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Asia

Nuevo capítulo del drama confrontacional entre la Republica Popular Democratica de Corea y la Republica de Corea

febrero 19, 2024   0

Recientemente, en la sesión de 15 de enero de 2024 de la 14 Asamblea Popular Suprema (APS) de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), el presidente Kim Jong Un tomó la decisión de dar al traste con todos los vínculos con la República de Corea (RC), a la que calificó como el “país hostil número uno” e indicó refrendar constitucionalmente una mejor definición de la frontera y destruir físicamente todos los símbolos intercoreanos.

De las medidas que indicó, la principal fue la demanda de “borrar” de la Constitución lo que llamó “conceptos heredados” que clasifican a los surcoreanos como compatriotas y, asimismo, el término unificación. Al respecto afirmó “…que las expresiones mitad norte, unificación independiente y pacífica y gran unidad nacional en nuestra constitución, ahora deberían eliminarse”.

Exigió también depurar frases que evaluó de “engañosas” como “3.000 millas de agua dorada, ríos y montañas” y “80 millones de coreanos”, alegando que “…es correcto especificar en el artículo correspondiente [de la Constitución] que la República de Corea se considere firmemente como el país hostil número uno y un enemigo principal inmutable”.

Es menester rememorar que en fecha tan lejana como el 24 de mayo de 2010, la RPDC anunció la ruptura de todas las relaciones con RC y amenazó con emprender acciones militares si sigue violando sus aguas en la costa occidental. Las declaraciones añadieron más tensión tras el hundimiento, dos meses antes, del buque Cheonan, que Seúl atribuyó a un torpedo disparado por un submarino de la armada del Ejército Popular de Corea y que, en respuesta, el entonces presidente surcoreano, Lee Myung Bak, ordenó cortar las relaciones comerciales y prohibió la navegación de sus barcos comerciales por las aguas de la RC. Según una nota de la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) en aquel momento, el Comité para la Reunificación Pacífica de Corea [del Norte] declaró formalmente que congelaba las relaciones entre las dos Coreas, derogaba totalmente el acuerdo de no agresión entre el norte y el sur, suspendía completamente la cooperación y expulsaba al personal del Parque Industrial de Kaesong, empresa conjunta que funciona justo dentro de su frontera.

Ahora, se ha ido más allá. De lo que se trata es de poner fin a casi 80 años de unas relaciones que, moviéndose en el círculo vicioso de contacto y suspensión, diálogo y confrontación, discordia y algunos efímeros momentos tendientes a la reconciliación, sostuvieron la RPDC y la RC y legislar la nueva política, asumiéndose como “dos países separados coexistentes” en la península coreana. Es la revisión de políticas de unificación del Norte, eliminando permanentemente la cooperación formal y las vías de comunicación con el Sur.

Al mismo tiempo, el Líder reiteró lo que sugiere ser un llamado a estar en pie de guerra. “Si la República de Corea invade nuestro territorio terrestre, espacio aéreo territorial o aguas territoriales incluso a 0,001 mm, se considerará una provocación de la guerra”, afirmó, haciéndose eco del lenguaje que utilizó en su discurso de fin de año cuando calificó la unificación como algo “imposible” y tomar otras medidas para eliminar por completo conceptos como “reunificación” y “reconciliación”

También ordenó que la Constitución deba ser enmendada para especificar exactamente dónde la RPDC ejerce soberanía. La Carta Magna deberá reflejar cómo, en caso de una guerra,“ocupará, subyugará y restaurará completamente el territorio de República de Corea y la incorporará al territorio de la República Popular Democrática de Corea”. Mientras reiteraba las órdenes de construir más armas nucleares, dijo nuevamente que “nunca comenzará unilateralmente una guerra no provocada”.

Puede afirmarse que lo expresado por el líder sobre la unificación y la soberanía territorial marca una nueva dimensión de la confrontación peninsular, sobre todo en lo que respecta a la definición de la línea fronteriza del sur. Ello es muy preocupante, ya que de hecho significa la intención de incorporar la disputa territorial a la espiral de conflicto, en el futuro inmediato.

Según el propio Kim Jong Un, se llegó a la decisión de redefinir las fronteras de la RPDC en la Constitución, después de estudiar de cerca las constituciones de otros países y descubrir que en su mayoría incluyen definiciones políticas y territoriales claras sobre la tierra, mar y aire, cuando la Constitución del Sur establece que la soberanía territorial del país abarca toda la península y las islas adyacentes. Es poco probable que la RPDC replique a la constitución de la RC, y solo restrinja sus reclamos territoriales a la parte norte de la península.

La conclusión de Kim Jon Un, al igual que lo dijo el 31 de diciembre, es que la unificación es imposible a pesar de los “esfuerzos de pacientes y sinceros” de la RPDC para la reconciliación. Afirmó que “…la relación norte-sur ya no es de parentesco o homogeneidad, sino una relación de dos países hostiles, una relación completa de dos beligerantes en medio de la guerra”. Según los medios del país, la APS discutirá en su próxima sesión de este año las indicaciones del líder sobre los cambios constitucionales.

Más allá de estos cambios de la Carta Magna, Kim Jong Un también apuntó la necesidad de demoler los símbolos de físicos de compatriotismo, unidad étnica y unificación pacífica lo que definió como “restos del pasado”. Ellos incluyen la línea ferroviaria intercoreana de Gyeong Ui y el monumento a las Tres Cartas para la Reunificación Nacional en la salida sur de Pyongyang, rumbo a Panmunjon.

El parlamento también aprobó por unanimidad una resolución para abolir el Comité de la Reunificación Pacífica del país y las Administraciones de Cooperación Económica Intercoreana e Internacional de Turismo de Kumgang, respectivamente, —esta última, establecida con capital surcoreano del conglomerado Hyundai, ya se encontraba amenazada de demolición por orden de Kim Jong Un. Sin embargo, los informes no mencionaron los planes para desmantelar el Departamento del Frente Unido, estructura partidista responsable de los asuntos intercoreanos.

Kim Jong Un enfatizó que la guerra podría estar en la península nuevamente, incluso cuando insistió en que no la comenzaría. Hizo referencia específica al conflicto en curso en Gaza, instruyendo a los funcionarios civiles y militares a “no considerar el holocausto de la guerra indiscriminada en el Medio Oriente como una cuestión de los demás, sino como una llamada de atención para reforzar las defensas armadas de la RPDC”.

Igualmente recordó la “misión secundaria” de las armas nucleares descritas en la doctrina nuclear revisada, que establece que Pyongyang puede llevar a cabo ataques nucleares preventivos contra países no nucleares —como la RC— si detecta signos de un ataque inminente. “No queremos la guerra, pero tampoco tenemos intención de evitarla”, enfatizó. “Dicha guerra provocará una terrible destrucción y el fin de la realidad de la RC, y traerá un desastre inimaginable y una derrota a los Estados Unidos”, apuntó.

Lo más preocupante del discurso del presidente de Asuntos Estatales no son sus comentarios sobre la guerra, sino su rechazo a la frontera marítima intercoreanos calificándola de “ilícita”. Hasta ahora la RPDC había aceptado de facto la Línea Limite Norte (NLL, según sus siglas en inglés) como la frontera marítima bajo el acuerdo militar integral firmado en 2018. Vale acotar que la NLL sirve de frontera marítima entre las dos Coreas en el Mar Amarillo (llamado Mar del Este por ambas Coreas). Ella fue trazada por la ONU para evitar nuevos choques tras la firma del Armisticio (1953), pero es rechazada por la RPDC que defiende que la línea divisoria debe situarse más al Sur. Después del colapso del Acuerdo Militar Integral, el pasado año, la RPDC está haciendo reclamos territoriales en esa área, aumentando el riesgo de enfrentamientos armados.

Aun así, consideramos que no es alta la probabilidad de guerra real. Los que hace Pyongyang es enviar un mensaje a Washington de que nunca renunciará a sus armas nucleares y que rechaza la necesidad de tratar con su aliado del Sur. Otro objetivo es crear una justificación supuestamente conveniente y efectiva de una guerra inminente con la RC y los EE.UU. y que la RPDC se está preparando para “un gran evento”: la conquista del Sur.

Es oportuno preguntarse: 1) ¿La RPDC realmente se está preparando para la guerra? Y si estas decisiones son 2) ¿un cambio fundamental o un nuevo capítulo del mismo drama?

  1. Consideramos que el peligro de una confrontación militar en la península coreana ha estado en franco crecimiento y seguirá creciendo, mediatizada, obviamente, por las acciones de Washington. La hostilidad hacia los EE.UU. y Corea del Sur es uno de los principios fundamentales de la ideología de autosuficiencia militar y sirve como justificación para el aumento de los gastos en el aumento de las capacidades militares y la sofisticación de su armamento. El reciente cambio en la política de Pyongyang hacia Seúl ha convertido a la RC en un objetivo militar legítimo. Entonces, es afirmativo que la RPDC se viene preparando para una conflagración con Sur Corea y esta a su vez, con el amparo de EE.UU., también lo hace, aun cuando la militarización de ambos contendientes tome la forma de lo que llamamos “disuasión mutua asegurada”.
  2. Aunque no pocos analistas consideran que, después de la relativa distención resultante de las cumbres con Donald Trump y Moon Jae In, fue el fracaso de la cumbre de Hanói quien llevo a la RPDC a elevar casi al extremo de la tensión peninsular, esto no es exacto. Este proceso comenzó mucho antes, desde el comienzo mismo de la asunción al poder de Kim Jong Un. La política “Byungjin” de desarrollo en paralelo de la economía y armas nucleares que, de hecho, significó un aumento comparativo de la financiación militar, aunque también de la inversión productiva y social, y el fracaso del Acuerdo EE.UU.-RPDC del 29 de febrero de 2012, marcaron pautas en la evolución agresiva de Pyongyang. Incluso, las alusiones, implícitas o explicitas a una “Guerra Santa reunificadora”, con el uso de armas nucleares contra la RC, fueron reiterativas antes de la Cumbre de Hanói; hay muchos otros ejemplos. Por ello, lo que estamos presenciando es un nuevo capítulo del drama confrontacional entre la RPDC y la RC. Lo típico de este momento es una ruptura unilateral y abrupta de los escasos vínculos entre Pyongyang y Seúl, resultante de la vocación anti-RPDC de la actual administración conservadora en el sur, el reforzamiento de la alianza RC-EE.UU. y la percepción de amenaza de la RPDC. 

Algunas implicaciones inmediatas

La nueva posición de la RPDC sobre las relaciones norte-sur y la política de reunificación, marcan una desviación significativa de las políticas anteriores y comporta implicaciones inmediatas:

  1. El enfoque oficial de la RPDC hacia la RC, debilitará sustancialmente a las fuerzas progresistas surcoreana que han abogado por el entendimiento y las relaciones cooperativas intercoreanas.
  2. Bajo estas circunstancias la RC tiene la oportunidad de presentarse como el único partidario de la unidad coreana, quebrantando así la fortaleza que ha tenido la RPDC en su lucha por la reunificación de la patria coreana.
  3. Al calificar a la RC como otro estado extranjero, por demás enemigo, se está excluyendo la posibilidad de un tratamiento especial sustentado el nacionalismo pan-coreano, lo que potencia la conflictividad.
  4. La declaración sobre el fracaso del enfoque anterior hacia el Sur, lleva implícita en sí misma una reprensión de las nociones enarboladas por sus predecesores, especialmente Kim Il Sung, quien, a finales de los años 70 y principios de los años 80, patrocinaba la reunificación y proponía la formación de lo que sería la República Confederal Democrática de Koryo y el Programa de Diez Puntos de la Gran Unidad de la Nación para la Reunificación del País, donde cada parte mantendría su modelo económico bajo los preceptos de “un país dos sistemas”. Este nuevo enfoque hacia la RC podría ser un paso para que la RPDC solidifique su propio reclamo de legitimidad independiente y sugiere una orientación del liderazgo actual que incorpora un nuevo componente a la construcción legado del actual Líder.

Algunas consideraciones

La génesis de la espiral conflictiva en la Península Coreana se identifica a partir de que, si bien ambas Coreas conforman una nación en el sentido estricto de la palabra, tiene dos sistemas diametralmente opuestos y dos cosmovisiones antitéticas. A pesar de la división inducida, ambas sociedades exhiben una especie de compatriotismo pan-coreano, pero con una brecha cultural creciente, resultado de diseminación de los valores occidentales en el sur y la orientación socialista jucheana en el norte. En definitiva, la frontera intercoreana separa dos mundos discordantes por antonomasia. En el norte, planificación estatal con escasa presencia del sector privado, mientras en el sur, un brioso sistema corporativo, insertado al mercado internacional. No debiera dejar de mencionarse la orientación de sus respectivas alianzas, cuales se asocian a diferentes sistemas políticos e ideológicos. Tales contrastes constituyen las causas primigenias de las actuales y futuras pugnas.

La nueva oratoria de Pyongyang hacia Seúl puede calificarse como un nuevo ajuste ideológico al interior del país encaminado a reforzar la unidad nacional y por tanto la perpetuidad del sistema político de la RPDC y al mismo tiempo, cobrarle el precio que debe pagar la Administración Conservadora de Yoon Suk Yeol por su visceral antinorcoreanismo sistémico y empedernido y su alianza irrestricta con los EE.UU.

A pesar de que se ha hecho una acción destructiva de un elemento simbólico, como fue el derribo de Monumento a las Tres Cartas para la Reunificación Nacional y que la 30 Sesión Plenaria del Presídium de la Asamblea Popular Suprema de la 14 APS cancelara las Leyes de Cooperación Económica Norte-Sur y del Monte Kumgang, respectivamente, e incluso, se está sugiriendo el cambio de nombre de los Comités Nacionales de Apoyo a la Reunificación, ponemos en duda que la anhelo de unificación —más aun, pacífica e independiente— de la Patria Coreana, haya sido sepultada. En la conciencia cotidiana de norteños y sureños está presente el nacionalismo pan-coreano, en el sentido más amplio que este concepto expresa.

Referencia bibliográfica

KCNA (1) Estimado compañero Kim Jong Un pronuncia discurso de orientación política en 10ª reunión de XIV legislatura de la APS Disponible en: http://www.kcna.kp/es/article/q/f4bf631617198851f067bd66d7f48d18.kcmsf

KCNA (2) Tiene lugar 10ª reunión de la XIV legislatura de la APS de la RPDC Disponible en: http://www.kcna.kp/es/article/q/7b0b1636809101f1d6037b8727ff4da8.kcmsf

Pablo Bustelo. 08 mar 2012. El acuerdo entre EE.UU. y Corea del Norte de febrero de 2012: más de lo mismo o nueva oportunidad. Disponible en: https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/el- acuerdo-entre-eeuu-y-corea-del-norte-de-febrero-de-2012-más-de-lo-mismo-o-nueva-oportunidad

NATIONAL SEGURITY INFORMATION (CIA) LAW OF THE SEA COUNTRY STUDY NORTH KOREA – Disponible en: https://www.documentcloud.org/documents/22875398-law-of-the-sea-country-study-north-korea

Euronews. Kim Jong Un declara A Corea del Sur “enemigo No. 1” Disponible en: https://es.euronews.com/2024/01/17/kim-jong-un-declara-a-corea-del-sur-enemigo-n-1

Tymothy W. Martin. Kim Jong Un has a new enemy no. 1 and it isn’t the U.S. Disponible en: https://www.wsj.com/world/asia/kim-jong-un-has-a-new-enemy-no-1and-it-isnt-the-u-s-942eaa10

Isozaki Atsuhito. North korea an interesting start to 2024. Disponible en: https://thediplomat.com/2024/02/north-korea-an-interesting-start-to-2024/

KYODO NEWS JAN 16, 2O24. North Korea´s Kim seeks to define South Korea as enemy under Constitution. Disponible en: https://english.kyodonews.net/news/2024/01/bd66ce38655e-n-koreas-kim-seeks-to-define-s-korea-as-enemy-under-constitution.html


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