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Latinoamérica y los latinoamericanos en la contienda electoral estadounidense de 2024

noviembre 16, 2024   0

En las primeras horas del miércoles 6 de noviembre de 2024, las principales cadenas de noticias en Estados Unidos anunciaron que la victoria de Donald J. Trump en el estado de Pensilvania hacía irreversible la ventaja del magnate sobre su oponente, la demócrata Kamala Harris. De esta forma, el exmandatario aseguraba su elección como 47º presidente estadounidense.

Las elecciones generales en los Estados Unidos suelen ser entendidas como un gran espectáculo mediático o un megaproducto de mercadotecnia; una construcción de narrativas comerciales donde la percepción es más importante que la realidad, y se simplifican y estigmatizan las verdaderas preocupaciones de la sociedad estadounidense. Quienes defienden esta tesis entienden que los intereses y las dinámicas estructurales y geoestratégicas del imperialismo norteamericano trascienden la dicotomía entre el Partido Demócrata y el Partido Republicano.

A pesar de ello, no debe obviarse que la elección del presidente y vicepresidente de Estados Unidos genera importantes expectativas tanto en suelo nacional como extranjero. De hecho, el resultado del proceso electoral puede ser esperado con muchísima más preocupación fuera del territorio estadounidense. América Latina, por ejemplo, teniendo en cuenta su situación geográfica, su lugar en las concepciones geopolíticas de Estados Unidos y su aún vigente estatus de dependencia, es de las regiones donde tiende a esperarse, con temor o esperanza, si el próximo inquilino de la Casa Blanca será demócrata o republicano, más o menos conservador, ultraderechista o progresista. Incluso, para los latinos que residen en Estados Unidos, la elección presidencial pudiera llegar a ser más relevante que para algunos nacidos estadounidenses.

Para las elecciones del pasado 5 de noviembre de 2024, el gobernante Partido Demócrata apostó, después de que el presidente Joe Biden declinara su campaña, por la vicepresidenta Kamala Harris, quien se convirtió en la segunda mujer nominada a la presidencia por uno de los principales partidos y la primera mujer negra y de ascendencia asiática. El Partido Republicano, por su parte, dio luz verde, por tercera ocasión consecutiva, a la campaña del expresidente Donald J. Trump. Los candidatos a vicepresidentes seleccionados fueron el demócrata Tim Walz, gobernador del estado de Minnesota, y el republicano J.D. Vance, senador junior por el estado de Ohio.

Los candidatos y plataformas electorales de ambos partidos hicieron, durante todo el espacio de campaña electoral[1], y al igual que sus antecesores, algunas menciones a la región de América Latina y el Caribe. Aunque la política exterior no ha sido un punto determinante en los últimos ciclos electorales, y regiones como Oriente Medio, Asia-Pacífico y Europa tienden a incidir más en el debate público electoral actual, Latinoamérica -y más aún los latinoamericanos- siempre aparece en los discursos de los candidatos presidenciales. En tal sentido, resulta interesante determinar cuáles fueron las principales ideas y propuestas concernientes a América Latina y los latinoamericanos, expresadas durante toda la campaña electoral por los aspirantes a ocupar el despacho oval en enero de 2025.

Con relación a los temas latinoamericanos, los políticos demócratas tienden a asumir posturas más flexibles y conciliadoras en los discursos electorales, aun cuando sus intereses subyacentes no difieren en esencia de los republicanos. A pesar de que la carrera presidencial de 2024 mostró variaciones significativas en cuanto a la flexibilidad demócrata, la campaña Harris-Walz buscó marcar distancia del discurso xenófobo de Donald Trump. En cuanto a la seguridad en la frontera con México y la inmigración, por ejemplo, la vicepresidenta hizo referencia a la necesidad de solucionar los problemas que generan los picos migratorios hacia Estados Unidos. Ello implicaría desarrollar planes de financiamiento en los países del Triángulo Norte de Centroamérica[2], propuesta que Kamala Harris defendió desde sus campañas electorales de 2020[3]. Igualmente, sobresalió la negativa de la contendiente demócrata a la separación de familias en la frontera, especialmente a que se separen a menores de edad de sus familiares.

Sin embargo, el contexto actual de polarización y crisis de los paradigmas en los Estados Unidos impuso a la campaña demócrata subir el tono en todos los temas concernientes a la migración. Desde la campaña electoral de 2016, Trump ha ganado un significativo número de adeptos por sus críticas a la política de seguridad fronteriza del gobierno norteamericano. El magnate republicano responsabiliza a los inmigrantes irregulares de muchísimos de los problemas que afectan a la clase media, los sectores rurales e industriales en los Estados Unidos. Durante 2024, la seguridad en la frontera ha figurado como uno de los temas que mayor preocupación genera en el electorado estadounidense. En estados pendulares[4] como Arizona y Nevada, el debate sobre cómo deben manejarse los asuntos de la frontera con México favorecieron a Trump. Ante tales circunstancias, Harris buscó mostrar posturas de fuerza respecto a este tópico.

Durante las últimas semanas de campaña, la candidata presidencial intentó romper con el libreto del gobierno de Biden. Pretendió desmarcarse de la imagen de políticas “débiles” y permisivas con las entradas irregulares que le imputó la campaña trumpista a la administración demócrata. Kamala Harris propuso endurecer aún más las restricciones en la frontera con México para mantenerla cerrada respecto a lo que denominó cruces ilegales, y con ello extender las severas limitaciones al asilo implementadas en junio. Además, prometió aumentar la cantidad de personal en la patrulla fronteriza y otorgar más y mejores recursos, incluyendo nuevas tecnologías, a las autoridades fronterizas. Asimismo, la candidata afirmó que de resultar electa pediría que se presentasen cargos penales más severos contra los extranjeros que intentaran ingresar ilegalmente al país en repetidas ocasiones y prohibiría que las personas que crucen la frontera ilegalmente pidan asilo, además de enfrentar un castigo de 5 años sin poder regresar a Estados Unidos (Cancino, 2024).

La vicepresidenta prometió en su primer viaje de campaña a la frontera con México que como presidenta trabajaría con republicanos e independientes para garantizar la seguridad limítrofe, así como la reforma del «roto sistema migratorio» de Estados Unidos, de lo cual responsabilizó a su oponente. En esa ocasión, llegó a la comunidad fronteriza de Douglas, para hablar sobre migración, tema en el que los votantes favorecieron a su rival republicano Donald Trump, según las encuestas (Mejía, 2024). Una vez allí, Harris se refirió con determinación al proyecto de ley bipartidista sobre inmigración que su contraparte ordenó hundir en el Senado. Según la candidata, esta ley estuviera dando resultados de no ser por la negativa de Trump y su interés en conservar el problema para hacer campaña.

Donald Trump, por su parte, mantuvo prácticamente intacta desde la campaña de 2016 su postura sobre la seguridad fronteriza. Para 2024, persistieron sus promesas del muro fronterizo al sur, aumentar la presencia militar en la frontera para detener las entradas ilegales y el tráfico de drogas, realizar deportaciones masivas de inmigrantes que lleguen al sur de California, Arizona, Nuevo México y Texas, retomar cabalmente la política de “tolerancia cero” que separaba a los niños de sus padres en la frontera y, con menos seguridad, comentó que podría eliminar el programa de parole humanitario. Incluso, el republicano tiene entera disposición de restablecer la ley de ‘’Protocolos de Protección al Migrante’’, conocida como ‘’Permanecer en México’’[5].

Trump afirma que su objetivo es «restaurar el orden» en las fronteras y reducir drásticamente la inmigración ilegal. Uno de los pilares de su campaña fue un plan de deportaciones masivas que, según él, ayudará a «recuperar empleos tomados por inmigrantes ilegales». No obstante, también propuso una excepción para estudiantes extranjeros que se gradúen de universidades estadounidenses, quienes recibirían una green card[6] automáticamente para permanecer en el país (Cancino, 2024).

Durante el debate presidencial de junio, el expresidente republicano esquivó una pregunta sobre si sus planes de expulsiones masivas atraparían a todos esos inmigrantes indocumentados, incluidos los que tienen trabajo, están casados con ciudadanos estadounidenses o llevan décadas en el país. Cuando se le pidió una aclaración sobre esta política, un asesor de su campaña se remitió a la plataforma de la convención del partido. El documento contrasta fuertemente con la postura que el Comité Nacional Republicano expuso en un informe de 2012, en el que se esbozaban planes para mejorar el acercamiento a los hispanos adoptando una “reforma migratoria integral” (Ulloa, 2024).

Mientras debatía con Harris para ABC News, se le preguntó sobre esta propuesta de deportación masiva y Trump respondió: “¿Saben que el crimen en Venezuela y en países de todo el mundo ha disminuido mucho? ¿Saben por qué? Porque han sacado a sus criminales de la calle y se los han dado a ella para que los ponga en nuestro país. El crimen en este país está por las nubes. Y tenemos una nueva forma de crimen. Se llama crimen migratorio” (Gerbaud & Harrison, 2024). Tal retórica discursiva fue centro de sus alocuciones en todo el proceso de campaña, especialmente en los estados de Arizona, Nevada, Texas, Pensilvania, Míchigan y Wisconsin. No faltaron tampoco insultos contra la comunidad latina, como los supuestos sacrificios de mascotas por parte de la comunidad haitiana en Ohio, las ofensas hacia Puerto Rico del comediante Tony Hinchcliffe en un mitin de la campaña republicana, o la calificación de los inmigrantes venezolanos de narcotraficantes, criminales, asesinos y violadores.

Todos estos momentos fueron aprovechados por la líder demócrata para reforzar su discurso sobre los desequilibrios de Trump, sus conductas y actitudes de fascista y su incapacidad mental para estar al frente de la nación. En contraposición a semejantes retóricas discriminatorias, Harris se presentó como una defensora de los derechos de todos los estadounidenses, evocando el principio de que Estados Unidos es una nación de inmigrantes.

Las encuestas más cercanas al día de la elección mostraban a Donald Trump como favorito para gestionar la crisis migratoria. Según una encuesta del periódico The New York Times (2024), el 54% de los estadounidenses, independientemente de cómo votaran, creían que Donald Trump haría un mejor trabajo en la temática migratoria, frente al 43% que opinaba que Harris tendría mejores resultados.

En relación con el tema de las drogas y el crimen organizado, crucial para algunas naciones latinoamericanas, probablemente prevalezca una situación semejante a la actual, más allá de la ya indiscutible victoria de Donald Trump. La guerra perpetua de Estados Unidos contra las drogas -ni tan perpetua ni tan guerra- es ahora contra el fentanilo, que involucra en gran medida a México. La sobredosis de fentanilo ocasionó en 2023 casi 75.000 muertes, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. (Castañeda, 2024).

Si bien el crimen, la inseguridad y el narcotráfico suponen amenazas para la seguridad nacional de Estados Unidos, Washington ha legitimado su presencia militar en naciones latinoamericanas como Ecuador y Perú, reciclando los relatos de guerra contra el narcotráfico y el narcoterrorismo. Lo relativamente novedoso ha sido la retórica de lucha contra la inseguridad. Con este pretexto, la Casa Blanca y el Comando Sur han hecho suyos los ‘’compromisos’’ con la tranquilidad ciudadana y las agendas nacionales de enfrentamiento a la crisis de inseguridad de Daniel Noboa y Dina Boluarte para dominar, desestabilizar, limitar el orden democrático y desplazar a un segundo plano otras importantes demandas sociales incompatibles con la derecha gobernante en Ecuador y Perú. Aunque no hubo referencias directas a este tema en los discursos de ninguno de los dos candidatos, es esperable que, la política en materia de seguridad regional no varíe significativamente.

Otra cuestión que posee marcada relevancia en la relación entre Estados Unidos y Latinoamérica, aunque tampoco resonó en los discursos de campaña electoral, es la rivalidad sino-estadounidense sobre la región. China ha aumentado considerablemente su presencia en América Latina y el Caribe. Su influencia abarca disímiles áreas, fundamentalmente las relacionadas al comercio y la inversión.

En materia de comercio, China ya es el principal socio comercial de Brasil, al que el país asiático vende más del doble que a Estados Unidos, de acuerdo con cifras oficiales. En el futuro cercano, la principal amenaza a Estados Unidos se encontraría en México y otras naciones donde las empresas de ese país pueden haberse establecido o pretendan hacerlo. China está capturando una parte creciente del ciertamente pequeño mercado mexicano de automóviles eléctricos y los fabricantes automotrices estadounidenses han comenzado a alarmarse (Castañeda, 2024). Sobre esto, Trump declaró en varios momentos de la campaña que una victoria de Kamala Harris terminaría por favorecer el ascenso de China en todos los ámbitos, desde el comercial hasta el tecnológico.

Reviste una gran importancia analizar de forma puntual las relaciones económicas Estados Unidos-México en el marco de la campaña electoral. En 2023, México superó a Canadá y China como el principal socio comercial de Estados Unidos. Un elemento central de esa relación es el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que reemplazó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y fue negociado por el presidente Trump en 2020 (Gerbaud & Harrison, 2024).

El T-MEC tiene una revisión programada para 2026. Sin embargo, a pesar de negociar el acuerdo, el apoyo de Trump al T-MEC en su segundo mandato no está garantizado. Ha seguido siendo crítico del déficit comercial de Estados Unidos con sus socios norteamericanos, que se ha duplicado desde 2017, hasta alcanzar los 220.000 millones de dólares en 2023. Trump ha hablado en su campaña de 2024 sobre un plan para imponer un arancel del 10 por ciento a todos los bienes importados a Estados Unidos. Por su parte, la campaña de Kamala Harris no hizo referencias explícitas al T-MEC. En 2020, la demócrata fue una de los diez senadores que votaron en contra del acuerdo y dijo que habría votado de igual forma en contra del TLCAN. Sin embargo, a diferencia de Trump, la oposición de Harris surgió de su creencia de que el T-MEC no iba lo suficientemente lejos en materia de protección ambiental y laboral (Gerbaud & Harrison., 2024).

Un elemento común en las campañas es haber carecido de menciones explícitas a determinados países de la región o situaciones que acontecen en ellos, tal como sucedió con las críticas de la campaña de Joe Biden en 2020 a la gestión de Jair Bolsonaro en el Amazonas. El tema de Cuba, por ejemplo, estuvo sobre la mesa en varios procesos electorales anteriores, como con Obama en 2008, con Hillary Clinton en 2016, con Biden en 2020 y con el propio Trump en sus campañas electorales anteriores. Durante toda la carrera de 2024, Cuba pasó prácticamente desapercibida para ambas campañas. Esto pudiera estar condicionado por cómo ha disminuido la importancia de Florida en el mapa electoral. Si bien este estado llegó a considerarse competitivo en esta contienda, los analistas lo descartaron como pendular.

En cambio, el tema Venezuela sí fue debatido tanto por parte de Harris como de Trump. Después de los comicios electorales del 28 de julio en la nación sudamericana, en la que tanto el oficialismo como la oposición se proclamaron vencedores, Harris pidió que se publicaran los resultados completos de las elecciones y que se respetara la voluntad de los votantes. En agosto, la vicepresidenta envió una carta a los líderes de la oposición, una solicitud a que los militares no fuesen violentos con los manifestantes, y que el organismo electoral diera los resultados reales de las elecciones. Trump, por su parte, no ha mostrado una postura hacia el proceso electoral venezolano, pero llamó a Nicolás Maduro dictador en una entrevista en agosto y, anteriormente, había criticado a la administración Biden-Harris por flexibilizar las sanciones.

Finalmente, valorando el lugar de Latinoamérica y los latinoamericanos en la contienda electoral estadounidense de 2024, es necesario referirse a la proyección de ambos candidatos con respecto a los latinos inmigrantes, residentes y ciudadanos en los Estados Unidos. Según Juan Carlos López (2024), de CNN, se proyectaba que 36,2 millones de latinos serían elegibles para votar en 2024, un aumento del 12% con respecto a las elecciones de 2020. La estimación era que los latinos de estados pendulares como Arizona, Nevada o Pensilvania podían definir la presidencia. Por ejemplo, Biden ganó Arizona en 2020 por 10 457 votos y, según estudios de la Universidad de California en Los Ángeles, para este año habrían cerca de 1,3 millones de hispanos elegibles para votar en Arizona.

Este contexto condujo a que tanto Harris como Trump se plantearan conquistar el voto latino en los siete estados pendulares. La líder demócrata prometió, en materia de educación, que condonaría importantes sumas de dinero en deuda estudiantil para los prestatarios con ingresos bajos, lo cual incluye a muchos latinos. Además, abogó por aumentar el financiamiento a las universidades comunitarias y favorecer a los estudiantes latinos de suburbios pobres. Harris habló sobre invertir directamente en educación superior. En cuanto a la atención de salud, se refirió a la expansión del Medicare para los latinos, el acceso a servicios de salud mental y la protección para las mujeres con relación al derecho al aborto, tema en el cual las mujeres latinas suelen verse más desfavorecidas.

En los temas económicos, Kamala Harris prometió aumentar el acceso a financiamiento para pequeñas empresas de latinos, incluyendo la creación de programas que facilitarían préstamos y subvenciones. Asimismo, defendió el aumento de las inversiones en capacitación laboral, la protección contra desalojos, los programas para el acceso a una vivienda asequible y los incentivos fiscales. El desarrollo económico para comunidades latinas fue otra de sus promesas de campaña, pues alegó que invertiría en el crecimiento económico de estas comunidades, enfocándose en infraestructura, tecnología, y creación de empleos.

Donald Trump, que ha tenido una de las retóricas antiinmigración más agresivas de los últimos años, también se propuso ganar seguidores en esta comunidad. Sus promesas se centraron en una frontera más segura, deportaciones, fortalecimiento de la economía, y el otorgamiento de green cards para jóvenes latinos que se gradúen en universidades norteamericanas.

Finalmente, la demócrata Kamala Harris ganó entre el electorado hispano por 53% frente al 45% de Trump, de acuerdo con encuestas a pie de urnas. El republicano mejoró en el voto latino respecto a 2020, con ganancias de alrededor de 10 puntos porcentuales, según indican las informaciones preliminares (Beuaregard, 2024).

Si algo queda claro después del análisis, es que la región de América Latina no representó una prioridad en las agendas de ninguno de los dos candidatos. Fueron la seguridad fronteriza y la política migratoria los temas que más llevaron a Kamala Harris y Donald Trump a enfrentar sus discursos de campaña, realizando promesas y declaraciones que, en caso de ser cumplidas por Trump, tendrían notable repercusión en países del área y en la comunidad latina residente en los Estados Unidos. Aunque los demócratas esbozaron un discurso más mesurado, crítico de la visible xenofobia trumpista, no podrían, en el corto plazo, evadir las restricciones a la migración que demanda la situación actual del país, específicamente la de ciertos estados pendulares donde la elección para cargos estaduales y nacionales se alterna, de forma casi impredecible, entre demócratas y republicanos.

Por otro lado, es evidente que los contendientes asumieron posturas muy similares -aunque no expresadas explícitamente en campaña- sobre la presencia de actores externos en la región. Indistintamente, ambos candidatos llevarían adelante diversas estrategias, fundamentalmente político-militares, para contrarrestar la influencia china y reforzar su presencia económica y geopolítica regional, ante los indicios de un relativo debilitamiento de la hegemonía estadounidense en el sistema internacional.

Para las naciones que escapan de la órbita de influencia imperialista, la política de Washington siempre será agresiva, hostil y subversiva, tal como sucede con Venezuela y como ha mostrado la campaña de 2024. Un gobierno de Harris también hubiese seguido la línea de apoyo público a la oposición venezolana y buscaría alternativas desestabilizadoras contra el gobierno de Caracas, lo mismo que se proyecta con la nueva administración Trump.

En cuanto al voto latino, como es tendencia, la demócrata obtuvo una mayoría de apoyo superior al 50%. Las promesas de Harris persiguieron mostrar a la comunidad latina un diapasón de oportunidades económicas para todos y, especialmente, para los humildes, y ventajas para los más vulnerables. No obstante, debe resaltarse que la campaña de 2024 evidenció un descenso no despreciable del respaldo latino a los demócratas.

En virtud de lo expuesto, puede concluirse que, respecto a América Latina y el Caribe, las diferencias entre Harris y Trump, aparentemente cruciales, estuvieron más en la forma que en el contenido de sus discursos. Salvando las diferencias en el carácter y la retórica de ambos, el fortalecimiento de la seguridad fronteriza y la política migratoria, la rivalidad con China, el no reconocimiento a Nicolás Maduro y el respaldo público a la oposición venezolana, y la necesidad de captar el voto latino en los estados pendulares fueron las premisas que caracterizaron, de forma general, a ambos candidatos y al rol que le otorgaron a Latinoamérica y los latinoamericanos en la contienda electoral.

Referencias

Beauregard, L.P. (2024). El voto latino masculino dio por primera vez su apoyo mayoritario al republicano. El País. https://elpais.com/internacional/elecciones-  usa/2024-11-07/el-voto-latino-impulsa-a-los-republicanos-en-su-regreso-a-la-  casa-blanca.html

Cancino, J. (2024). Harris endurece su plan en la frontera para cerrar la brecha con      el      discurso      migratorio      de      Trump.       Univisión Noticias.  https://www.univision.com/noticias/inmigracion/kamala-harris-propuestas-  frontera-politica-migratoria

Castañeda, J. (2024). Trump y Harris en América Latina: una comparación. Confidencial. https://confidencial.digital/opinion/trump-y-harris-en-america-  latina-una-comparacion/

CNN en Español. (23 de julio de 2024). Resumen de noticias del anuncio de Biden  de  retirarse  como  candidato  en  EE.UU.  del  21  y  el  22  de  julio  https://cnnespanol.cnn.com/2024/07/23/joe-biden-retira-candidato-eeuu-  elecciones-presidencia-2024-trax/

Espinoza, D. (2023). Qué es la Green Card de Estados Unidos, cómo se obtiene y por              qué           tantos     buscan    tramitarla.    ViveUSA. https://www.viveusa.mx/educacion/que-es-la-green-card-de-estados-unidos-  como-se-obtiene-y-por-que-tantos-buscan-tramitarla/undefined/

Flecha, J. (2024). Cinco puntos a tener en cuenta del anuncio de la campaña presidencial de Trump para 2024. El Nuevo Gerald.  https://www.elnuevoherald.com/noticias/elecciones/article268819982.html

Gerbaud, G., Harrison, Ch. (2024). Las diferencias entre Kamala Harris y Donald Trump respecto a América Latina. AS/COA. https://www.as-coa.org/articles/las/-  diferencias-entre-kamala-harris-y-donald-trump-respecto-america-latina

López, J.C. (2024). El verdadero peso del voto hispano: así se mueve el electorado latino en el ajedrez electoral. CNN en español.  https://cnnespanol.cnn.com/2024/10/29/voto-hispano-latino-elecciones-ajedrez-  eeuu-orixpuede-ser-definitivo-en-el-ajedrez-electoral-estadounidense-orix

Mejía, M. (2024). Kamala Harris promete una reforma al sistema migratorio, en la frontera. La Prensa. https://prensadehouston.com/noticias/estados-  unidos/kamala-harris-promete-una-reforma-al-sistema-migratorio-en-la-frontera/

The New York Times. (25 de octubre de 2024). Regardless of how you might vote, do you trust Kamala Harris or Donald Trump to do a better job on each of the    following      issues:      Inmigration,    Economy,         Abortion,    Democracy.  https://www.nytimes.com/2024/10/25/us/politics/poll-harris-trump-times-  siena.html

Ulloa, J. (2024). Los latinos republicanos e independientes apoyan el plan migratorio de                   Trump,             hasta    cierto    punto.    The     New    York Times.  https://www.nytimes.com/es/2024/07/17/espanol/latinos-republicanos-  migracion-trump.html

Bibliografía

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Bremmer, I. (2024). ¿Cuál es la política exterior de Kamala Harris y en que podría diferenciarse  de                                   Biden?          El                                   Observador.  https://www.elobservador.com.uy/estados-unidos/politica/opinion-cual-es-la-  politica-exterior-kamala-harris-y-que-podria-diferenciarse-biden-n5959649

CNN en Español. (30 de octubre de 2024). ¿Qué propone Kamala Harris en materia    de    inmigración      de    cara    a    las               elecciones              de    EE.      UU?  https://cnnespanol.cnn.com/2024/10/30/kamala-harris-que-propone-  inmigracion-elecciones-orix

EFE. (26 de septiembre de 2024). Trump promete eliminar los permisos humanitarios para Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití.  https://efe.com/mundo/2024-09-26/trump-permisos-humanitarios/

EFE. (22 de agosto de 2024). Trump reivindica desde el sur de EE.UU. su promesa          de          una          frontera           fuerte.           Diario Libre.  https://www.diariolibre.com/usa/actualidad/2024/08/22/donald-trump-reivindica-  promesa-de-una-frontera-fuerte/2827077

Ferro,  V.  (2024).  Harris  o  Trump:  ¿qué  es  mejor  para  Latinoamérica?  El Mostrador.  https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2024/10/17/harris-o-  trump-que-es-mejor-para-latinoamerica/

López, J.M. (2024). Trump reacciona sobre Venezuela y le dice «loca» a Kamala por             quitar             las             sanciones.               La República.  https://www.larepublica.co/especiales/crisis-en-venezuela-2024/trump-  reacciona-sobre-venezuela-y-le-dice-loca-a-kamala-por-quitar-las-sanciones-  3920126

Martínez, A. (2024). Las propuestas de Kamala Harris, la candidata del Partido Demócrata. El País. https://elpais.com/us/2024-10-15/las-propuestas-de-  kamala-harris-la-candidata-del-partido-democrata.html


[1] La vicepresidenta Kamala Harris anunció su campaña presidencial el 21 de julio de 2024, después de que el presidente Joe Biden retirara su candidatura a la reelección y la respaldara ese mismo día (CNN, 2024). La campaña presidencial de Donald Trump empezó oficialmente el 15 de noviembre de 2022, cuando anunció su campaña para un segundo mandato presidencial no consecutivo en un discurso en Mar-a-Lago, Florida, el 14 de noviembre de 2022 (Flechas, 2024).

[2] Nombre con el que se conocen a los tres países centroamericanos de Guatemala, Honduras y El Salvador.

[3] Antes de hacer campaña para vicepresidenta, Kamala Harris intentó buscar en las primarias demócratas la nominación del partido para aspirar a la presidencia.

[4] El término de ‘’estados pendulares’’ se usa para referirse a aquellos estados estadounidenses que no tienen un patrón de votos definido hacia ninguno de los partidos en la contienda.

[5] Esta ley se utilizó para enviar a unos 70000 solicitantes de asilo de vuelta a México para que esperaran allí sus audiencias de inmigración en Estados Unidos. El presidente Joe Biden la derogó en junio de 2022 (Gerbaud & Harrison, 2024).

[6] La Green Card o Tarjeta Verde es el documento que permite la residencia permanente en Estados Unidos a un extranjero. Con ella es posible trabajar, vivir y estudiar de manera documentada (Espinoza, 2023).


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