El nuevo canciller de la República de Corea y los desafíos de la política exterior
Desde el inicio de la administración del presidente Yoon Suk Yeol, vinculado al Partido Poder del Pueblo (PPP) en mayo de 2022, el Dr. Park Jin, del mismo partido, estuvo en el cargo de ministro de Asuntos Exteriores hasta que pidió la renuncia a finales de 2023 para lanzarse a las elecciones parlamentarias de abril de 2024. En su cargo fue nombrado Cho Tae Yul, quien había sido embajador permanente de la República de Corea ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), entre otras funciones.
La prioridad del recién nombrado ministro de Asuntos Exteriores de la República de Corea, Cho Tae Yul al asumir el cargo ha sido reforzar una diplomacia que combine la seguridad y la economía, justamente en medio de una nueva escalada de tensiones con la República Popular Democrática de Corea (RPDC). Los dos países han profundizado sus contradicciones desde la asunción del presidente Yoon Suk Yeol hasta la actualidad, con relaciones caracterizadas por la confrontación mediática, el entrecruzamiento de ofensas verbales, ejercicios militares por ambas partes, el no diálogo e incluso en el tiempo más reciente los fake news y los rejuegos para comprobar la reacción de la otra parte para evaluar posibles escenarios.
Para quien analice la situación de la península en el actual contexto podría creer que está en su punto más álgido, sin embargo, todavía no ha tomado tonos bien tensos como en otras ocasiones. La situación peninsular se caracteriza por oscilaciones que se mueven entre la confrontación-diálogo-confrontación. Particularmente en la actualidad se encuentra en la confrontación.
Para el 2024, la RPDC presentó una serie de objetivos, que incluyen el lanzamiento de tres satélites espías militares más y el aumento de los esfuerzos para fortalecer el arsenal nuclear de su país. Mientras, la República de Corea planea lanzar dos nuevos satélites con similar propósito, este año, a fin de monitorizar mejor a la RPDC, según la Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa (DAPA, según sus siglas en inglés), lo cual supone una medida que podría elevar la carrera espacial intercoreana. La agencia estatal de adquisición de armas afirma que se lanzarán dos satélites de radar de apertura sintética (SAR), en un cohete Falcon 9 de SpaceX, desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos, en abril y noviembre, respectivamente.
Las frases negativas utilizadas, ya son tradicionales entre los dos coreas como la definición de Kim Jong Un, de los lazos intercoreanos como relaciones “entre dos Estados hostiles entre sí”. En principio reconoce la existencia de dos coreas, pero, el nivel de hostilidad demuestra que ni al corto ni al mediano plazo habrá reunificación, si no es por la vía forzada. En términos prácticos una guerra en esta parte del mundo tendrá gravísimas consecuencias, lo que no sería factible para ninguna de las partes involucradas en el conflicto: Estados Unidos, China, Rusia y Japón.
Ya en 2022, el líder de la RPDC calificó a Corea del Sur como “enemigo indudable” y pidió un aumento “exponencial” del arsenal nuclear del país. Llamados drásticos como intensificar los preparativos para “suprimir todo el territorio de Corea del Sur”, no solo podría parecer exagerado o de gran preocupación. Las partes ya están acostumbradas a tal retórica, pero no por ello implica que la situación continuará estable.
En medio de este complejo panorama es importante analizar la política exterior del actual gobierno surcoreano. Los mayores desafíos de la administración Yoon Suk Yeol expresados en la Estrategia de Seguridad Nacional de 2023 son:
- El desarrollo de las capacidades nucleares de la RPDC.
- Competencia entre Estados Unidos y China.
- Crisis de cadenas de suministros.
- Amenazas de la nueva seguridad (Office of the President of Republic of Korea, 2023).
Evidentemente son varios frentes a los que debe enfrentarse la diplomacia surcoreana aprovechando sus fortalezas, pero también teniendo muy en cuenta sus desafíos. No es casual que, si bien la política de continuar elevando los nexos con Estados Unidos y el mejoramiento de los lazos con Japón, luego de años de tensiones sin desaparecer las diferencias históricas, es prioritario, en el caso de los acuerdos de seguridad multilaterales, a pesar de los pronunciamientos, en la práctica el actual gobierno surcoreano los aborda con cautela, dada la necesidad de gestionar su relación con Beijing.
Centralidad del conflicto de la península coreana en la política exterior de Seúl
Desde que tomó posesión el presidente de la República de Corea, Yoon Suk Yeol, este impulsó la denominada “Iniciativa Audaz” en función de avanzar en el plan de desnuclearización de la península coreana, lo que de hecho significa la desnuclearización de la RPDC. Desafortunadamente los pronunciamientos de Yoon Suk Yeol desde su campaña, contrarios a los del Partido Democrático y del anterior presidente Moon Jae In, generaron un acelerado distanciamiento entre las dos coreas y provocaron mayores dificultades para la desnuclearización.
Teniendo en cuenta su enfoque teórico, la iniciativa Audaz que se impulsó consiste en tres fases:
- Fase previa a la negociación: el regreso de la RPDC a las conversaciones sobre desnuclearización. El gobierno de la República de Corea creará un entorno estratégico que no dejará a RPDC otra opción que regresar a las conversaciones de desnuclearización. Con este fin, el gobierno de la República de Corea seguirá adoptando un enfoque holístico que disuada las amenazas nucleares provenientes del Norte, disuada el desarrollo nuclear de Pyongyang y busque el diálogo y la diplomacia. En este sentido, la “Iniciativa Audaz” ya está en marcha (MOFA, 2022a).
- Fase de negociación: Conjunto de acciones y acuerdo integral. El gobierno de la República de Corea trabajará para lograr un acuerdo integral sobre la hoja de ruta general del proceso de desnuclearización. La República de Corea está lista para tomar una serie inicial de acciones al inicio de las negociaciones, una vez que la RPDC regrese a la mesa de negociaciones con sinceridad. Un ejemplo del conjunto inicial de acciones que se pueden tomar durante la fase de negociaciones incluye el Programa de Intercambio de Recursos-Alimentos (R-FEP). Este programa permitirá una exportación limitada de los recursos minerales mediante el uso de exenciones de sanciones, lo que permitiría a Pyongyang utilizar los ingresos para satisfacer necesidades perentorias como alimentos, fertilizantes y medicinas. Además, incluso durante las negociaciones, Seúl estaría en disposición de probar proyectos piloto para mejorar las condiciones de vida del pueblo norcoreano en las áreas de salud pública, agua potable y agricultura. Estos proyectos podrían ampliarse aún más junto con los avances logrados en la desnuclearización de Corea del Norte (MOFA, 2022a).
- Desnuclearización completa: medidas integrales correspondientes. El gobierno de la República de Corea está dispuesto a implementar un conjunto de medidas correspondientes que abarquen aspectos políticos, económicos y militares, una vez que la RPDC se encamine hacia desnuclearización sustancial.
Los siguientes son ejemplos de medidas económicas correspondientes que podrían implementarse y posiblemente ampliarse aún más, en proporción con los pasos de desnuclearización de Corea del Norte (MOFA, 2022a).
En ese sentido, se proyectó:
- proporcionar asistencia para su infraestructura de generación, transmisión y distribución de energía,
- modernizar puertos y aeropuertos para el comercio internacional,
- modernizar la infraestructura médica y los hospitales,
- proporcionar asistencia para la tecnología agrícola,
- proporcionar asistencia para la inversión y las finanzas internacionales (MOFA, 2022a).
Además, algunas de las medidas políticas y militares correspondientes que podrían considerar incluyen brindar asistencia diplomática para normalizar las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y la RPDC e iniciar discusiones sobre el desarme de armas convencionales (MOFA, 2022a).
La iniciativa tuvo un rotundo rechazo de la RPDC calificándola como el “colmo de la estupidez”, describiéndola como nada más que la copia del enfoque del anterior Gobierno conservador de Lee Myung Bak, llamado “Visión 3 000 para la desnuclearización y apertura”, el cual terminó en fracaso hace más de una década. El plan pretendía ayudar al Norte a aumentar su ingreso per cápita a 3 000 dólares en una década, a través de una asistencia integral, si renunciaba a su programa nuclear y abría sus fronteras (Yonhap, 2022).
La situación en los últimos meses en la península coreana se ha movido hacia la confrontación donde el diálogo no tiene lugar. Las provocaciones persisten entre las dos coreas y cada parte exalta sus pronunciamientos hostiles. En ese sentido, no se espera al corto plazo ninguna posibilidad de acercamiento, salvo la acción de una potencia cercana a las partes, dígase China, Rusia, en relación con el norte o que se produzca un cambio de gobierno en Estados Unidos en la que el republicano Donald Trump vuelva a asumir la presidencia e intente proyectar nuevamente el diálogo con la RPDC, aunque es previsible que tenga un resultado similar a los de su primer mandato.
El nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, Cho Tae Yul, asumió con un enfoque centrado en que la prioridad actual hacia la RPDC debería ser más el fortalecimiento de la disuasión que la búsqueda del diálogo, considerando el comportamiento cada vez más beligerante del liderazgo de Pyongyang durante las últimas semanas sin asumir la responsabilidad del sur en las provocaciones mediante los ejercicios conjuntos con los Estados Unidos.
Al corto plazo en la política exterior de Seúl no se prevé el diálogo con Pyongyang. Al contrario, se enfocará en reforzar la disuasión. En este sentido, el nuevo canciller enfrentará muchos desafíos diplomáticos, que van desde tener que lidiar con las crecientes hostilidades con la RPDC hasta recomponer las relaciones con China, en medio de la rivalidad sino-estadounidense.
Un elemento diferente con el anterior canciller está relacionado con el interés del recién nombrado Cho Tae Yul de reparar las relaciones con China. En ese sentido, sobre la cumbre trilateral Corea del Sur-China-Japón, suspendida durante mucho tiempo, Cho reafirmó el compromiso de hacer esfuerzos para reanudar la cumbre lo antes posible. El canciller dijo que hay áreas que necesitan ser reforzadas, y que centrará su atención en tales campos, trabajando duro para lograr constantemente nuevos logros tangibles.
Las prioridades del nuevo canciller surcoreano y las fortalezas de la diplomacia de la República de Corea
El nuevo canciller, Cho Tae Yul, ha dicho, que buscará reforzar una diplomacia de Corea del Sur que combine la seguridad y la economía, a fin de abordar desafíos complejos, como la competencia estratégica entre Estados Unidos y China. Para el nuevo canciller se está volviendo cada vez más difícil gestionar la economía y la seguridad como dos áreas separadas, en un momento de “gran transición geopolítica”. Tiene la intención de fortalecer las capacidades diplomáticas de Corea del Sur para converger la economía y la seguridad, y crear un sistema y cultura de trabajo para hacerlo posible. Trabajará para promover el estatus diplomático de Corea del Sur, como una potencia media significativa, a fin de consumar su intento de unirse al G-7 Plus [la versión ampliada prevista de países desarrollados del Grupo de los Siete (G-7)]. Dijo, además, que Corea del Sur ya está reconocida como un país avanzado y agregó que, durante su mandato, espera consolidar pronto el estatus nacional como un candidato potencial del G-7+, o un estatus superior (Hyuna, 2024).
En la práctica, si bien es un gran desafío de la política exterior, la dinámica de la cancillería de la República de Corea está en función además de elevar el rol del país como una potencia ascendente en los próximos años dada la relevancia de su cultura, así como también de su economía, especialmente en el sector de los microchips.
Para la diplomacia de la República de Corea, existen tres variantes relevantes:
En primer lugar, la diplomacia cultural, que tiene como objetivos difundir el atractivo cultural (alto impacto del K-pop y doramas, entre otros), elevar la imagen nacional a través de bienes culturales y fortalecer la comunicación bidireccional a través del intercambio cultural. Las diversas acciones que ha emprendido en este sentido son las exposiciones en Misiones Diplomáticas, celebraciones en ocasiones diplomáticas especiales, impulso de la semana de Corea del Sur, deportes Diplomacia pública, Festival Mundial de K-Pop, así como Convenio Cultural-Comisión Mixta Cultural (MOFA, 2024).
En segundo lugar, Corea del Sur emprende la diplomacia orientada hacia el objetivo de promover el conocimiento y la conciencia sobre Corea del Sur, apoyar los estudios coreanos y la enseñanza del idioma coreano en el extranjero, así como apoyar la educación y la cooperación académica. En este sentido, subordinado a la cancillería existen diferentes entidades como es el caso de la Fundación Korea (KF en inglés) (MOFA, 2024).
En tercer lugar, pero no menos importante, la diplomacia pública que en materia de políticas tiene como objetivo mejorar la comprensión y la confianza del público extranjero en general y de los líderes de opinión, como políticos, académicos, especialistas en asuntos exteriores y periodistas, respecto de la política exterior surcoreana con miras a crear un entorno favorable para lograr sus objetivos diplomáticos clave, como el establecimiento de una paz permanente en la península coreana. A la vez tiene como objetivos, ampliar la comprensión de la política del país diversificando la audiencia, programas de divulgación y temas, así como fortalecer los intercambios y la interacción con residentes y estudiantes extranjeros en Corea del Sur (MOFA, 2024).
Desde el punto de vista bilateral continuará reforzando las relaciones con Estados Unidos y Japón. Particularmente en el actual contexto las diferencias históricas con Tokio están congeladas, pero no olvidadas por la sociedad. La prioridad del gobierno es reforzar la alianza para poder enfrentar su mayor desafío que es la RPDC. Añadir, la relevancia del Sudeste Asiático, en ese sentido la República de Corea lanzó un plan específico para la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), llamado Iniciativa de Solidaridad Corea-ASEAN (KASI en inglés), que será un componente central en su estrategia del Indo-Pacífico.
Cuando se trata de la política exterior surcoreana no se puede dejar de abordar el tema China. Cuando el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, asumió el cargo en 2022, aumentaron las probabilidades de que se estableciera una relación bilateral más fría con China. Después de todo, Yoon Suk Yeol durante la campaña electoral habló duramente sobre China, y los políticos conservadores surcoreanos suelen profundizar la alianza con Estados Unidos y sospechan del apoyo chino a la RPDC. Incluso a pesar de la creciente cercanía de los vínculos entre la RPDC y China, Yoon Suk Yeol ha podido gestionar con cierta eficacia la relación de su gobierno con Beijing, estableciendo potencialmente un modelo sobre cómo otras naciones pequeñas y medianas podrían hacer lo mismo (Grossman, 2023).
Tal como se mencionó anteriormente, hay un matiz diferente en relación con China. El propio nuevo ministro de Exteriores Cho Tae Yul desde que estaba nominado expresó que, dado que la relación de Corea del Sur con China es tan importante como su alianza con Estados Unidos, intentaría encontrar formas de mantener la armonía en las relaciones entre Corea del Sur y China (…). Permitir que se afiance el antagonismo entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón, por un lado, y Corea del Norte, China y Rusia, por el otro, no favorece a nuestra política exterior, así que prestaré mucha atención a eso (Shin, 2023).
Desde el punto de vista multilateral, para la República de Corea las principales organizaciones a las que le pone mayor atención son a la ONU, a la Organización para la Cooperación Económico y el Desarrollo (OECD), el Diálogo de Cooperación de Asia (ACD inglés), el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), la ASEAN, la Reunión Asia Europa (ASEM), la Unión Europea (UE), el Foro de Cooperación América Latina Asia del Este (FOCALAE), el G-20 y el Foro Corea del Sur-Caribe.
Particularmente el Foro de Alto Nivel sobre la Asociación Corea del Sur-El Caribe ha servido como una importante plataforma para la cooperación entre ambas partes en diversos campos desde 2011. El foro lo componen además de Corea del Sur, por la parte del Caribe, Guyana, Granada, Dominica, Barbados, Bahamas, Santa Lucía, Belice, Haití, Trinidad y Tobago, Jamaica, Antigua y Barbuda, Surinam, San Vicente y las Granadinas, así como San Cristóbal y Nieves (MOFA, 2024).
Lo interesante es cómo los medios occidentales e incluso algunos surcoreanos centran la mayor atención a la política exterior bajo el actual presidente Yoon Suk Yeol en la alianza con Estados Unidos y Japón. Más allá de la trilateral entre los mencionados países, el gobierno de Yoon Suk Yeol se unió al Marco Económico del Indo-Pacífico (IPEF) liderado por Estados Unidos y a los Socios en el Pacífico Azul (PBP). La coalición PBP incluye Japón, Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido y Canadá, para aumentar los vínculos diplomáticos y económicos con los países insulares del Pacífico. El gobierno de Yoon Suk Yeol también participó en conversaciones para asegurar las cadenas de suministro globales de semiconductores a través del Chip 4 (o Fab 4) con Estados Unidos, Japón y la provincia china de Taiwán.
Sin embargo, debe añadirse que bajo la propia presidencia de Yoon Suk Yeol se elevó la participación en la Asociación Económica Regional Integral (RCEP) promovido por ASEAN, China y otros, elevó los lazos con Vietnam al nivel de Asociación Estratégica Integral, así como la cooperación internacional se ha fortalecido y se han activado mecanismos de cooperación con los pequeños Estados insulares del Pacífico. Todo ello con un propósito, convertirse en un Estado Pivote Global.
El gobierno de Yoon Suk Yeol ha aumentado la contribución de la República de Corea en línea con los Objetivos de Desarrollo Globales. En la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) de octubre de 2022, Yoon Suk Yeol anunció su intención de aumentar el presupuesto de la Asistencia Oficial al Desarrollo (AOD) de Corea del Sur en 2024 en un enorme 43%, hasta los 5 200 millones de dólares. (…) El gobierno de Yoon Suk Yeol organizó la Cumbre inaugural entre Corea y las Islas del Pacífico en Seúl en mayo de 2023 para abordar el cambio climático, el desarrollo sostenible, la seguridad marítima y la ciberseguridad, entre otras cuestiones. Después de la cumbre, Yoon Suk Yeol se comprometió a duplicar la cantidad de AOD a los países de las islas del Pacífico a 39,9 millones de dólares para 2027 (Yeo, 2023).
Consideraciones finales
La asunción de un segundo canciller bajo la administración Yoon Suk Yeol sin dudas será un estilo diferente, con los mismos objetivos de política exterior del presidente desde que asumió el cargo. Su gestión se centrará en tratar de promover a la República de Corea como un Estado Pivote Central, continuará siendo más activo de temas de asuntos globales, especialmente el relativo al medio ambiente, pero también a cuestiones de seguridad en alianza con Estados Unidos y Japón.
El principal desafío de la política exterior de la República de Corea es mejorar las relaciones con la RPDC. Empero, mientras persista en promover la desnuclearización por la vía de la fuerza o presión, solo agravará más la situación. Por otro lado, es importante tener en cuenta que la RPDC contempla a la República de Corea como su enemigo principal, por tanto, seguirá preparando las condiciones para una eventual confrontación si Seúl lo provoca. Recientemente, Kim Jong Un ha dejado claro que no tiene la intención de evitar una guerra, pero no la comenzará de manera unilateral, la Asamblea Popular Suprema aprobó eliminar los organismos que gestionan las relaciones con Corea del Sur (Comité para la Reunificación Pacífica, la Oficina Nacional de Cooperación Económica y la Administración de Turismo internacional (Monte Kumgang), se aprobó destruir la línea ferroviaria que enlaza ambas coreas y refrendar constitucionalmente la condición de Corea del Sur como “enemigo número uno”, “adversario permanente, no como socio potencial para una reconciliación”. Medir cada acción por parte de los dos países será muy importante.
El segundo elemento de gran relevancia es que al menos al corto y mediano plazo no se buscará la reconciliación o reunificación del país y eso quedó reflejado por el propio líder de la RPDC, Kim Jong Un en la última sesión del partido de los Trabajadores de diciembre de 2023. Ello evidencia el fracaso de la Iniciativa Audaz promovida por el presidente desde su asunción. No obstante, la política exterior surcoreana y especialmente con el nuevo ministro no se centrará en buscar el diálogo sino la disuasión. El tono podría seguir elevándose, aun así, es importante tener en cuenta que este es un año electoral tanto en Corea del Sur como en Estados Unidos y estos procesos tendrán impactos sobre la política exterior surcoreana.
En la política exterior del nuevo canciller se prevé mejorar los lazos con China. Beijing constituye el principal socio comercial y es un actor clave para las exportaciones surcoreanas tanto de productos tecnológicos como de servicios. En este sentido, el nuevo canciller promoverá la posibilidad de reactivar algo que ha venido impulsándose en los últimos meses que es la cumbre trilateral China-Corea del Sur-Japón e incluso seguir discutiendo en relación con el Acuerdo de Libre Comercio entre las tres partes.
La diplomacia de la República de Corea con sus diversas vertientes ha ido permitiendo mejorar la imagen internacional del país, especialmente con su diplomacia cultural. Desde el punto de vista multilateral, el gobierno surcoreano otorga gran atención a importantes organizaciones internacionales, pero es llamativo que le dedique gran atención al Caribe, incluso más que a organizaciones en África. Desde el punto de vista de la cooperación, es justamente en Centroamérica, Bolivia, Colombia y Cuba donde, sin mantener relaciones diplomáticas, es donde más cooperación realiza mediante la Agencia Surcoreana para la Cooperación Internacional (KOICA).
Otro de los desafíos de la política exterior de la República de Corea, con el actual o cualquier otro ministro tiene que ver con el bajo índice de aprobación interna de Yoon Suk Yeol (menos del 38%) y su falta de apoyo mayoritario en la Asamblea Nacional los que seguirán creando obstáculos políticos para él y la diplomacia de su administración. Por ejemplo, el acercamiento diplomático de Yoon Suk Yeol con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, le ha valido aplausos de gran parte de Occidente. Sin embargo, el Partido Democrático (mayoría legislativa) sigue siendo muy crítico con la política japonesa de Yoon Suk Yeol.
En resumen, el mayor desafío en política exterior y a la vez del nuevo canciller surcoreano, es el conflicto de la península coreana, pero desafortunadamente la propia política del presidente Yoon Suk Yeol ha condicionado avivar más las tensiones, aun cuando a ninguna de las partes le conviene una conflagración actual. Particularmente el nuevo ministro no enfrentará otro desafío y tiene que ver en parte con la renuncia del anterior canciller Park Jin. El presidente desde su asunción gastó un inmenso capital político para promover a Busan como ciudad anfitriona de la Exposición Mundial 2030 y sólo obtuvo 29 votos frente a los 119 votos de Riad. En el 2024 la situación en la península se mantendrá en franca confrontación. Ambas partes tienen claridad de continuar su agenda de proyección externa, aun cuando le dediquen atención a cada acción unilateral de la otra parte.
Referencias bibliográficas
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