Los peligros del acoso a Rusia

En 1998, el ideólogo y politólogo estadounidense de origen polaco Zbigniew Brzezinski, artífice intelectual de la llamada «Trampa de Afganistán» contra la Unión Soviética (URSS), expresó en su libro «El gran tablero mundial. La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos», que, en el nuevo contexto geopolítico internacional, Ucrania debería desempeñar el papel de muro de contención frente a la Rusia postsoviética y aseveró: «Ucrania es el «estado crítico», en lo que respecta a la evolución futura de Rusia…  Sin Ucrania, Rusia deja de ser un imperio euroasiático”.

Brzezinski también esbozó una parte de las estrategias que Estados Unidos (EUA) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han llevado a cabo contra Rusia en los últimos años, aunque los planes occidentales de destruir al gigante euroasiático datan desde el triunfo de la Revolución de Octubre en 1917, contra la Rusia bolchevique, contra la URSS, después y ahora, contra la Rusia capitalista.

Precisamente, de lo que se trata es de mantener a Ucrania fuera de la égida rusa y que sea un obstáculo a la Unión Euroasiática, uno de los objetivos de Rusia desde que comenzó su reemergencia. En en todas las estrategias de seguridad nacional rusas se plantea dar especial atención al fortalecimiento de la Comunidad de Estados independientes (CEI), creada posterior al al derrumbe soviético y que no ha podido fructificar debido a la injerencia estadounidense de la OTAN y de la Unión Europea, tratando de separar a todos los Estados del área post soviética de Rusia.

Durante y después de la Guerra Fría, la Unión soviética, en su momento y Rusia, después, han sido promotoras de convenios o tratados para la la limitación de armamentos nucleares de diferentes tipos.

El primer tratado que se firmó entre la URSS y EUA fue el ABM, sobre misiles antibalísticos que duró desde 1972 hasta el año 2002. EUA salió del mismo por conveniencia propia, ya que estaba interesado en construir escudos antimisiles y el tratado lo prohibía.

A partir de este momento EUA comenzó a producir los misiles que constituirían después las dos primeras posiciones de su escudo antimisil en Alaska y en California, respectivamente. En 2008 Washington previó instalar una tercera posición en Europa que provocó las más airadas protestas de Rusia, por considerar, con razón, que estaba dirigido en su contra.

Independientemente de ello el escudo se instaló por la OTAN en varios países de Europa, argumentando que no estaba dirigido contra Rusia, quien exigió la declaración escrita de esta afirmación, que nunca llegó. La instalación del escudo terminó en 2018 y se refuerza frecuentemente.

En 1972 se firmaron los acuerdos SALT, modificados posteriormente en 1979, pero ocurrió entonces la intervención de la URSS en Afganistán y el Senado norteamericano decidió no ratificarlo.

En 1990 los representantes de la OTAN y del Pacto de Varsovia firmaron el Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa, el cual limita la cantidad de medios y armamento convencional de cada país, en busca de una paridad; en 1999 se adapto el tratado a las nuevas condiciones después de la desaparición de la URSS, pero a medida que la OTAN comenzó a crecer, Rusia se sintió en desventaja, pues sus limitaciones se mantenían estáticas, mientras que la OTAN sumaba el armamento que aportaban los nuevos miembros, hasta que en 2007 decidió salir del mismo.

En 1991 se firmó el tratado de reducción de armas estratégicas START, previo a la desintegración de la URSS, que estuvo vigente hasta noviembre de 2009; durante el gobierno de Barack Obama se firmó un nuevo START, ratificado en 2010 por las partes y también en 2020, mediante el cual se redujo el arsenal atómico en dos terceras partes y está vigente actualmente.

Recientemente, el 21 de febrero de 2023, el presidente ruso Vladimir Putin anunció la suspensión de su participación en este tratado porque la situación actual indica que EUA y la OTAN están preparándose aceleradamente desde el punto de vista nuclear y para Rusia resulta una amenaza.

En 1987 se firmó por Ronald Reagan y M. Gorbachov, el tratado INF, que entró en vigor en 1988 y se mantuvo vigente hasta 2018. Duró 30 años, limitando las fuerzas nucleares de rango o alcance intermedio.

El presidente Trump salió del INF, alegando que Rusia estaba fabricando este tipo de misiles. Esta decisión responde al eslogan de Donald Trump de hacer a EUA grande de nuevo; inmediatamente EUA comenzó a hacer pruebas con misiles de este tipo. Rusia se retiró del tratado un día después que el gobierno estadounidense.

Como puede apreciarse, EUA, en la mayoría de los casos ha salido primero de los tratados, según su conveniencia y por regla, inician las provocaciones a Rusia; los medios masivos generalmente solo reflejan cuando Rusia sale de un tratado o toma las medidas necesarias para defenderse.

Hace más de cuarenta años Estados Unidos tiene almacenadas unas cien bombas nucleares en cinco bases estadounidenses asentadas en la misma cantidad de países europeos (Bélgica, Alemania, Países Bajos, Italia y Turquía). Durante mucho tiempo estos almacenes no estaban declarados: fueron dados a la publicidad por un grupo de científicos, especializados en la energía atómica, quienes denunciaban que EUA tenia armamento nuclear en países no nucleares, violando el Tratado de no Proliferación de armas nucleares (TNP).

Estados Unidos, cuando establece una base militar en el extranjero, hace firmar al país anfitrión un convenio o acuerdo denominado SOFA (Status of Forces Agreement) donde, entre otras cosas, se establece que el territorio que ocupa la base es estadounidense y las faltas o delitos que cometan los soldados no pueden ser enjuiciados por los tribunales del país donde se asienta la base, sino por las autoridades estadounidenses, así como otros asuntos legales. Por tal motivo EUA plantea que las bombas se encuentran en territorio estadounidense y se manipulan por soldados estadounidenses, entonces, técnicamente no se viola el TNP.

A propósito, EUA tiene unas 800 bases militares fuera de sus fronteras, de diferentes tamaños y designaciones. En su último informe al respecto el Departamento de Defensa de EUA declara que tiene, activas, 514 bases: 194 en Alemania (37 %), 121 en Japón (23 %), 83 en Corea del Sur (16 %), el resto, en otros 45 países.  Es significativo que entre Europa y Asia está más del 76% de las bases militares estadounidenses declaradas.

En el otoño de 2022 la OTAN inauguró un ejercicio para pilotos con el objetivo de entrenarlos en la utilización de las bombas nucleares que se almacenan en la base aérea estadounidense donde se realizó la actividad. Fue en la base de Brumsum,  en Bélgica, participaron unos 60 aviones y otros medios, entre ellos bombarderos B-52. El ejercicio se prolongó por dos semanas y se prevé realizar uno similar todos lo años, en una base diferente a la mencionada anteriormente, pero donde se almacenan bombas estadounidenses.

Este ejercicio responde a la decisión del nuevo concepto estratégico de profundizar las medidas de disuasión nuclear hacia Rusia, lo cual constituye una provocación y un peligro evidente para la Federación euroasiática. También, el Reino Unido anunció su decisión de enviar a Ucrania municiones fabricadas con uranio empobrecido, cuando los científicos estadounidenses y británicos han comprobado que el uso de estas municiones provoca cáncer en las personas expuestas a la acción de este tipo de proyectiles y además se contamina la tierra de ese lugar radioactivamente por un tiempo indeterminado.

Esta decisión constituye una violación de los principios del Derecho Internacional Humanitario o Derecho de la Guerra y de las prohibiciones que en él se establecen con respeto al uso de sustancias toxicas.

Rusia alega que instalará  bombas  nucleares en Belarús, en silos construidos por rusos, los artefactos nucleares serán manipulados por rusos, en un territorio donde solo permanecerán rusos, en completo acuerdo con el presidente Lucashenko.

El presidente Putin alega que al igual que EUA, Rusia no viola el TNP; además, alega su derecho a protegerse y a prever su defensa cuando las acciones bélicas que se están desarrollando a su alrededor han presentado una sistemática escalada por la parte de EUA y sus aliados en su contra.

Sin embargo la decisión rusa ha sido ampliamente criticada por los medios occidentales, incluso el alto representante para la seguridad y las relaciones internacionales de la UE, amenaza con proponer más sanciones a Rusia por este motivo. Ellos pueden, los demás, no.

Recientemente la Federación de Rusia (FR) presentó al Consejo  de Seguridad de la ONU (CSONU) una investigación realizada en territorio ucraniano por las Fuerzas Armadas de Rusia y científicos especializados en la materia,  donde se demuestra que EUA y Ucrania tienen laboratorios en el territorio ucraniano, dedicados al desarrollo de armas biológicas, con sustancias que pueden ser rociadas al enemigo desde vehículos especiales, vectores infectados con diversas enfermedades letales, como mosquitos y otros insectos. Además, han detectado algunos de estos carros portadores en el campo de batalla. No obstante, el CSONU no ha dado curso legal a este asunto.

La situacion se ha complicado con el paso del tiempo: los representantes de los países más poderosos, miembros de la OTAN, han enviado armamento de todo tipo al ejército ucraniano, tratando de prolongar la guerra, con el objetivo de debilitar a Rusia y la amenazan con la utilización de armamento nuclear, ubicado cerca de sus fronteras: tensar más la situacion, hasta limites extraordinariamente peligrosos para tratar de negociar con un enemigo debilitado, en condiciones ventajosas.

Pero no se trata de un enemigo cualquiera ni está debilitado y puede, si ve en peligro su estabilidad, utilizar el armamento nuclear táctico, localmente o el estratégico, si el peligro así lo indica.

Esperemos que EUA y sus aliados recapaciten y no continúen tensando más la situación en los frentes de combate porque no siempre el límite está donde se calcula, sino mucho antes.