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Unión Europea: apuntes desde el Sur

noviembre 3, 2021   0

 

Leyla Carrillo

 

 

 

 

Lic Leyla Carrillo Ramírez

leyla@cipi.cu 

La ampliación de la Unión Europea (UE) ha experimentado disímiles etapas, desde la instauración de la Comunidad del Carbón y el Acero, la fundación del  Mercado Común y la Comunidad Económica, hasta aglutinar a los 27 Estados que hoy la conforman. Durante su trayectoria no ha sido sencillo alcanzar la homogeneidad, partiendo de la diversidad histórico-cultural de sus integrantes, lo que incide sobre desigualdades visibles en el desarrollo económico, militar y científico-técnico.

En el contexto de esa diversidad se presentan corrientes diferenciadas, sutiles o definidas, en lo que concierne, por ejemplo: al compromiso beligerante en escenarios extrafronterizos de la UE, la acogida a la migración, las soluciones para mitigar el cambio climático, la aplicación de medidas de rescate económico o la capacidad sanitaria frente a la pandemia. Se evidencian, entre otras, corrientes acorde a las necesidades concretas de cada país y por su ubicación geográfica, que cumple un axioma heredado del siglo XIX: el hombre piensa como vive.

Ello también se traduce en una mentalidad Norte (Alemania, Francia, Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Finlandia), otra adaptable a la primera  (los Estados bálticos y centrales europeos, desgajados del antiguo campo socialista) y la del Sur (Mediterráneo, los Balcanes y su colindancia). El denominado Grupo de Visegrad[i], a su vez, afronta realidades diferenciadas, que en el orden político preocupan a la cúpula comunitaria, aunque no aspavienten sobre fallas  democráticas o violaciones de los derechos humanos, como sucede con Polonia y Hungría.

En tal sentido, la UE ha dinamizado planes para mitigar las amenazas externas (o periféricas), exacerbadas por carencias inocultables en el sur y el este mediterráneos, mediante la Política de Buena Vecindad[ii], el Plan para el Mediterráneo[iii] y sucedáneos, cuyos resultados escapan de su voluntad política, porque la trayectoria socio-económica de los países sureños costeros no puede equipararse con la historia y los ritmos de crecimiento, la implementación de inversiones para el desarrollo y de los del norte, mucho menos, aquellos ubicados al sur y el oeste del Mediterráneo, todos provenientes de un pasado colonial y un presente neocolonial.  

El espectro militar eurocomunitario.

A grandes rasgos, las diferencias entre el centro y la “periferia” europea, soslayada por teóricos de las relaciones internacionales, se perciben actualmente en cuatro dimensiones de la seguridad y defensa del grupo regional: 1) el ritmo y sofisticación productivo y exportador (donde Francia y Alemania descuellan, siendo la primera la única potencia nuclear en la UE). En segundo orden figura Grecia (el tercer país más armado de la UE) y ocupan el siguiente lugar: Italia y España;  2) el aporte presupuestario de su PIB a la Organización del Tratado del Atlántico Norte; 3) el despliegue de misiones intervencionistas en el extranjero, en nombre de la UE o de la OTAN y de las Naciones Unidas y 4) las motivaciones para impulsar el plan franco-germano de una Europa de la Defensa, que intenta alcanzar cierta autonomía del mando estadounidense en la región.[iv]

Recientes reuniones celebradas en el Sur de la UE arrojan sutilezas en los planteamientos sobre los temas señalados. Por ejemplo, las Cumbres mediterráneas (UE-Med) recién celebradas en Atenas y en Málaga, en los meses de septiembre y octubre, así como la reunión de ministros de Justicia e Interior en Luxemburgo, que arrojaron un enfoque particular sobre las acciones a acometer, con políticas específicas sugeridas a la Unión Europea.

En ese marco se reunieron por octava ocasión: Chipre, Croacia, España, Francia (única potencia mundial en el cónclave), Grecia, Italia, Malta, Portugal y Eslovenia, con la finalidad de abordar problemas afrontados por Europa sobre el medio ambiente, el clima, la salud, economía, seguridad y estabilidad, en un intento por remediar las carencias estructurales de la Unión para reforzar la dimensión europea de la defensa y construir una resiliencia colectiva. 

Es oportuno sintetizar enunciados relacionados en los acuerdos de Atenas, con  la finalidad de distinguir particularidades expresadas por los meridionales de la UE:

  • El Mediterráneo tiene una importancia mundial, como cuna histórica de civilizaciones y culturas… Sin ella no hay coexistencia pacífica, ni cooperación entre los pueblos y países, por lo que sus dirigentes deben adoptar iniciativas y acciones concretas, continuando en la búsqueda de nuevas formas de asegurar los puentes entre las dos orillas…
  • Los países del sur de Europa enarbolan como un pilar la estabilidad en la región, que continúa siendo el teatro de numerosas crisis que repercuten sobre todos. Apela a ellos para respetar la soberanía y los derechos soberanos de los Estados miembros de la UE y de sus zonas marítimas, conforme al Derecho Internacional, especialmente el Derecho del Mar, subrayando la delimitación de la plataforma continental y de la zona económica exclusiva, mediante el arreglo pacífico de los diferendos.
  • Renuevan el llamamiento a Turquía para que acepte la invitación de Chipre a desarrollar un diálogo sobre la delimitación de zonas marítimas en torno a sus respectivas costas, especialmente ante la Corte Internacional de Justicia, según declaración del Consejo Europeo y la declaración del 25 de marzo de 2021; absteniéndose de toda provocación o acción unilateral violatoria del Derecho Internacional. (La mención del Tribunal es novedosa respecto al diferendo).
  • Reafirman el apoyo resuelto a una solución completa y viable de la situación chipriota, basada en una federación bicomunitaria y bizonal, caracterizada por la igualdad política, conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, por lo que rechazan como inaceptable la proposición de establecer dos Estados. (Una de las alusiones al conflicto más definitorias de la posición de la UE respecto al conflicto turco-chipriota).
  • El proceso de paz en el Medio Oriente constituye la única vía para hallar una solución negociada, que permita el establecimiento de dos Estados que convivan en paz y seguridad, al interior de fronteras seguras y reconocidas, fundadas en los parámetros acordados en el Derecho Internacional y saludan la reanudación de contactos de alto nivel entre el gobierno de Israel y el de la Autoridad Palestina.(Se distancia de la posición estadounidense).
  • Expresan preocupación sobre un posible rebrote de la violencia en Siria y se pronuncian por reunir todas las condiciones necesarias para el regreso voluntario de los refugiados, con un pronunciamiento inusual para la UE: velar al mismo tiempo sobre la retirada de todas las tropas extranjeras. (Tácitamente debería incluir las tropas estadounidenses y, tal vez, las francesas).
  • Saluda la formación de un nuevo gobierno libanés, presidido por Najib Mikati, que debe acometer rápidamente todas las reformas necesarias. Y aboga por la creación de un marco jurídico para las elecciones en Libia, el cese al fuego, la disposición para la desmovilización, el desarme y la retirada de todos los combatientes, mercenarios y fuerzas extranjeras. (Planteamiento proveniente de la Conferencia sobre Libia efectuada en Münich)
  • Expresa preocupación por la evolución de la situación en Afganistán,  donde la UE debe jugar un  papel importante, en concertación con el conjunto de socios potenciales  y recuerda el firme compromiso de luchar contra el extremismo violento y el terrorismo, profundizando el conocimiento de las causas estructurales y de factores subyacentes. (Enfoque prácticamente ignorado por el resto de los países comunitarios)
  • Apoya a los países de la región del Sahel, cuya situación permanece frágil y persigue tres objetivos en la región: la lucha contra el terrorismo, el reforzamiento de la cooperación militar, con el propósito de acelerar el reforzamiento de las fuerzas armadas en esos países, particularmente gracias a la misión de formación de la UE en Mali, a la misión de acompañamiento de las Task Force Europeas Takuba, el mecanismo de cooperación bilateral y el mantenimiento de las garantías aportadas por las fuerzas internacionales, en primer lugar, la MINUSMA[v]. (Esto indica la probable permanencia en el país y el asentamiento de los europeos en la región, que fueron convocados por Francia al intervenir en Mali)
  • La UE debe hacer progresos significativos para disponer de una capacidad reforzada y reaccionar en el dominio de la seguridad y la defensa, contribuir a la construcción de una cultura estratégica convergente sobre la defensa y la seguridad entre todos los Estados miembros y las instituciones europeas, elaborar una visión europea común coherente con los actuales y futuros desafíos securitarios, lo que reforzará las acciones exteriores y permitirá a Europa consolidar su propia seguridad. (Pronunciamiento que propende a los objetivos franco-germanos).

La política migratoria

La  migración es probablemente  el factor con mayores disensiones en el seno de la UE, señal de ello es la dilación para concertar una posición común, desde que estalló la crisis en 2015. En este contexto los países más desarrollados representan El Dorado[vi] para los desplazados e inmigrantes que arriban desde África, Medio Oriente y Asia. Francia, Alemania, Suecia, Países Bajos y Dinamarca constituyen el destino más anhelado para ellos, lo que unido al incremento de corrientes xenófobas y racistas se manifiesta con la radicalización de medidas fronterizas y una selectividad exacerbada para la acogida a los solicitantes.

Sin embargo, el primer impacto del denominado flujo migratorio corresponde a los países mediterráneos (entre los cuales el único de mayor industrialización es Francia), lo que provoca los reclamos de financiamiento por los países meridionales durante las negociaciones para adoptar una Posición Común. que les permita afrontar la avalancha, en su mayoría en calidad de transmigrantes[vii]. Y a medida en que proliferaron y se extendieron los conflictos o agresiones contra Libia, Siria, Libia, Líbano, Palestina, Yemen, Mali –entre otros- se caotizó la situación en la citada subregión.

Complementa la diversidad de intereses, el asedio a Europa Central y los Balcanes, que ocupan el tercer lugar de arribo, provenientes, tanto del Sur como del Este europeo.

Según su procedencia y lugar de llegada, los países mediterráneos clasifican las corrientes migratorias en:

  • la ruta del Mediterráneo oriental, con la cifra mayor que se traslada hacia Grecia, Chipre y Bulgaria, acrecentada desde el inicio del conflicto en Siria. Un paliativo para esta situación ha sido el “paquete” acordado por la UE con Turquía, pero también reclaman subvenciones los tres países citados, que en el caso griego coincide con las drásticas medidas de rescate impuestas por Alemania y el Banco Central, con resultados muy negativos para la población.   
  • La ruta del Mediterráneo occidental, a partir del arribo irregular terrestre y marítimo, concentrado en los enclaves (bases) de Ceuta y Melilla en el norte africano, provenientes de Argelia, Marruecos y varios países subsaharianos.
  • La ruta del África occidental, con incidencia sobre las Islas Canarias, decuplicada en 2020 y procedentes de Marruecos, Mauritania, Senegal y Gambia, para alcanzar más de la mitad de las llegadas a España por vía marítima.
  • La ruta del Mediterráneo central. Consistente en las llegadas irregulares por mar a Italia y Malta, procedentes del África subsahariana y el Sahel, transitando por Túnez y Libia. Desde 2015 ha sufrido altas y bajas, para incrementarse nuevamente en 2020. En tal sentido, la prolongación del conflicto en Libia ha alentado el desplazamiento de seres humanos, a pesar de los proclamados esfuerzos de la UE por reducirlo.

 

A ese tenor la referida declaración sobre la Cumbre de Atenas planteó que la respuesta a los movimientos migratorios constituye uno de los principales juegos estratégicos internacionales a los cuales la Unión está enfrentada y propugnó un acuerdo constructivo, para reforzar el principio de solidaridad y compartir equitativamente las responsabilidades enunciadas en el artículo 80 del Tratado para el funcionamiento de la UE. Se felicitan de los objetivos del nuevo Pacto concerniente a la dimensión exterior de las migraciones, así como a la necesidad de reforzar las asociaciones y la cooperación con otros países

No obstante, el prolongado debate sobre un nuevo Pacto de Migración y Asilo, solo sugiere una determinación eurocomunitaria para mitigar las diferencias entre los diversos países y dinamizar algunos métodos que estabilicen el flujo, lo que requerirá un posterior estudio.  

La más reciente reunión de la comisión JAI (Asuntos Jurídicos y del Interior), celebrada el 8 de octubre en Luxemburgo repitió una de las facetas que lastran, hasta la fecha, el comportamiento de la UE, respecto a la migración.

En ese contexto, el titular español trasladó al citado cónclave la propuesta sobre migración, acordada con los socios mediterráneos en la cumbre MED5 de Málaga (España, Italia, Grecia, Chipre y Málaga), en el sentido de que “el bloque mediterráneo necesita un nuevo pacto que dé respuestas, sea equilibrado, aporte valor añadido y garantice una gestión eficaz, basada en la responsabilidad compartida y la solidaridad efectiva”, insistiendo en la responsabilidad de los países de primera entrada (el sur comunitario).

El énfasis de los ministros sobre “el reforzamiento de las capacidades de las fuerzas de seguridad de los países de origen y tránsito, con el objetivo prioritario de prevenir las salidas de la inmigración irregular” anticipa que el Nuevo Pacto poco aportará a la solución de las causas raigales que provocan la masividad migratoria hacia la UE (reducida en un 90% durante 2020) y que el proclamado empeño por establecer una política europea de migración eficaz, humanitaria y segura, repetirá las fórmulas conocidas.

El cambio climático

Debido a su vulnerabilidad y a la frecuencia de desastres ecológicos, fundamentalmente los prolongados incendios forestales y sequías, el bloque regional mantiene una posición de avanzada en las propuestas para mitigar los efectos del cambio climático, suscribe los acuerdos de París (COP-23), presenta iniciativas ante la ONU, mientras que países  como Polonia, Letonia y Lituania plantean posiciones diferenciadas, frente a los altamente desarrollados en la producción y uso de la energía alternativa como Alemania o España; con aplicación extensiva de la energía nuclear (Francia); petrolera y gasífera (Italia, Alemania y Países Bajos); o carbonífera, como Polonia, que también afrontan necesidades diferenciadas para acometer la propuesta de la UE hacia 2030.

En tanto, una cumbre paralela, también celebrada en Atenas, se focalizó sobre el medio ambiente, reafirmando el compromiso de cumplir el Acuerdo de París para prevenir la neutralidad climática hasta 2050, reducir las emisiones de gas al menos del 55% hasta 2030, en comparación con 1990.

Igualmente subrayó la vulnerabilidad que continuará agravándose, debido a los efectos del cambio climático en la región, con resultados para la pérdida de calidad de vida; adoptar un compromiso para la protección del patrimonio cultural y natural del Mediterráneo; alinear el flujo de inversiones públicas y privadas para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero; activar la comunicación internacional sobre la vulnerabilidad específica de la región mediterránea al clima, subrayando la importancia del vínculo entre espacios marítimos y clima; los efectos del cambio climático sobre la reducción de fuentes de alimentación; el enrarecimiento del agua y la pérdida y la degradación del hábitat constituyen una desventaja agravada por los efectos del cambio climático, amenazan la zona como riesgo único que constituye la región mediterránea en términos de biodiversidad y endemismo marinos y constatan los efectos nefastos de los incendios de los busques sobre la biodiversidad y los ecosistemas de la región mediterránea, que amenazan las especies, modifican las características hidrológicas, y geomorfológicas de reservas, acentuando la degradación de la tierra y una grave erosión de los suelos.

 

Referencias bibliográficas:

Réseau Voltaire. Declaración de Atenas sobre el cambio climático y el medio ambiente en el Mediterráneo. Atenas, Grecia. 17 de septiembre de 2021.https://www.voltairenet.org/article214152.html

Unión Europea. JAI. Ministros del interior. Grande-Marlaska traslada a la UE la propuesta sobre migración, acordada con los socios mediterráneos en la cumbre MED5 de Málaga. Luxemburgo, 8 de octubre 2021. http://www.interior.gob.es/prensa/noticias/-/asset_publisher/GHU8Ap6ztgsg/content/id/13984193

https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/IP_21_4905

 


[i] Grupo de Visegrad: fundado en 1991. Integrado por Eslovaquia, Polonia, Hungría y República Checa.

[ii] Política de Vecindad. Impulsada por la UE en 2003, como estrategia comunitaria para promover las relaciones con: Argelia, Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Egipto, Georgia, Israel, Jordania, Líbano, Libia, Moldavia, Marruecos, Palestina, Siria, Túnez y Ucrania.

[iii] Plan o agenda para el Mediterráneo. Proyecto creado por la UE para promover las relaciones desde el sur europeo con el norte africano, mediante la potenciación del desarrollo humano, buena gobernanza y Estado de derecho, resiliencia, prosperidad y transición digital, paz, seguridad, migración y movilidad, técnicas ecológicas, enfrentamiento al cambio climático, energía y medio ambiente, renovado en 2010.

[iv] Promovido por Francia, durante la presidencia de Charles de Gaulle.

[v] MINUSMA: Misión para la restauración de la paz y lucha contra el terrorismo en Mali, promovida por Francia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, posterior a su intervención en el país, en 2011.

[vi] El Dorado: sueño idílico de quienes buscaban enriquecerse en el oeste americano.

[vii] Transmigrantes: quienes utilizan el paso por un país o región, con la finalidad de trasladarse hacia su verdadera intención de acogida y residencia.


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