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Asia

China – Rusia – República Popular Democrática de Corea (RPDC) y la conformación de un eje estratégico – confrontativo

noviembre 7, 2023   0

Crédito: Wikipedia Commons

INTRODUCCIÓN

Occidente y sobre todo EE.UU., se muestran muy recelosos sobre lo que ya puede ser calificado como la conformación y consolidación de un eje triangular entre la República Popular China (RPCh), la Federación de Rusia (FR) y la República Popular Democrática de Corea (RPDC), donde se aprecia el fortalecimiento de una asociación estratégica cada vez más sólida e integral en el nuevo statu quo de seguridad establecido en el Este de Asia y a escala global.

En buena parte de la Era Soviética y del liderazgo de Mao Zedong, la relación entre Moscú y Beijing estuvo signada por diferencias conceptuales principalmente por el modo de concebir la construcción socialista—, la desconfianza recíproca e, incluso, hasta llegar a enfrentamientos armados. En la actualidad la RPCh y la FRexhiben una sólida alianza estratégica, enfrentando los desafíos sistémicos que impone el hegemonismo estadounidense.

Entre tanto, la RPDC, otrora balanceándose entre la ex URSS y la RPCh, al día de hoy observamos posiciones coincidentes en términos geopolíticos y geoestratégicos. Todo está indicando, que se está en presencia de un triángulo que, en las actuales circunstancias, mantienen una relación cómoda y compatible.

FACTORES CONDICIONANTES

¿Por qué precisamente en este momento se está configurando y consolidando el eje estratégico y cuáles son sus condicionantes?

Sin duda, en la alianza triangular Japón-República de Corea-Estados Unidos (llamada con el acrónimo JAROKUS, según sus siglas en ingles), lo más trascendente es su profundización y redimensionamiento. Varios acontecimientos ilustran esta afirmación:

  1. El despliegue de estrategia Indo-Pacífico por parte de la Administración Biden que fue percibido por Beijing y Moscú como expresión de una nueva estrategia de contención tipo Guerra Fría. La RPDC, con el conflicto de Estrecho de Taiwán, se ubicó, en primera instancia del lado de China, y posteriormente, con la acciones y reacciones del Kremlin frente a Ucrania y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de parte de Rusia, apoyando a esta última irrestrictamente.
  • Después de años de álgidas discordias, a principios de 2023, Seúl y Tokio “normalizaron” sus relaciones. Aunque la justificación del alineamiento fue contrarrestar el desafío —realmente existente— de la armamentización de la RPDC, la situación generó preocupación sobre si la asociación constituya una plataforma que potencialmente podría usarse contra Beijing en el futuro próximo. Los reiterados ejercicios militares conjuntos entre EE.UU. y sus dos aliados del noreste de Asia fortalecieron esta percepción, y asimismo los nexos ascendentes de Seúl y Tokio con la OTAN acentuaron esta idea. Vale añadir que el creciente poder militar de Japón dio una señal explícita de la dinámica cambiante en la geopolítica del Nordeste de Asia. En este momento está claro que EE.UU. y sus aliados ya han formado un amplio consenso sobre las amenazas que emana del eje RPCh-FR-RPDC.
  • Más recientemente, la consolidación de asociación trilateral JAROKUS, anunciadaen agosto pasado en Camp David, cuando los presidentes Joe Biden y Yoon Suk Yeol, por EE.UU. y surcorea, y el primer ministro de Japón, Kishida Fumio, llevaron a cabo una cumbre trilateral, se despejó cualquier duda acerca de la vigorizaciónde la alianza. Allí acordaron establecer una cooperación estable en términos de seguridad frente a los desafíos que para ellos representan el acelerado desarrollo de misiles y armas nucleares de la RPDC y la influencia de China en el Este de Asia; el establecimiento de líneas directas para compartir información de inteligencia; y establecer la denominada clausula de “obligación de consulta” bajo el principio de que un ataque, venga de donde venga,será considerado una amenaza para todos por igual. Los tres gobernantes coincidieron en su intención conjunta de contrarrestar a la RPDC y algo sin precedentes, condenaron fuertemente el accionar de Beijing en el Mar de China Meridional. Se presenció que los compromisos establecidos, institucionalizaronuna coalición trilateral, ilustrándose que están yendo más allá de la mera preocupación mutua sobre Pyongyangy Beijing para incluir intereses convergentes en una variedad de cuestiones de seguridad regional integral, incluido el apoyo a Ucraniay el desarrollo de una agenda concreta en sectores como la economía, la cibernética, la inteligencia y la seguridad. Después de la cumbre trilateral, Beijing y Moscú se abrazaron con más fuerza a Pyongyang, intensificándose la conformación del eje.

Concisamente:

  1. Moscú y Beijing, ya habían profundizado su cooperación estratégica frente a las acciones unilaterales, la hegemonía y la actitud confrontacional de EE.UU.
  • Pyongyang, por su parte, es aceptada y se suma al dúo con el tácito interés de fortalecer su seguridad y mantener el apoyo político-diplomático de ambas potencias en sus respectivas bilateralidades y en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
  • Fueron efectivas las acciones de Washington en la reparación de las relaciones nipo-surcoreanas, cuyos conflictos bilaterales introdujeron elementos perniciosos quefracturaban la alianza.

La influencia combinada de estos factores sirvió de catalizador para que Beijing, Moscú y Pyongyang vigorizaran sus interacciones y avanzaran en la conformación de una respuesta común.

No obstante, es oportuno acotar que la recomposición de las relaciones nipo-surcoreanas, lograda por la fuerte influencia de la Administración Biden que utilizó intencionadamente las actuales circunstancias de seguridad, podría ser efímera, ya que depende de la vocación pro estadounidense de partido político que abstente el poder en Surcorea y Japón, así como del enfoque que adopte sobre sus históricas desavenencias, algo que no es previsible que se resuelvan en el corto plazo. Además, ambos países tienen fuertes vínculos económicos con China, cada vez más asertiva e influyente, y ese es un factor que, en determinada medida, atempera las respectivas conductas frente a Beijing.

VISIÓN ESTRATÉGICA SINO-RUSA

Desde que, en junio de 2016 el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo chino Xi Jinping, discutieron en Beijing la implementación de una asociación estratégica, hasta ahora gran parte de sus esfuerzos en esa dirección se han ampliado notablemente con medidas encaminadas a promover la cooperación bilateral en cuestiones, no solo económicas, también de seguridad.

En los últimos años, un tema recurrente en el acercamiento entre China y Rusia ha sido la necesidad de contrarrestar un orden global unipolar centrado en los EE.UU. Específicamente, han declarado que buscan una mayor adhesión a las normas y reglas internacionales en lugar de que Washington tome acciones unilaterales acorde con sus intereses de política exterior y seguridad nacional. Como se aprecia es una visión global alternativa.

Es recurrente que las dos partes emitan declaraciones coincidentes sobre la estabilidad estratégica global, la adhesión a las normas internacionales dentro del marco de la Carta de las Naciones Unidas y lamentan el redimensionamiento militarista y las interferencias estadounidenses en los asuntos regionales en el Este de Asia que perturban la estabilidad y perjudican los intereses de Beijing y Moscú.

La alianza estratégica sino-rusa ha adquirido dimensiones crecientes, mostrándose apoyo reciproco en los conflictos en que están involucrados, un comercio creciente, incluido el hidrocarburo, intercambiando tecnologías civiles y militares y una estrecha coordinación en el ámbito multilateral.

UNA MIRADA DESDE PYONGYANG

China es el principal socio comercial de la RPDC y su peso económico constituye una prioridad en el cálculo estratégico del liderazgo de esta última. Simultáneamente, Rusia busca ampliar su influencia de cara al Pacífico y, consecuentemente, la RPDC se encuentra en un punto geopolíticamente ideal, aprovechando esta circunstancia para obtener beneficios en el sentido amplio de la palabra: aumentar su visibilidad, intentar romper su aislamiento diplomático y formar parte de un frente común contra Washington, asociándose con los dos poderes colindantes.

A medida que han ido aumentando las tensiones militares de EE.UU. con la China, Rusiay RPDC; Pyongyang, mediante agudas críticas a la política de Washington, ha apoyado palmariamente Beijing en su confrontación con Washington en el sensible asunto de Taiwán y su renovada intención a largo plazo para aislar a China en la región. Mientras, expresa incondicionalmente su apoyo a la operación militar especial de Rusia en Ucrania.

El veto de China y Rusia a los intentos de aprobar nuevas sanciones contra la RPDC, la relativización en el cumplimiento de las medidas punitivas incluidas en las resoluciones del Consejo de Seguridad, el cuestionamiento de las sanciones unilaterales que impone EE.UU., la UE y otros, así como sus respectivas asistencias económicas que le conceden, han servido como fuerza impulsora para que Pyongyang continúe avanzando en su política “byeongjin” de desarrollo simultáneo de sus planes de desarrollo económico y misilístico-nuclear.

Sin dudas, mientras las relaciones sino-rusas sean saludables, el apoyo de ambas potencias resguardará la seguridad integral de la RPDC. Como se ha visto en el pasado más reciente, este apoyo le ha permitido continuar con el mejoramiento paulatino de su situación socioeconómica y realizar, libre y frecuentemente, sus pruebas de misiles.

A China le sobran motivos para ofrecerle ayuda incondicional a la RPDC. Podría decirse que Pyongyang recibe de Beijing una suerte de “ingreso fundamental” que contribuye a su supervivencia. Entre tanto, Rusia, que no asiste económicamente en los niveles que lo hace China, sí realiza esporádicos donativos de alimentos, sobre todo de trigo y apoya a la RPDC en el escenario internacional. Por lo tanto, Moscú, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, seguirá usando su derecho de veto a las propuestas de resoluciones de sanciones contra la Pyongyang y si se cumplen los consensos alcanzados entre Vladimir Putin y Kim Jong Un, en la más reciente cumbre de Vostochny, Rusia, deberán incrementarse los nexos bilaterales en comercio inversiones, transporte, construcción, agricultura, recursos naturales, ciencia y tecnología, y obviamente en los sectores aeroespacial y de defensa.

A pesar de que la posición oficial de Beijing y Moscú sea contraria a la posesión de armas nucleares por parte de Pyongyang, ambas reconocen que constituye un elemento disuasivo fiable contra un posible ataque estadounidense contra la RPDC. La supervivencia de la RPDC, lograda por su desarrollo misilístico-nuclear, es de sumamente conveniente para China y Rusia, pues le sirve de “zona de amortiguamiento” contra la extensión de la presenciade EE.UU. en la península coreana.

Como colofón del establecimiento del eje, Rusia ha propuesto realizar ejercicios navales de las tres partes en el Indo-Pacífico, lo que podría formalizar la alianza militar frente a las amenazas a su seguridad colectiva frente a EE.UU. y sus aliados, lo cual representa un poderoso disuasivo. En su reunión con Kim Jong Un, en julio pasado, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, hizo tal ofrecimiento y el embajador de la Federación de Rusia en la RPDC, Alexander Matsegora, dijo a los medios rusos que parece ser apropiado incluir al Ejército Popular de Corea en unos ejercicios militares conjuntos con fuerzas chinas y rusas. Con certeza la propuesta está motivada por la alianza de defensa trilateral recientemente formalizada entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur y representa una respuesta a los continuos ejercicios militares liderados por EE.UU.

No es de conocimiento público si China dio su anuencia a la propuesta. Tampoco hemos identificado pronunciamientos de que la RPDC haya aceptado participar. En nuestra opinión, aunque fue una invitación unilateral de Moscú, existen dudas de que no se haya concertado previamente con Beijing. Es de suponer que los ejercicios navales conjuntos se volvieran a abordar en las conversaciones entre Kim Jong Un y Vladimir Putin en el centro espacial Vostochny y más recientemente entre este último y Xi Jinping, en Beijing. De efectuarse los ejercicios, el Ejército Popular de Corea se beneficiaría al unir sus fuerzas navales con las de dos ejércitos que han logrado modernizaciones comparativamente superiores.

Los pronunciamientos más recientes confirman que las relaciones entre China y la RPDC entraron en una nueva era, teniendo lo estratégico como calificativo común. Beijing está dispuesto a otorgar a Pyongyang un apoyo inquebrantable, mientras mantienen una comunicación estrecha en diversas formas y quiere trabajar con la RPDC para fortalecer la comunicación estratégica y profundizar la cooperación práctica.[1] Asimismo, entre Rusia y la RPDC han alcanzado un “nuevo nivel estratégico”.[2]

A MANERA DE CONCLUSIONES

En esta nueva etapa de la seguridad regional y global, observamos una gran desconfianza en Occidente sobre la formación del eje tripartito RPCh-FR-RPDC. Esta coalición estratégico-confrontativa han llevado a EE.UU. y sus aliados de primer orden en el Indo-Pacífico: Corea del Sur y Japón, a fortalecer su alineamiento estratégico, aumentar sus capacidades militares y profundizar su cooperación en términos de seguridad y acercarse diplomáticamente más entre sí, debido a los desafíos de seguridad cada vez más severos y complejos que el eje representa.

El sistema de seguridad regional y global actual ya se ha dividido en dos bandos: de un lado, los que pretenden perpetuar el statu quo, liderado por EE.UU. y otros actores que están actuando para modificarlo. Todo sugiere que el eje triangular estratégico emergió y se consolida con la orientación de contrarrestar la influencia de EE.UU. en la región y promover un sistema internacional multipolar. Puede afirmarse que estamos en presencia de lo que podría llamarse “disuasión mutua asegurada”.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Chad de Guzman (2023). Why China, Russia and North Korea joining fprces in the Indo-Pacific Isn´t a prelude to war. Disponible en: https://time.com/6310786/china-russia-north-korea-indo-pacific-alliance/.

Bruce W. Bennett (2023). North Korea, Russia and China the developing trilateral Imperialist partnership. Disponible en: https://www.rand.org/blog/2023/09/north-korea-russia-and-china-the-developing-trilateral.html.

Sangsoo Lee (2022). North Korea is joining China and Russia in confronting the US. Disponible en: https://isdp.se/publication/north-korea-is-joining-china-and-russia-in-confronting-the-us/.

The Editorial Board (2023). Disponible en https://www.bloomberg.com/opinion/articles/2023-09-2/russia-north-korea-arms-deal-is-headache-for-both-china-and-us.

Alexandra Sharp (2023d). north Korea strengthens ties with Russia, China. Disponible en: https://foreignpolicy.com/2023/07/28/north-korea-russia-china-missile-defense-cooperation/.

Anthony V. Rinna (2016). China and Russia, AND North Korea-problem. Disponible en: https://www.eastasiaforum.org/2016/07/16/china-and-russias-north-korea-problem/.

Baltasar Daza y Associated Press. (2023). Nuevo Eje Rusia busca sumar a Corea del Norte a sus ejercicios militares con China. Disponible en: https://www.latercera.com/tendencias/noticia/nuevo-eje-rusia-busca-sumar-a-corea-del-norte-a-sus-ejercicios-militares-con-china/BJ3YJFKYGBGBREAGUEM277D2NI/. Tom O´Connor. (2021) China, Rusia Corea del Norte e Irán forman alianza en Naciones Unidas con EU. Disponible en: https://newsweekespanol.com/2021/03/china-rusia-corea-norte-iran-alianza-nu-eu/


[1]Mensaje de Xi Jinping por el 75 aniversario de la independencia, 9 de septiembre de 2023.

[2]Lavrov 18 de octubre de 2023.


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