El Nuevo Año

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Tradicionalmente las personas en todas partes del mundo, independientemente de sus creencias, el tipo de calendario u otras tradiciones, celebran el advenimiento de un nuevo año. Entre sus deseos para el año entrante están la paz, la tranquilidad, la felicidad y el éxito en la vida personal.

La paz está siempre presente porque desde hace muchos años no se puede hablar de ella y mucho menos, tener la tranquilidad de que no nos veamos involucrados en un evento bélico por las consecuencias que nos pueda traer: muerte, destrucción, desolación y grandes sufrimientos.

Estamos finalizando el año 2022, que comenzó trayéndonos un nuevo conflicto bélico de gran envergadura, la Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania, cuyas causas se remontan a la disolución de la Unión Soviética con la separación de las 15 Repúblicas que la componían y la adopción de políticas interior, exterior y de seguridad diferentes en cada una de ellas.

De inmediato, Estados Unidos y sus aliados occidentales se acercaron a las nuevas republicas salidas de la Unión  con diferentes propuestas políticas y económicas para ejercer sus influencias y alejar a cada una de ellas de la Federación Rusa, aunque también lo hicieron en el gigante euroasiático y con Belarús, sin éxito.

El trabajo de penetración había comenzado mucho antes, en algunos países con algún éxito, mayor en otros y que han sido utilizados como punta de lanza contra Rusia como en Georgia, Ucrania y los tres del Báltico: en estos cuatro últimos afloraron remanentes del fascismo, exaltado en varios de ellos hasta con marchas públicas. Estonia, Letonia y Lituania pasaron rápidamente a formar parte de la OTAN; Georgia y Ucrania están aprobados para pertenecer a la Organización cuando existan las condiciones.

Estados Unidos y la OTAN han apoyado ampliamente a estos países; EUA propició y apoyó el golpe de Estado fascista en Ucrania en el año 2014, ya en 2004 apoyó una revolución de color. Paralelamente a lo planteado, la OTAN incrementó su presencia en las fronteras rusas sistemáticamente y a partir de 2014, con mayor intensidad, incluida la cantidad de tropas y la realización de maniobras militares en las cercanías de las fronteras rusas; instaló un escudo antimisil contra Rusia, lo reforzó y suministró armamento de alta precisión a Ucrania, cuyo gobierno nunca ocultó sus intenciones de poseer armamento nuclear táctico, con la intención de utilizarlo contra Rusia.

También, el gobierno ucraniano, además de discriminar a los ciudadanos de origen ruso y prohibir la utilización de este idioma en todas las actividades oficiales, comenzó el hostigamiento militar de las republicas separatistas de Lugansk y Donetsk con bombardeos y ataques terrestres desde el año 2014, hasta que en 2022 estas repúblicas fueron reconocidas por Moscú, pasaran a formar parte de la Federación Rusa, cuando ellas lo aprobaron en referendo e hicieran la correspondiente solicitud al Kremlin, quien lo aprobó de inmediato, después de lo cual emprendió la realización de la Operación Militar Especial para liberar a sus nuevas republicas de la ocupación ucraniana y también con el objetivo de desnazificar Ucrania.

A muchos sorprende que se hable de fascismo a estas alturas, después de más de 75 años de la denominada victoria sobre este mal, en 1945. Entonces se obtuvo la victoria sobre los países que eran fascistas y pretendían adueñarse del mundo, pero no sobre la ideología, que permaneció agazapada en Europa, esperando el momento propicio para resurgir.

No obstante, el fascismo siguió vigente bajo la égida estadounidense: es necesario  recordar que mientras la Unión Soviética se encontraba enfrascada en detener, primero la ofensiva hitleriana y rechazarla después, Estados Unidos esperó hasta el último momento para introducirse en la guerra junto a sus aliados para ver de qué lado se inclinaba la balanza y oportunamente garantizar el aniquilamiento de sus dos principales competidores: la URSS, por ser el sistema opuesto, peligroso y poderoso ejemplo a seguir para el mundo y por ser la potencia que podía hacerle frente a su dominio mundial del momento y para el futuro así como a Alemania, que de ganar la guerra, sería también un opositor de gran consideración.

Cuando la guerra estaba llegando al final, Estados Unidos ya estaba negociando con algunos jefes nazis condiciones de rendición, a espaldas de la URSS, albergó a muchos oficiales alemanes que lograron escapar de la justicia, los  utilizó como consejeros y también atrajo  a notables científicos alemanes.

Estados Unidos es el principal Estado fascista del mundo, que aplica sus políticas bajo el manto de la democracia. Así, cuando se constituyó en Estado Nación, buscó la manera de extender sus fronteras hacia el Oeste, arrasando todo lo que se le interpusiera, asesinando a  la población originaria de aquellas tierras, usurpando por la fuerza la mitad de México, después de intentar infructuosamente apropiarse de los territorios lacustres del norte en manos del Reino Unido, que lo rechazo militarmente.

Después de lograda la expansión en la parte continental se lanzó a apoderarse de otros territorios en América Latina y el Caribe, promulgó la Doctrina Monroe para impedir que otros países depredadores, fundamentalmente europeos, osaran  aventurarse en estas tierras, invadió a numerosos países en América Latina para garantizar sus intereses económicos y geopolíticos y cuyos gobiernos pretendieron ser independientes, propició y apoyó numerosas dictaduras en América Latina y sanciona a cualquier país que insista en ser independiente y soberano como Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Estados Unidos ha invadido numerosos países invocando la democracia, ha llenado el globo terráqueo de bases militares y ha dividido al mundo en Comandos Unificados para mantener el control de rutas marítimas, aéreas y movimientos que pueda considerar peligrosos para su seguridad nacional. Es el único país que ha probado dos bombas atómicas en poblaciones indefensas, provocando la muerte de más de 200 mil personas y otras tantas con secuelas y daños genéticos permanentes.

Después de finalizada la segunda guerra mundial Estados Unidos organizó, en su propio país, una prolongada “cacería de brujas” contra intelectuales, muchos de los cuales tuvieron  que emigrar, otros guardaron prisión, alegando la defensa de la democracia y contra el comunismo. También hubo ejecuciones de personas con falsas o insuficientes pruebas, como fue el caso de los esposos Rosemberg, utilizada como escarmiento a alegadas acciones de espionaje. La discriminación de todo tipo es común en el país, la más frecuente es la racial, sobre todo con los afrodescendientes. 

Recientemente la Asamblea General de la ONU adoptó la resolución “Lucha contra la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a exacerbar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia”, presentada por Rusia. En la votación, la resolución fue respaldada por 120 países, mientras que 50 votaron en contra (incluidos Estados Unidos y Ucrania) y 10 se abstuvieron. De los países que votaron en contra, la mayoría son europeos, todos los miembros de la OTAN, excepto Turquía.

De acuerdo con los resultados a los que hemos hecho referencia y a la votación de eta resolución, podemos concluir que el fascismo no está erradicado del mundo, que se practica, que es inherente al capitalismo desarrollado estadounidense y europeo, fundamentalmente, y en aquellos países que fueron metrópolis coloniales, que incluso, en la actualidad, mantienen posesiones fuera de su territorio y practican el neocolonialismo. Son, contradictoriamente los que sin inmutarse, califican a otros, con menos recursos y menos poder, y que pretenden establecer soberanamente su propio sistema social, de violadores de los derechos humanos y de la democracia.

El mundo debe tener conciencia de la situación que estamos atravesando y combatir, con todas nuestras fuerzas la unipolaridad, que es una manifestación puramente fascista y luchar por la multipolaridad, por la erradicación del neocolonialismo, el armamentismo, por la igualdad entre todas las naciones y el respeto a la autodeterminación y la soberanía nacionales.

No basta con desnazificar un país. Si los poderosos lo apoyan, llegará el momento en que no podremos aspirar, al finalizar el año, a lograr una vida tranquila y feliz en el siguiente.