Mujeres, cubanas y diplomáticas. Contribución en el manejo y resolución de conflictos desde experiencias de las Embajadoras Isabel Allende Karam y Josefina Vidal Ferreiro
El proceso de empoderamiento de la mujer en Cuba está estrechamente relacionado con el triunfo revolucionario de 1959, debido a las políticas que promovió el Estado encaminadas a lograr una mayor presencia de las féminas en la vida nacional, incluidas las relaciones exteriores. Entre esos logros figuran, por solo mencionar algunos ejemplos: igual salario por igual trabajo, algo que está normado a nivel constitucional, su representación y participación en el Parlamento de la nación y su presencia en los sectores profesionales y en altos cargos de dirección.
La diplomacia revolucionaria está vinculada con la preservación de los principios del derecho internacional, con la defensa de la Patria y del pueblo cubano y con el compromiso que esta tiene con los más desfavorecidos. Es por ello que en su ejercicio resulta esencial comprender la simbiosis que se produce entre la labor diplomática y la esfera pública y científica, con el objetivo de una mayor contribución para apoyar a que una sociedad sea cada vez más sostenible y resistente. De ahí la importancia de la colaboración cubana por ejemplo en materia de salud y el desarrollo de los recursos humanos y la educación, la capacitación de las mujeres y los jóvenes, pilares esenciales para fomentar la paz y estabilidad. Por lo tanto, la diplomacia cubana debe entenderse en un sentido amplio y así también la labor de la mujer cubana en materia de política exterior, la cual puede estar en el ejercicio de la diplomacia desde una embajada, pero también con una bata blanca en un hospital de campaña: ambas contribuyendo juntas a la paz, la prevención de conflictos y la resiliencia.
Existen muchos ejemplos de mujeres diplomáticas cubanas. La contribución de todas es reseñable, muestra de desafío, valentía y entrega. Para tener una idea, según estadísticas del MINREX al cierre del 2020 las Mujeres representaban el 33,6 % del total de cuadros en ambos servicios (en Servicio Interno, un 32,4%; y en Servicio Externo, el 34,1%). En el caso del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa” (ISRI), las mujeres también han tenido una representación destacada en las matrículas y en el número de egresadas. Ambas instituciones dan crédito del significativo espacio de la mujer en la diplomacia en Cuba.
Entre las muchas experiencias que pudieran citarse, dos de las relativamente recientes que merecen mención especial en lo que respecta a la contribución de las mujeres diplomáticas en el manejo y resolución de conflictos son los casos de las Embajadoras Isabel Allende Karam y Josefina Vidal Ferreiro. Pertenecientes a dos generaciones distintas, ambas Embajadoras han estado entre los principales protagonistas de complejos procesos en el quehacer diplomático cubano.
La Embajadora Isabel Allende Karam, en 1963 comenzó su desempeño en el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde ocupó diversos cargos que van desde traductora, Viceministra (siendo la primera mujer en el MINREX en ostentar este cargo), Ministra Consejera en la Unión Soviética (1986-1988), Embajadora en Polonia (1988 a 1991), Embajadora en España (1999-2004) y Rectora del ISRI durante 14 años consecutivos, institución donde hace a penas dos años se jubiló a los 75 años de edad.
Si se analizan los períodos en que se desempeñó como Embajadora en Polonia y en España se comprenderá las complejidades que tuvo que enfrentar en ambos períodos cruciales para las relaciones internacionales de Cuba. Su primer puesto como jefa de misión lo desempeñó en Polonia, los cuatro difíciles años en los que transcurrió el desmontaje del socialismo; aunque ya desde su paso por la Unión Soviética pudo percibir como se iba desmoronando poco a poco el campo socialista.
«Aprendí mucho en esa etapa. Venía de la perestroika soviética y Polonia era otra cosa, las circunstancias eran muy distintas de lo que estaba pasando en la URSS. No por gusto fue el primer país donde triunfó Solidarność (Solidaridad). Fui testigo de cómo se fue entregando el poder. Pasé momentos extraordinariamente difíciles. Cometí indisciplinas, porque un embajador, para presentar una nota de protesta, debe consultar siempre al Gobierno y yo no lo hice. Se comenzaron a hacer actos muy feos contra Cuba (…), salieron muchos artículos envenenados en periódicos…”
Cubaminrex (2019)
Los desafíos que tuvo que enfrentar entonces iban desde desmontar una intensa campaña de difamación contra Cuba, hasta constatar como de un día para otro aunque no acabó la historia se confundieron los términos y cambiaron los discursos.
“Llegué a quedarme sola en una recepción, me dejaban sola porque apestaba a comunismo, tuve que oír cosas muy negativas de mi país (…) Un periódico publicó algo que decía así: ‘Los acontecimientos en Polonia duraron 10 meses, en Hungría 10 semanas, en Rumanía 10 días, en Checolosvaquia, 10 minutos. ¿Cuánto durarán en Cuba? ¿Diez segundos?’. En ese momento, me dominó la cólera, porque me dolió muchísimo, pero después me alegré de que hubieran publicado eso. Hoy puedo decir que han sido los 10 segundos más largos de la historia. Todavía estamos aquí”.
Cubaminrex (2019)
Pero los desafíos no terminarían. A España llegó en 1999 y permaneció allí hasta 2004. Estos años coincidieron con el período de mayor hostilidad contra Cuba protagonizado por el gobierno encabezado por José María Aznar, cuya influencia se vertió al resto de la Unión Europea. Las relaciones entre Cuba y la UE han atravesado diversos momentos, sin embargo, en el contexto comunitario, España ha sido el país con mayor interés en fomentar un proceso de negociación con la parte cubana. Las históricas relaciones hispano-cubanas han propiciado un ambiente sociocultural favorable para el desarrollo de proyectos conjuntos. La llegada al gobierno español de José María Aznar provocó un cambio total en la proyección española hacia la Isla. En este contexto tuvo lugar la ruptura de la cooperación y el cierre crediticio. Fue así que se adoptó la conocida Posición Común hacia Cuba por el Consejo Europeo.
Fueron años complejos tanto para las relaciones entre Madrid y La Habana, como para las de la UE con Cuba. La alianza incondicional de Azar con Estados Unidos resultó un factor sumamente adverso. Promovió la Posición Común, que codificó la política hacia Cuba al estilo de la Ley Helms-Burton con el bloqueo, promovió las sanciones diplomáticas del 2003 que endurecieron las condiciones establecidas por la Posición Común. De manera que se promovió el paso de una política de condicionalidad positiva, de compromiso constructivo condicionado, a una condicionalidad negativa, de sanciones, que dotó a la UE de un instrumento adicional de presión e interrumpió el diálogo político que había sido reanudado. (Perera, 2017).
“Los años en España fueron inolvidables y muy complicados. Fue un reto que me hizo crecer como persona y como diplomática. Efectivamente, tuvimos el gran reto de enfrentar un Gobierno hostil, proestadounidense. Creían que, después de Estados Unidos, quienes debían gobernar América Latina eran ellos. Un Gobierno ideológicamente contrario a las ideas de la Revolución. Eso hizo que fuera muy difícil mantener una relación con él. A la vez, el trabajo se simplificó tanto que nos permitió salir de lo habitual, comprender mejor que el embajador se acredita en el país, no solo en la capital. Por tanto, comenzamos a andar el país, a trabajar pueblo a pueblo. España es diversa, hay multiplicidad de autonomías, con sus diferentes factores históricos, y en cada uno de esos lugares hay un sentimiento especial hacia Cuba. En esos años difíciles nos centramos en trabajar con la solidaridad (…)”
Cubaminrex (2019)
A la pregunta ¿Para la mujer es más fácil la carrera diplomática?, la Embajadora respondió:
“La mujer sí encuentra más trabas, porque todavía hay un marcado comportamiento machista, aun en las sociedades que aseguran lo han eliminado. La mentalidad todavía incide. Influye tanto que, cuando un hombre es embajador y va a una cena con su cónyuge, a ella la sientan en el lugar que le toca, como esposa del embajador. Cuando una mujer es embajadora, a su cónyuge lo sientan en el lugar que le toca de acuerdo con su rango diplomático. Eso es un síntoma de machismo. Cuando estaba en Polonia, a mí nunca me decían ‘señora embajadora’, sino ‘señora embajador’. Aunque Polonia tenía muchas mujeres diplomáticas, jefas de misión, consideraban como embajadoras solo a las esposas de los embajadores. En Cuba, donde la Revolución abogó, desde el primer momento, por la eliminación del machismo, por la igualdad de la mujer, también ha sido difícil romper esa mentalidad. Durante mucho tiempo, eso se evidenció en que si nombraban a un funcionario para trabajar en el servicio exterior, inmediatamente el centro de trabajo de su esposa la liberaba; pero nombraban a una mujer y el centro de trabajo de su esposo decía que no. Hoy tenemos un paso de avance tremendo, embajadores han aceptado alternar con sus esposas y que ellas también puedan ser las embajadoras. La mujer está perfectamente capacitada para enfrentarse a este trabajo. Y en algunos casos, la mujer tiene determinadas sensibilidades que le facilitan entrar en lugares a los que a un hombre le cuesta más trabajo acceder”.
Cubaminrex (2019)
Otra destacada mujer diplomática cubana es la Embajadora Josefina Vidal Ferreiro. En la década de 1990 se desempeñó como analista en la embajada cubana en París. Entre 1999 y 2003 fue primera secretaria en la Sección de Intereses de Cuba en Washington. Desde ese cargo participó en negociaciones relacionadas con migración y el servicio de correo directo, entre otros. Lideró la división de América del Norte del Ministerio de Relaciones Exteriores. En 2018, la gobernadora general de Canadá, Julie Payette, recibió en audiencia solemne a Josefina Vidal, quien le presentó las cartas credenciales como embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de Cuba en ese país, misión que desempeña desde entonces. (Ecured). Recientemente fue nombrada Viceministra del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El 17 de diciembre de 2014 cambió la historia de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos al anunciarse por los presidentes de ambos países el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y el inicio de un largo y complejo proceso de normalización de relaciones. Cumpliendo el anuncio de ambos presidentes, fue celebrado en Cuba el 22 de enero de 2015 el encuentro dedicado al proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas, la delegación cubana estuvo presidida por Josefina Vidal, quien también encabezó la delegación cubana que asistió a la segunda Ronda de conversaciones Cuba-Estados Unidos, celebradas el 27 de febrero de 2015, en el Salón George C. Marshall Center, del Departamento de Estado en Washington.
Sin lugar a dudas, el largo y complejo proceso hacia la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos ha sido uno de los grandes retos que ha confrontado la política exterior cubana. Resulta fundamental tener en cuenta las condiciones en que se dio el inicio del cambio en la política de Washington hacia La Habana a finales del segundo gobierno del Presidente Barack Obama, a partir de una serie de procesos históricos que confluyeron en el tiempo y determinaron el inicio de una etapa en la historia de las relaciones bilaterales que se presentó como cualitativamente distinta.
“Se trató de transformaciones al interior del voto cubanoamericano, en la visión desde la comunidad de negocios de los cambios en el modelo económico cubano, el rechazo unánime en la comunidad latinoamericana y caribeña a la política de bloqueo contra Cuba y, finalmente, la percepción desde el Ejecutivo estadounidense sobre el fracaso de esa política y la comprensión de que debía modificarse para alcanzar los objetivos estratégicos respecto a Cuba y a la región. La isla caribeña por su parte asumió el reto de avanzar hacia el restablecimiento de las relaciones diplomáticas aún con temas de primer orden pendientes por resolver en la agenda bilateral”.
Cabañas (2020)
Este propio hecho, así como las condiciones en que se gestó, significaron que no se tratara de un diálogo exento de confrontaciones, pero, si bien ello no implicó apoyo al gobierno cubano o un cambio en la esencia de las aspiraciones del gobierno de EUA respecto a Cuba, sí constituyó una perspectiva diferente sobre la política de Estados Unidos hacia Cuba, y por tanto el fomento de un nuevo esquema de relacionamiento y comunicación.
Es destacable que durante el intenso proceso de negociaciones en el marco de las relaciones entre ambos países un significativos número de diplomáticos y diplomáticas, así como académicos, científicos y representantes de otras áreas hicieron importantes aportes en ese particular; sin embargo haber liderado de alguna manera ese proceso hizo que Josefina Vidal fuera identificada por la prensa internacional como “la cara cubana del deshielo” (EFE, 2018), o en relación con el rol compartido con la contraparte estadounidense, Roberta Jacobson, como “las dos mujeres que están rompiendo el hielo” (BBC, 2015).
En entrevista concedida por la embajadora Josefina Vidal al canal libanés AlMayadeen (2016), y transcrita por Cubadebate (2016), a la pregunta: ¿Qué dificultades ha tenido por ser mujer?, la titular respondió:
“Eso se debe a la Revolución cubana, que desde que triunfó en 1959 se propuso la igualdad de géneros y la igualdad de oportunidades para las mujeres. Lo primero que hizo la Revolución cubana para contribuir a este esfuerzo fue una gran campaña de alfabetización, un gran programa que permitió el acceso al estudio y al trabajo, y facilitó que las mujeres pudieran ejercer profesiones en igualdad de condiciones que los hombres. A lo largo de los años los resultados se han visto, más del 60% de la fuerza profesional, de las científicas cubanas, de los médicos cubanos son mujeres. Le voy a ser sincera: nunca he percibido que en Cuba se me trata diferente por ser mujer. Creo que en Cuba se respeta a las personas, por lo que logren en la vida. Da lo mismo si usted es un hombre o si es una mujer; si usted se esfuerza, si usted trabaja, si usted se prepara, si usted estudia, usted tendrá la forma de realizarse en la vida. La vida me ubicó en este lugar. No me lo propuse, realmente. Me gustó la carrera diplomática siempre. Quería ser diplomática, cuando terminé la enseñanza preuniversitaria, era lo que yo quería estudiar. Aprendí el idioma inglés y me especialicé en Estados Unidos, y una cosa vino detrás de la otra. Es el resultado de una vida profesional. Llevo 25 años dedicada a este tema y esa vida profesional me puso aquí, en este preciso momento, en el momento en que se dio la gran decisión de abrir un proceso de negociaciones con Estados Unidos. Cuando eso sucedió, estaba yo, pero podría haber sido un hombre, cualquiera de los que me antecedieron en mi cargo. Lo que hice en representación de mi gobierno y cumpliendo con las directivas de mi gobierno, fue tratar de hacer lo mejor posible para representar los intereses de Cuba en este complejo proceso».
Cubadebate (2016)
En el 2016, en el contexto del XXXIV Congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), esta institución le concedió a Josefina Vidal Ferreiro, el Premio que otorga la organización, por su contribución al nuevo escenario de las relaciones entre Cuba y EE.UU. Al recibir el reconocimiento dijo hacerlo extensivo al pueblo cubano y a los líderes de la Revolución que han sabido conducir, con inteligencia y de una manera certera, el proceso de diálogos con el país norteño. Josefina Vidal recordó a la generación de diplomáticos que le antecedieron y trabajaron incesantemente por un entendimiento entre los dos países. (Legañoa, 2016).
De manera general, tanto el proceso hacia la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, reflejado sus resultados, entre otras cuestiones en los 23 Instrumentos bilaterales adoptados entre ambos países, después del 17 de diciembre de 2014; así como, por otra parte, el avance en las relaciones entre Cuba y la UE, hoy evidenciadas en el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Unión Europea y Cuba, son hechos que llevan de alguna manera las huellas de la labor diplomática de estas mujeres. Se trata de experiencias que a pesar de sus diversas naturalezas, contextos y alcances han validado la pertinencia de un modelo de relacionamiento distinto, basado en campos de interés común o compartido. Pese a los encuentros y desencuentros que han caracterizado la historia entre estos actores, hoy puede decirse que ha sido posible abrir canales comunicacionales oportunos, que propicien la cooperación y el entendimiento, a partir de lo cual establecer bases de respeto y comprensión necesarias para promover y construir la relación.
A pesar de las adversidades, los espacios comunicacionales fomentados durante años, en diversos contextos, han jugado un rol fundamental. El aprovechamiento y desarrollo de los mismos se basa en la potenciación de esferas de interés común, como pueden ser la cultura, la historia, la emigración, la academia, la ciencia, el medio ambiente, la educación o la salud, los cuales a partir de un interés compartido, demandaron esfuerzos conjuntos y cierto grado de cooperación y empatía, lo cual muchas veces trasciende, media, sienta un precedente y condiciona el diálogo político que caracteriza relaciones de conflicto o marcadas por determinadas diferencias (las cuales a veces llegan a puntos verdaderamente álgidos). El fomento de vínculos teniendo en cuenta estas potencialidades es fundamental para el establecimiento de mecanismos de apoyo a un diálogo, que, si bien necesariamente no está exento de contradicciones, sí establezca bases de respeto y comprensión para fomentar un nuevo contexto de relaciones.
Por lo tanto, puede decirse que el resultado de la gestión de las Embajadoras Isabel Allende Karam y Josefina Vidal Ferreiro en dos de las coyunturas más complejas a que se haya enfrentado la política exterior cubana, da cuenta del valor de las diplomáticas cubanas en lo que respecta a su capacidad para la contribución en la prevención y resolución de conflictos, así como en ser exponentes de la proyección de la Revolución cubana en lo que respecta a igualdad de oportunidades y el desmontaje de estereotipos.
Referencias
– BBC (2015). Quiénes son las dos mujeres que están rompiendo el hielo entre Cuba y EE.UU. Disponible en: https://www.google.com/amp/s/www.bbc.com/mundo/noticias/2015/01/150121_america_latina_josefina_vidal_roberta_jacobson_msd.amp
-Cabañas, José Ramón (2020). El significado de los anuncios del 17 de diciembre del 2014 en los ciclos política de Estados Unidos hacia Cuba. Revista Política Internacional. No. 7 julio-septiembre de 2020. ISSN 2707-7330. En: http://rpi.isri.cu/es/node/96
-Cubadebate (2016). Josefina Vidal: Hablaremos con EEUU de todo, pero no negociaremos nuestra soberanía. Disponible en: https://www.google.com/amp/www.cubadebate.cu/noticias/2016/04/26/josefina-vidal-hablaremos-con-eeuu-de-todo-negociar-nuestra-soberania-nunca-video/amp/
-Cubaminrex (2019). Nuestra Isabel Allende: Cuando se vulnera la dignidad se acaba la diplomacia. http://archivo.cubaminrex.cu/legado-minrex-isabel-allende-karam
– EFE (2018). Josefina Vidal, la cara cubana del «deshielo», será embajadora vitalicia. Disponible en: https://www.efe.com/efe/america/politica/josefina-vidal-la-cara-cubana-del-deshielo-sera-embajadora-vitalicia/20000035-3696084
-Ecured. Josefina Vidal Ferreiro. Disponible en: https://www.ecured.cu/Josefina_Vidal_Ferreiro
-Legañoa, Jorge (2016). Otorgan Premio LASA a diplomática cubana, Josefina Vidal. Disponible en: http://www.acn.cu/cuba/18681-otorgan-premio-lasa-a-diplomatica-cubana-josefina-vidal
– Perera, Eduardo (2017). La Política de la UE hacia Cuba: Construcción, inmovilismo y cambio (1988-2017). Ruth Casa Editorial.
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