de política económica que los propios dirigentes del gobierno han reconocido (Granma, 24.03.11), el recrudecimiento del bloqueo económico de EE.UU., el mantenimiento de la designación como estado patrocinador del terrorismo y el reforzamiento de las sanciones económicas y comerciales por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EE.UU. han provocado escasez de bienes, inflación (30%), depreciación extraordinaria del peso cubano (CUP) (de 1 USD = 24 CUP a 1 USD = 300 CUP), cortes prolongados de electricidad, emigración masiva al extranjero (más de 300.000 en el año fiscal 23), escasez de reservas de divisas (la mitad de la de 2019), déficit presupuestario nacional (11,8% del PIB), y estancamiento (del PIB 1,3% en 2009, 2,0% en 2010 y 2% en 2011).
Bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. a Cuba
El bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. a Cuba comenzó legalmente en EE.UU. en 1962 bajo la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917, y en 1963 con el Reglamento de Control de Activos y Capitales Extranjeros (CACR), que prohibía el uso de dólares estadounidenses en transacciones comerciales y financieras con Cuba. Posteriormente se reforzó con la Ley Torricelli (Ley sobre la Democracia Cubana) de 1992, que prohibía el comercio con Cuba a las filiales estadounidenses de terceros países y prohibía a los buques que hicieran escala en puertos cubanos; hacer escala en puertos estadounidenses en un plazo de 180 días. Además, en 1996, la Ley Helms-Burton (Ley de Libertad Cubana y Solidaridad Democrática ‒Liberta‒) reconoció el derecho de las empresas de terceros países a demandar ante los tribunales estadounidenses si sus negocios en Cuba están relacionados con propiedades reclamadas por ciudadanos estadounidenses, o cubanos que hayan adquirido la ciudadanía estadounidense después de la revolución, y reconoció el derecho de las empresas de terceros países a demandar en los tribunales estadounidenses y prohibió el financiamiento indirecto a Cuba por parte de ciudadanos estadounidenses, extranjeros residentes permanentes y sucursales financieras estadounidenses. Desde el año 2000, sólo se permiten las importaciones de productos agrícolas y medicinas estadounidenses, pero deben ser autorizadas por el Departamento del Tesoro de EE.UU. y pagadas en efectivo por adelantado.
Este bloqueo económico estadounidense viola la Carta de la ONU y el derecho internacional, ya que obliga a terceros países a seguir las políticas internas de Estados Unidos, y la Asamblea General de la ONU ha votado por abrumadora mayoría (incluido el Gobierno japonés) levantarlo inmediatamente todos los años desde 1992. En los últimos años, sólo Estados Unidos e Israel se han opuesto.
Según el Gobierno cubano, los daños y pérdidas debidos al bloqueo durante un año, del 3 de marzo de 2022 al 28 de marzo de 2023, se estiman en 4.867 millones de dólares. Esto equivale a pérdidas de más de 405 millones de USD al mes y 13 millones de USD al día. Sin el bloqueo, el PIB de Cuba podría haber crecido un 9% en 2022. Esto demuestra lo significativo que ha sido el impacto del bloqueo. Calculado a precios actuales, el daño acumulado en 60 años supera los 159.000 millones de dólares. Calculado en valor de oro, asciende a 1,337 billones de USD.
Sanciones económicas de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro
Además de los daños causados por el bloqueo económico, las sanciones económicas de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos están causando grandes dificultades a la economía cubana. La OFAC es «el perro guardián de las sanciones financieras estadounidenses y es temida como un ‘monstruo’ por las instituciones financieras de Japón y de todo el mundo» (Hiroki Sugita, US Economic Sanctions).
La predecesora de la OFAC, la Foreign Funds Control (FFC), creada durante la Segunda Guerra Mundial, desempeñó un papel destacado en la guerra económica contra las potencias del Eje bloqueando los activos enemigos y prohibiendo el comercio exterior y las transacciones financieras dentro de EE.UU. Más tarde, en diciembre de 1950, el FFC se convirtió oficialmente en la OFAC y Estados Unidos bloqueó los activos chinos y norcoreanos bajo jurisdicción estadounidense.
En octubre de 1977, se promulgó la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), que otorgaba al presidente de EE.UU. el poder de prohibir las transacciones financieras entre empresas estadounidenses y países, organizaciones e individuos que identificara como una amenaza grave. Esta IEEPA es el fundamento jurídico básico de las sanciones contra Cuba. De conformidad con esta IEEPA, la OFAC determina su política de sanciones contra Cuba.
En la actualidad, la OFAC sirve al mismo propósito de proteger la economía estadounidense, reforzar la seguridad nacional y apoyar los objetivos de la política exterior. Las infracciones de las sanciones están sujetas a elevadas tasas y severas sanciones. Las sanciones civiles varían en función del programa de sanciones, pero muchas pueden alcanzar los 20 millones de dólares y penas de prisión de hasta 30 años.
Desde 1986, la OFAC elabora la Lista SDN (Specially Designated Nationals and Suspended Persons List) en virtud del Decreto Presidencial 13224. Se trata de una lista negra de determinados terroristas, figuras clave y beneficiarios de regímenes autoritarios y delincuentes internacionales (por ejemplo, narcotraficantes) que son objeto de sanciones y embargos por parte del gobierno federal de Estados Unidos. La lista se actualiza periódicamente para reflejar los cambios en las designaciones. Entre las organizaciones y personas cubanas destacadas que figuran actualmente en la lista SDN de la OFAC se incluyen.
Havana International Bank. Banco con sede en Londres vinculado a Cuba.
La policía cubana y sus dirigentes. Varios líderes de la policía cubana han sido sancionados por su implicación en actos violentos contra manifestantes pacíficos.
Empresas estatales cubanas. Varias empresas estatales han sido identificadas como implicadas en la evasión de sanciones.
Además de esto, en 2021 la OFAC colocó a Álvaro López Miera, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y fuerzas especiales adscritas al Ministerio del Interior de Cuba, en la lista SDN de sanciones, a raíz de la represión del Gobierno contra las manifestaciones en Cuba.
En octubre de 2018, el embajador cubano en Japón intentó alojarse en el Hilton Fukuoka Sea Hawk, un hotel afiliado al grupo estadounidense Hilton, y se le denegó el alojamiento alegando que era un diplomático de un país sujeto a sanciones económicas estadounidenses, debido a la perversión de Hilton de las sanciones de la OFAC.
Designación como Estado patrocinador del terrorismo
Otro fundamento de las sanciones económicas de la OFAC es la designación por el Departamento de Estado de EE.UU. como Estado patrocinador del terrorismo, que realiza por iniciativa propia. Los primeros estados patrocinadores del terrorismo fueron Libia, Irak, Yemen del Sur y Siria, que fueron designados el 27 de diciembre de 1979; en 1982 la Administración Reagan designó de nuevo a Cuba, que el presidente Obama retiró de la lista de estados patrocinadores del terrorismo en 2015. Sin embargo, en enero de 2021, poco antes de dejar el cargo, el presidente Trump volvió a designar a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo.
La designación unilateral de Estados Unidos como Estado patrocinador del terrorismo no es compartida por sus aliados. El Gobierno japonés también mantiene relaciones amistosas con Cuba.
La designación como Estado patrocinador del terrorismo está sujeta a varios embargos del Gobierno estadounidense contra el país y, en particular, a varias restricciones financieras. Los préstamos de instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial, también son inaccesibles debido a la oposición del gobierno estadounidense a dichos préstamos. Las sanciones financieras estadounidenses prevén duras penas, y los infractores quedan excluidos del sistema financiero estadounidense sin poder utilizar dólares estadounidenses. Lo mismo se aplica a los bancos y otras instituciones financieras que hayan colaborado en la infracción. Para las empresas internacionales, se dice que la pena por infringir las sanciones financieras es una «sentencia de muerte» (Hiroki Sugita, US Economic Sanctions).
Situación actual del bloqueo y las sanciones
Bajo la administración Trump (2017-2021), se reforzaron las sanciones financieras contra Cuba por parte de la OFAC. La administración Biden también ha asumido esencialmente la política de la administración Trump hacia Cuba: solo en 2019, Estados Unidos tomó 86 medidas relacionadas con el fortalecimiento del bloqueo. De ellas, 44 fueron multas y sanciones contra empresas estadounidenses o de otros países, y 31 tuvieron aplicabilidad extraterritorial. Entre enero de 2021 y febrero de 2023, los bancos extranjeros se negaron a prestar servicios a Cuba en un total de 909 casos. Además, más de 92 bancos e instituciones financieras internacionales suspendieron sus relaciones financieras con Cuba debido a sanciones o presiones del Gobierno estadounidense.
Oscar Pérez-Oliva Fraga, Viceministro Primero del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, declaró que solo en 2023, cinco bancos se negaron a realizar transacciones relacionadas con la compra de raciones familiares normales sin previo aviso (Granma, 5 de abril de 2024), debido al temor a las sanciones de la OFAC.
El Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, declaró:
«Decenas de misiones diplomáticas cubanas en las capitales de los países que han establecido relaciones de amistad y cooperación con nuestro país han rechazado sistemáticamente el bloqueo».
«Estos países también son víctimas de la aplicación extraterritorial de la hostilidad norteamericana, de su nociva y desproporcionada influencia en el sistema financiero internacional y de su afán de cercar la economía cubana» (discurso de Bruno Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, ante la Asamblea General de la ONU, 2 de noviembre de 2023).
En este sentido, las embajadas de Cuba y Venezuela en Japón se ven igualmente afectadas. El Banco de Mitsubishi UFJ ha notificado al público de esta manera en su sitio web (Sumitomo Mitsui Banking Corporation ha notificado al público de manera similar):
La política del Banco es que, en principio, con algunas excepciones, las transacciones que impliquen o estén relacionadas con países sujetos a sanciones globales (Irán, Corea del Norte, Cuba, Siria, Crimea, República Popular de Donetsk (autoproclamada) y República Popular de Luhansk (autoproclamada)), ya sea directa o indirectamente, no pueden ser gestionadas por el Banco, independientemente de la moneda (https://www.bk.mufg.jp/tsukau/kaigai/soukin/OFAC_ryui.html).
El propósito del Gobierno de EE.UU. al perseguir agresivamente tal bloqueo y política en desafío al derecho internacional es asfixiar la economía cubana y causar a su pueblo que sufra penurias y escasez, conduciendo a una explosión social que llevará al colapso de la revolución que defiende su soberanía e independencia. Esto se ilustra claramente en un memorando escrito en 1960 por Mallory, entonces Subsecretario de Estado para las Américas:
«La mayoría de los cubanos apoyan a Castro. …No existen grupos disidentes eficaces. La única manera eficaz de reducir el apoyo al gobierno es incitar a la desilusión y el desaliento a través del descontento económico y el empobrecimiento (…) tomarse urgentemente todas las medidas posibles para socavar la economía cubana e inducir el hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno negando fondos y suministros a Cuba con el fin de reducir los salarios nominales y reales».
El 15 de junio, el Movimiento de Países No Alineados (121 Estados miembros), el G77 + China (134 países) emitieron una declaración bajo el nombre del Comité Conjunto de Coordinación exigiendo la retirada inmediata de Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. El Gobierno de EE.UU. debe respetar a la opinión pública mundial.
(18 de junio de 2024)


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