La Federación de Rusia de cara a las elecciones presidenciales (I)
Introducción
En la Federación de Rusia el 17 de marzo comienzan las elecciones por la presidencia, momento de suma importancia para el gigante eslavo. Tanto la situación externa como la interna, parece apacible, aunque el país está enfrascado en un conflicto armado, que cumple casi dos años, además este inmenso país, lleva varios años rodeado por posiciones militares de la OTAN, que apoyan a las tropas ucranianas y a contratistas internacionales, se les transfiere dinero y pertrechos militares de diferentes tipos.
El país euroasiático también vive bajo una avalancha de miles de sanciones, que van desde las esferas económicas, comerciales, financieras, culturales, migratorias, hasta acusaciones políticas y jurídicas en diferentes organismos multilaterales incluyendo las Naciones Unidas.
A las elecciones en el gigante eslavo, hay que prestarle atención, el mundo está cambiando de época, con el nacimiento de un nuevo paradigma, la multipolaridad en las relaciones internacionales, con el nacimiento de otras potencias que piden un mundo más policéntrico, donde los problemas de la humanidad pueden resolverse en alianzas de beneficio común.
La nueva política exterior de la Federación de Rusia, se inclina hacia la multipolaridad junto al gigante asiático y otras potencias medias que también son necesarias para el parto de la nueva época, al mismo tiempo la elección correcta de la nueva presidencia y gobierno ruso significaría un momento necesario para lograr la paz en Europa y en otras partes del mundo. “Caracterizar el estado actual del gigante eslavo en el marco del inicio del proceso eleccionario presidencial”es el objetivo esencial de este trabajo.
Rusia en el contexto internacional
Las relaciones con Europa y los Estados Unidos de América eran tensas en el 2018, no llegaban a un conflicto mucho mayor, existía un comercio aun un poco estable y los países de la UE, se beneficiaban del gas y el petróleo ruso.
Ahora el mundo está más convulso que otros tiempos, sin pecar de exageración, estamos pasando el umbral de una nueva época en la geopolítica internacional, hay una inclinación a un balance internacional, algunos politólogos observan un tránsito hacia la multipolaridad mundial, otros hacia un nuevo reacomodo del capitalismo, quizás de orientales y occidentales, pero lo que sí está en peligro es la existencia de la especie humana con el estallido de una conflagración mundial, si continúan los conflictos internacionalizados.
La guerra comenzada el 24 de febrero del 2022, con la llamada Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania, con los objetivos de desnazificar, desmilitarizar el territorio ucraniano y lograr que este país sea neutral, no ha llegado a su fin, convirtiéndose en un conflicto armado, donde un grupo de países nucleados bajo la égida de la OTAN, conformado por 31 naciones están en el conflicto.
Esta guerra no debió existir, quizás la diplomacia podía haber ejercido una mayor fuerza, no solo por Ucrania y la Federación de Rusia, sino por otros gobiernos, que tenían responsabilidades pendientes desde el 2014, con el cumplimiento de los acuerdos de Minsk, así como si se hubiese también evitado el despliegue de la OTAN hacia las fronteras con la Federación de Rusia.
Desgraciadamente en un inicio solo la información expandida era sobre la posición de Rusia, la infodemia desarrollada convertía al gigante euroasiático como el culpable universal, en una posición desventajosa llegando a desarrollarse una rusofobia que saltaba los límites de una guerra cultural, hasta oscurecer el papel de la cultura rusa y su influencia en la universal.
A medida que ha pasado el tiempo, aunque existen países que piden un alto al fuego y abogan por evitar que resurja el fascismo a nivel regional o mundial, han ido comprendiendo el verdadero papel de la OTAN y la Unión Europea (UE) en este conflicto, lo que significa que un grupo de noticias falsas en el entramado de la infodemia han sido expuestas.
Por otra parte, desde el punto de vista económico, comercial y financiero Rusia fue sancionada por grandes paquetes que rebosan miles de medidas, entre el 2014 y el 2021, se implementaron contra Rusia 4 350[1] sanciones económicas y políticas por parte de Occidente, cuyos resultados no fueron los esperados, quizás solo la inteligencia y la preparación del gobierno ruso, el redimensionamiento de su comercio, medidas financieras y apoyo de sus socios comerciales ha podido sortear estos escollos.
El presidente de la Federación de Rusia manifestó en la reunión informal de los jefes de Estado de la CEI que su país crecería en un 3,5 %, resultados que se van por encima del -2.0 pronosticado por World Bank en el 2022, eso refleja que a pesar de las medidas adoptadas contra ese país desde el 2014 a la fecha, el gigante euroasiático concibió una estrategia, para poder proteger su soberanía y no solo soportar las sanciones sino también contrarrestarlas.
Junto con la “Doctrina Primakov”,[2] los tanques pensantes rusos lograron proyectar nuevas ideas, que han ayudado a proteger el país de la avalancha de sanciones y poder avanzar en las industrias clave como: el complejo de combustible y energía, complejo agroindustrial, transporte, comunicaciones con su respectiva medidas dirigidas a construir soberanía tecnológica, el complejo industrial militar, la esfera de la medicina en sus diferentes sectores y lograr una política estable de sustituir las importaciones.
También es de destacar el desarrollo paulatino de la cooperación con la República Popular China, lo cual significa en estos momentos de una importancia geopolítica primordial en las actuales relaciones internacionales. Junto a esto se desarrolla la nueva concepción de multipolaridad en el mundo que comparte ambas potencias.
Por otra parte, los recursos que occidente sistemáticamente le ha dedicado al apoyo a Ucrania parece estar llegando a un punto de agotamiento, la UE han invertido un estimado de 82 000 millones de euros,[3] mientras que en Estados Unidos el gobierno de Biden no ha logrado que se apruebe en el congreso un nuevo paquete de 61 400 millones de dólares.
El conflicto armado trajo como consecuencias para Rusia un disparo de la inflación, que llegó a alrededor del 18%, aunque hoy alcanza el 7,5%; se produjo una devaluación de rublo, que en el 2023 llegó casi a una tasa de 100 por USD, aunque en el mes de diciembre 2023 se encuentra entre 83-87; se ha enfrentado una fuga de capitales que se estima en 250 000 millones de dólares, con una fuerte emigración de fuerza de trabajo calificada, así como empresas occidentales han salido del país, alcanzándose una perdida cercana a los 100 000 millones de dólares, sin embargo la economía se ha recuperado de forma paulatina con otras medidas internas.
Es importante destacar que el mapa completo del espacio postsoviético llega hasta las fronteras de la Unión Europea con Ucrania, Moldavia y Bielorrusia. Por el otro lado, alcanza el Cáucaso Meridional, entre el mar Negro y el Caspio con Armenia, Azerbaiyán y Georgia. Y, por último, llega hasta Asia central con Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. A ellos se suman cuatro estados auto declarados y no reconocidos por la comunidad internacional: Abjasia, Artsaj, Osetia del Sur y Transnistria, todo esto constituye un arco que, aunque controlado, repercute en las fronteras rusas.
Al cumplirse casi dos años del desarrollo de la Operación Militar Especial (OME), la situación del espacio postsoviético tiene sus particularidades de comportamiento, que se manifiesta en tres enfoques principales:
- Apoyo a las acciones combativas y del Gobierno de la Federación Rusa en Ucrania.
- Actitud agresiva ante la Federación Rusa.
- Posición ambivalente en ocasiones ante las acciones militares de la Federación Rusa, e influencia de occidente.
En la primera posición se destaca el gobierno incondicional de la República de Bielarrus, donde se resaltan acciones tales como apoyo gubernamental a la OME, maniobras conjuntas con las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, así como existencia de bases militares en su territorio y consultas permanentes al más alto nivel de dirección de ambos Estados.
Lukashenko ha tenido que abandonar su política exterior de múltiples puntos, las relaciones de Bielarrus con Bruselas y Washington ahora están congeladas, en cambio, en gran medida las relaciones con Rusia han ido en aumento, dependen en gran medida del apoyo y la asistencia de Rusia.
La segunda posición representada por Letonia, Estonia y Lituania, acentúa una elevada rusofobia, provocación permanente, apoyo enfatizado pro norteamericano sin límite, xenofobia y desarrollo de una infodemia desmedida con fakenews permanente hacia sus pueblos, presentando a las tropas rusas como conquistadoras de los territorios del pribaltico y posterior anexión de las tres repúblicas.
Han sido tres repúblicas, fundamentalmente Lituania que se ha prestado como trampolín para el despliegue y entrada de tropas y técnica militar hacia Ucrania, al mismo tiempo han intentado crear un segundo frente de conflicto que debilite a Rusia por el norte.
La tercera posee una representación fundamental de las repúblicas exsoviéticas ubicadas en Asia Central: Kazajistán, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán, y Kirguistán.
En esta región fue de vital importancia para la Federación Rusa la decisión rápida de Moscú en Kazajistán, donde en enero del 2022 las protestas sociales iniciadas por los precios del combustible y luego extendidas y generalizadas cuajaron en disturbios violentos en un país con el que Rusia comparte una frontera de 7 500 kilómetros, en su mayoría desprotegida. La dura estepa. El país estaba sumido en el caos y Moscú, pese a la sorpresa, no tardó en reaccionar: activó la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), un acuerdo de seguridad firmado entre seis estados exsoviéticas (Padilla, 2022).
Por primera vez desde su fundación en 1999, la OTSC dirigida por Rusia montó una operación de mantenimiento de la paz que llevó al envío de 2 500 soldados (Padilla 2022).
Como resultado, Rusia no sólo eliminó una amenaza para la estabilidad de Kazajistán, sino que también fortaleció su influencia allí, evitando que en el futuro se abriera un nuevo frente en esa región.
Momento importante de la estrategia rusa de fortalecer los vínculos con estos países fue la primera Cumbre de Rusia con los países exsoviéticos de Asia Central, a pesar de algunas discrepancias generales se logró una alianza y más confianza con estos países.
Hasta ahora, Moscú ha logrado proteger y promover su seguridad y sus intereses geopolíticos con medios relativamente limitados, a base de presión e influencia, pero la tarea de reconstruir esa Rusia líder, gran potencia mundial la ha ido cumpliendo (EFE, 2022).
La región del Cáucaso Meridional también se le llama Transcaucásica o el Gran Cáucaso donde existen tres estados independientes: Armenia, Azerbaiyán y Georgia, ubicados dentro de la zona transcontinental entre Europa Oriental y Oriente Próximo, zona también de vital importancia para la estabilidad de las fronteras rusas.
El inicio de la Operación Militar Especial de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia el 24 de febrero de 2022 provocó una serie de reacciones internacionales de gran calado que en el caso de Georgia se tradujo en la firma prematura de su candidatura oficial para adherirse a la Unión Europea el 3 de marzo de 2022 al mismo tiempo que solicitaron una mayor integración con la estructura OTAN a imitación de Finlandia y Suecia, las cuales aumentaron su cooperación inmediatamente tras la invasión y solicitaron su ingreso en la Alianza Trasatlántica para mayo de 2022. En el caso de Georgia sería imposible el ingreso ya que todavía las exigencias y requisitos de ambos organismos no se han cumplido, se suma la inclinación que persiste aun de parte de la población y el Estado hacia la Federación de Rusia.
En la mañana del martes 7 de marzo de 2023, 89 de los 150 diputados del Parlamento de Georgia que se encontraban reunidos en el hemiciclo, votaron el proyecto de ley sobre agentes extranjeros presentado por el partido gobernante Sueño Georgiano. El proyecto fue aprobado por 76 votos a favor (diputados presentes de Sueño Georgiano y Poder para el Pueblo) y 13 en contra (diputados presentes de las coaliciones “Fuerza en la Unidad” y “Grupo de Reformas” junto al partido Socialistas Europeos.) (Sedano 2023).
Más adelante se publicó un vídeo de la presidenta del país, Salome Zurabishvili, en la cual se posicionaba en contra de la ley diciendo: en caso de ser aprobada, vetaré la ley, la cual calificó de inadmisible y de una amenaza para la adhesión de Georgia a la UE.
A primera hora del 9 de marzo, la coalición de gobierno anunció que se retiraba la propuesta de ley sobre agentes extranjeros.
El alto representante de exteriores de la UE, dijo que el proyecto de ley de Georgia es “algo muy malo” para Georgia y su gente. Dijo que la redacción de la ley representa una amenaza para la sociedad civil y las organizaciones mediáticas. Consideró que esta ley no se ajusta a los valores y normas de la UE. Contradice el objetivo del Estado de unirse a la Unión Europea, que cuenta con el apoyo de la mayoría de los ciudadanos georgianos.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusa, María Zajárova, criticó la posición de la UE sobre la situación en Georgia, acusando a Josep Borrell de “cruzar las fronteras de la decencia” y “presionar a los ciudadanos georgianos” (Borrell, 2023). También se pronunció la embajada de los EUA en Georgia y la portavoz del Departamento de Estado, insinuando posibles sanciones contra funcionarios georgianos.
Por un lado, la gente desconfía del gobierno actual, por otro lado, no se siente vinculada al sistema político, aunque defienda que la democracia es el mejor sistema para el país, considerando a la Unión Europea, los Estados Unidos y Ucrania como los principales socios políticos de Georgia, sin embargo, hay otra parte del gobierno y el pueblo que consideran a Rusia como socio principal e importante para su desarrollo.
Es interesante también considerar que el 47% de la ciudadanía considera que el principal problema es interno, o la inestabilidad política o la oposición interna son las que ponen trabas a la adhesión. Solamente el 14% cree que las condiciones son injustificadas. El 61% de los georgianos considera que las doce recomendaciones de la Unión Europea para Georgia son aceptables, y el 36% que no. Y aquí se produce una cuestión muy interesante, si Georgia consigue el estatus de adhesión, el 51% cree que es responsabilidad del gobierno georgiano, pero si no lo consigue, el 64% cree que es culpa del mismo actor, el gobierno (Pursals, 2023).
En fin, la posición de occidente ha constituido desde 1991 una intromisión en los asuntos internos de Georgia y el apoyo a la oposición pro europeísta y antirrusa, enfoque que ha creado una situación inestable en esa zona y una posible cuña política, que propicie una desunión en las relaciones ruso-georgiano, peligroso para la estabilidad de la zona.
En el caso del conflicto de Nagorno Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán ante todo hay que tener presente que el estado armenio está formado por una mayoría de etnia armenia que profesa una de las versiones más primitivas y antiguas del cristianismo desde hace siglos, la iglesia Apostólica Armenia. Azerbaiyán, por su parte, concentra un grueso de población turca que tiene al islam en su variante chiita como confesión mayoritaria.
La historia del Cáucaso Meridional, es compleja pero más complicada la crea el occidente imperial con el bien pensado objetivo de poseer una plaza militarizada desde el sur hacia la Federación de Rusa y debilitar sus posibilidades.
La articulación de la política interna de la Federación de Rusia con la exterior se sintetiza, en un decreto firmado por el presidente Vladimir Putin el 31 de marzo de 2023 y con número 229, abre las puertas oficialmente a una nueva era en las relaciones internacionales dentro de un contexto de multipolaridad, como desde hace ya varios años lo vienen planteando junto con la República Popular China. Ese decreto lleva por nombre “Concepto de la Política Exterior de la Federación de Rusia” y se puede interpretar lo siguiente:
- Multipolaridad: donde la Federación de Rusia abre las puertas oficialmente a una nueva época en las Relaciones Internacionales dentro de un contexto multipolar.
- Cooperación y respeto mutuo: el nuevo camino del sistema de Relaciones Internacionales debe ser en el marco del respeto mutuo, la cooperación y la observancia por las tradiciones e identidades de cada pueblo por muy pequeño que sea.
- Desarrollo con responsabilidad ambiental: un modelo de desarrollo con responsabilidad ambiental, solidaridad y ganancias compartidas.
- Fin de las hegemonías: donde se les ponga fin a las doctrinas de los hegemonismos, a las prácticas de acciones con doble rasero, a la imposición de sanciones lo cual divide al mundo y crea desconfianza entre los países.
- Prioridad a los procesos de integración: acciones de cuantas integraciones hagan falta regionales o globales pero que este sobre la base del nuevo concepto de Multipolaridad.
- La lucha conjunta con otros países contra el modelo injusto del desarrollo mundial, que durante siglos garantizó un crecimiento económico exponencial de las potencias coloniales mediante la usurpación de los recursos de Asia, África y América Latina.
- Rusia no se considera un enemigo de Occidente y tiene la esperanza que las naciones occidentales se den cuenta de lo inútil de la política de confrontación y las ambiciones hegemónicas de esos países.
- Rusia prioriza la eliminación de los vestigios de la dominación de EE. UU. y otros Estados hostiles en los asuntos mundiales.
- Rusia aboga por lograr una seguridad internacional igual para todos los Estados sobre la base del principio de reciprocidad y el respeto mutuo.
- La política humanitaria rusa tiene como objetivo formar la percepción positiva de la Federación de Rusia a nivel internacional.
- Lograr contrarrestar la campaña de rusofobia llevada a cabo por los Estados hostiles.
- Rusia aspira a transformar la zona euroasiática en un solo espacio continental de paz, estabilidad, confianza mutua, desarrollo y prosperidad.
- Rusia se propone promover el futuro de África como centro específico e influyente en el desarrollo mundial.
- Rusia buscará desarrollar las relaciones con los Estados de América Latina y el Caribe de manera pragmática, desideologizada y mutuamente beneficiosa.
Rusia deja bien claro en este decreto de una forma transparente y honesta, sin dobles raseros, los intereses nacionales de la Federación de Rusia en materia de la política exterior, así como los principios básicos, objetivos estratégicos, tareas principales y prioridades de la política exterior del gigante euroasiático. El enfoque va en la dirección de fortalecer un verdadero multilateralismo, multipolaridad, la cooperación y los lazos con el sur global para construir un rumbo común a partir de las diferencias y coincidencias que existan entre todas las naciones.
Lo anterior significa un giro hacia nuevas concepciones en los momentos en que la Multipolaridad global se torna más evidente naciendo un nuevo paradigma en las Relaciones Internacionales.
La presidencia de Putin comprende la necesidad de asumir también una doctrina nacional para asegurar la necesaria estabilidad del país. En este sentido, la formulación de esta,[4] se basa en los los siguientes componentes (Rodríguez, 2023):
- Nacionalismo eslavo patriótico: resalta la identidad nacional, cuyas bases son la etnia eslava, el idioma ruso y los valores morales del cristianismo ortodoxo.
- Religión: la doctrina de la Iglesia Ortodoxa, la misión sagrada de Rusia (mesianismo ruso), el autorreconocimiento como la tercera Roma (s. XVI) y la Nueva Jerusalén ante la pérdida de los valores tradicionales del cristianismo en las sociedades occidentales.
- Geopolítica rusa: mantenimiento de la integridad territorial del país y de la influencia en el espacio postsoviético, considerado el Extranjero Cercano. Rusia debe participar activamente como una potencia mundial y ser reconocida como tal. Aplicación del pragmatismo político mediante la fórmula “Rusia no tienen enemigos permanentes, pero sí intereses permanentes”.[5]
- Eurasianismo: Rechazo al liberalismo occidental, defiende la necesidad de un Estado poderoso y autoritario alineado con la Iglesia ortodoxa rusa y sus valores conservadores. Sus principales exponentes son Nikolai Danilevski (1822-1855) y el neoeurasianista Aleksandr Dugin[6] (1962- presente).
- La percepción de fortaleza asediada: apreciación de que gran parte del mundo exterior, y en particular Occidente, mantiene proyecciones hostiles contra Rusia. Históricamente esta valoración de inseguridad está asociada con las constantes incursiones enemigas al territorio nacional o próximo a este, desde los Varegos, tártaro-mongoles hasta las invasiones napoleónicas y nazis, así como la expansión de la OTAN en la zona de amortiguación tras la disolución del Pacto de Varsovia. En consecuencia, el Estado debe dirigirse ante todo a contrarrestar esas amenazas tanto en el plano interno como externo, fundamentalmente a través de sus capacidades militares.[7]
- La crítica a Occidente: término acuñado por Danilevski (del ruso западофобии), refleja la desconfianza hacia el Occidente histórico. El propio nombre, traducido literalmente como “occidentalofobia” es algo arbitrario, ya que no evalúa la fobia en sí, sino el grado de crítica.[8]
Como se puede apreciar el epicentro fundamental de la situación actual de Rusia se encuentra en el conflicto de Europa donde los Estados Unidos de América ha tomado de rehén a Europa y de punta de lanza a Ucrania, para tratar de fragmentar el territorio ruso y eliminar un poderoso país multinacional extenso y poderoso militarmente y al mismo tiempo un socio esencial de la República Popular China que constituye un pilar cardinal de la competencia con el país norteño. Al mismo tiempo han tratado de abrir otros frentes que debilite al gigante euroasiático.
La nueva política exterior decretada en marzo del 2023, constituye un elemento esencial para la protección desde lo, interno y externo la gestión en la presidencia de Putin y su equipo de dirección, se presenta al mundo el país eslavo como nuevo pilar junto a China del tránsito a un mundo multipolar, ejemplo en la práctica de esa política lo constituye la reunión con la Unión Africana y con los parlamentarios de países de América Latina, al mismo tiempo el fortalecimiento y ampliación de los BRICS, la Unión Económica Euroasiática, y la Organización de Cooperación de Shanghái.
Rusia internamente
Las elecciones presidenciales de marzo del 2024, tienen una gran diferencia con la ocurridas en el 2018, después de las elecciones presidenciales del 2018 en la Federación de Rusia donde Vladimir Putin alcanzó la mayoría para poder proclamarse presidente, comenzaron a realizarse acciones de Estado para ir transformando la vida política económica, política y militar de dicho país.
En el 2020, se reformo la constitución y se decretó por ley la posibilidad de que el presidente del país ejerciera por dos mandatos de seis años cada uno, por lo que Vladimir Putin podría gobernar hasta el año 2030.
En el año 2021 se desarrollaron las elecciones legislativas donde el partido de Putin, logra un porcentaje alrededor del 50% de los escaños, junto con el partido Comunista de la Federación que logró casi el 52%, los más cercanos después fue el Partido Liberal Demócrata y Rusia Justa, que estuvieron cerca de 30% y el 28% respectivamente, de los 450 escaños que tiene la Duma Estatal. Estas elecciones son por un periodo de cinco años, quiere decir que hasta el 2026, prevalece la mayoría alrededor del Partido del Presidente.
La lucha contra la COVID-19 constituyó un elemento esencial en el fortalecimiento de Estado multinacional ruso con el Partido de Putin al frente. A pesar de todas las muertes ocasionadas por la pandemia la ciencia rusa logró demostrar su independencia con la creación de vacunas que propiciaron el afrontamiento a esta enfermedad y su aplicación también en otros países, esto constituyo un nuevo fortalecimiento a la presidencia de Putin.
El inicio de la Operación Militar Especial (OME), por las tropas rusas en Ucrania, ocasionó un rechazo en un principio por parte importante de la comunidad internacional, la aplicación de sanciones al Estado Ruso y a compañías dentro y fuera del país trajo consigo cierta confusión por una parte y oposición por otra de oligarcas rusos. El tiempo fue demostrando, que la decisión de desarrollar una OME, con el objetivo de desnazificar Ucrania y defender los derechos de los pueblos rusos ante la avalancha de la rusofobia por el gobierno ucraniano, era necesario para el gobierno ruso.
Es de destacar que no era solo un sencillo enfrentamiento entre dos países, era la defensa del gobierno de la Federación Rusa contra la cruzada de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), organización militar que venía cercando durante más de dos décadas las fronteras rusas, con armamentos y tropas de sus países miembros bajo la dirección del gobierno de los Estados Unidos de América.
Hoy continúa este enfrentamiento que ya sobrepasa los límites de la OME y constituye un enfrentamiento prácticamente directo, de las fuerzas armadas de la Federación Rusa, con la OTAN, conflicto difícil de predecir su terminación u otro desenlace aun cuando cesen las hostilidades militares. Junto a las acciones militares se han unido miles de sanciones contra Rusia, con el objetivo de desgastar su economía, creando crisis internas que conlleven al caos interno.
Por otra parte, es de destacar que la Constitución rusa establece que las elecciones presidenciales son convocadas por el Consejo de la Federación entre 100 y 90 días antes del día de la votación, que es el segundo domingo del mes en que se celebraron las anteriores elecciones presidenciales, salvo que en esa misma semana haya un día festivo.
El segundo domingo de marzo próximo es el día 10, pero por cuanto el 8 es festivo por celebrarse el Día Internacional de la Mujer, los comicios se celebrarán el día 17.
La presidenta de la Comisión Electoral Central (CEC), Ela Panfílova, anunció que la CEC se estudiará un proyecto de resolución para que las votaciones de las presidenciales se lleven a cabo durante tres días, el 15, 16 y 17 de marzo.
Hacia el interior de la Federación de Rusa se aprecia que sucederá una nueva victoria electoral de Putin en marzo del 2024, dependerá según algunos estudiosos del tema en gran medida del resultado del conflicto armado, pero debe quedar claro, que esto solamente no representa la victoria, porque las acciones combativas pueden terminar mañana, pero lo importante es que también termine el conflicto y sus impactos para el pueblo ruso y esto no solo depende de Putin.
Sin embargo es de destacar que los resultados de las encuestas presentadas por la agencia Sputnik un poco más del 80% de la población le da un voto de confianza al presidente y aprueban su gestión y labor al frente de la OME.[9] Este porcentaje de aprobación de más del 80% se mantiene en otras encuestas realizadas en el segundo semestre del 2023.[10]
La oposición rusa, aunque no posee una actividad elevada si ha creado en el interior del país descontentos que se han reflejado en diferentes territorios, los cuales en esencia solicitan la terminación de la guerra, la sustitución del presidente Putin y en algunos casos acercamiento a los países occidentales.
Ante toda esta situación, en el mes de diciembre de 2023, el presidente Putin, declaró su postulación para un nuevo periodo presidencial, que lo llevaría a gobernar hasta el 2030. Hoy no se vislumbra otro liderazgo que pueda competir con Putin, su gestión presidencial todavía es aprobada por más del 70% de la población, a lo que se suma también su liderazgo, en las zonas de Crimea, Lugansk y Donéts.
Al valorar este posible escenario interno, nos permite declarar que constituye una fortaleza para el gigante euroasiático la continuidad del presidente Putin, pero al mismo tiempo, no se percibe un nuevo liderazgo que pueda sustituirlo a pesar que dentro de la dirección de la Federación existen lideres capaces pero que no se les ha dado el protagonismo quizás necesario.
Al mismo tiempo a pesar del desarrollo del patriotismo, expresado de varias formas, hay decisiones gubernamentales internas, que pueden repercutir en las futuras elecciones tales como: la dilatación de la guerra, la elevación de la edad de reclutamiento para servir en las Fuerzas Armadas, el aumento de los precios y la proclamación de algunos decretos que se interpretan como violación de los derechos humano de las personas.
Vladimir Putin tendrá el camino libre para la presidencia algunos de sus grandes opositores están en el exterior o han sido encarcelados por diferentes motivos, y se ha sumado la confirmación por parte del Tribunal Supremo ruso de la prohibición de la candidatura de Yekaterina Duntsova.[11]
Duntsova es una periodista rusa que se ha mostrado contraria a la invasión de Ucrania y que proponía reformas para una mayor democracia en el país y para la liberación de presos políticos.
Entre otros candidatos está Boris Nadezhdin,[12] conocido como “candidato de la paz”, que ha pedido parar la invasión de Ucrania, Nikolái Jaritónov[13] del Partido Comunista de Rusia, Andrei Bogdanov,[14] quien ha recibido alabanzas en público del propio Putin, o el ultraderechista Leonid Slutsky, defensor a ultranza de la guerra. Se habla también de, y Grigory Yavlinsky, exdiputado de la Duma Estatal y candidato presidencial en 1996, 2000 y 2018.
Como se puede apreciar a pesar de algunas dificultades representada por la oposición no se observa sin ser absoluto, un candidato que pueda sustituir a Putin en estos momentos, al parecer el país euroasiático necesita de Vladimir Putin para que resuelva lo que su equipo empezó y le siga dando prosperidad a su pueblo.
Conclusiones
La caracterización del contexto histórico, militar, económico y cultural está planteada tanto en lo externo como hacia lo interno. La Federación de Rusia se desarrolla bajo una hostilidad internacional incalculable, poder evadir mucho de sus obstáculos ha propiciado elevar el liderazgo de Putin y presentado su figura para las nuevas elecciones.
Los problemas externos que puedan emerger de la situación del conflicto bélico que desarrolla Rusia en Europa, tendría un por ciento de afectación significativo en la política interna y por supuesto las elecciones presidenciales, esto, aunque puede llamarse imposible, no debe descartarse.
La Federación Rusa por su desarrollo económico paulatino, su fortaleza militar, sus alianzas estratégicas con varios países, en particular su estrecha relación con la República Popular de China, está presentando al mundo que es una potencia que se solidifica.
La nueva política exterior de Rusia, sus concepciones sobre la multipolaridad, la posición del propio presidente ruso, ante países africanos y de Latinoamérica, constituye una fortaleza esencial para estas elecciones.
Como colofón es de destacar que toda la política exterior de la Federación de Rusia ha estado condicionada al desarrollo interno de este país, sus alzas y declives, las sanciones que le han impuesto, el desarrollo y fortalecimiento de sus vínculos con China y su política pragmática tanto dentro como fuera del país. Está ahora por decidir la terminación del conflicto en Ucrania, que no solo está condicionado por las decisiones rusas si no por el comportamiento de la Unión Europea y la OTAN. Podría decirse que a las elecciones Putin hasta este momento irá con fuerza, tendremos que esperar, los primeros momentos de su presidencia y considerar también que los Estados Unidos de América entran en elecciones, en cuanto podría influir, la práctica política lo dirá.
Los candidatos pueden variar en la nómina, inclusive algunos se retirarían si sienten la presión o no ven un horizonte positivo.
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[1] Otras fuentes informan sobre un total de sanciones en este período de 2 695.
[2] Yevgeny Primakov fue ministro de Exteriores y primer ministro de la Federación de Rusia de 1996 a 1999, sus aportes a la política exterior rusa y a su desarrollo endógeno son significativos.
[3] Ver Consejo Europeo y Consejo de la Unión Europea (2023).
[4] El término original de Idea Rusa hace referencia al “plan de Dios para Rusia” y fue empleado por primera vez en el escritor Fiódor Dostoievski en 1860.
[5] Originalmente esta tesis fue enunciada por el primer ministro del Reino Unido, Lord Palmerston (1784-1865), en referencia a su propio país.
[6] Una síntesis de la teoría de Dugin se encuentra en https://www.geopolitica.ru/es/article/la-idea-de-eurasia-el-eurasianismo-como-camino-hacia-una-multipolaridad-real.
[7] La ausencia de aliados permanentes en la historia rusa se popularizó frase del zar Alexandr III “Rusia solo tiene dos aliados: el Ejército y la Marina”.
[8] El 7 de mayo de 2007, el portal REGNUM publicó la “Calificación de la fobia a Occidente; medios de comunicación rusos”, de los autores Konstantin Belousov y Natalia Zelyanskaya. Véase Рейтинг “западофобии” российскихСМИ, Recuperado de https://www.sova-center.ru/hate-speech/discussions/2007/05/d10799/.
[9] Ver Sputnik (2022).
[10] Ver STATISTA (2023).
[11] Yekaterina Sergeyevna Duntsova, nacida el 24 de abril de 1983, es una política y periodista rusa. Comenzó su carrera como periodista y fue miembro de la Duma Municipal de Rzhev de 2019 a 2022.
[12] Es de ascendencia rusa, ucraniana, polaca, rumana y judía. Nadezhdhin se presentó a las elecciones a gobernador de la región de Moscú de 2018 por el partido Crecimiento. Del 2011-2023 Iniciativa Cívica, este partido es conocido como partido de los cambios es de centro-izquierda.
[13] Nikolái Mikhailovich Jaritónov; nacido el 30 de octubre de 1948 es un político ruso, que ha sido miembro de la Duma Estatal desde 1994. En 2004, Jaritónov se enfrentó a Putin en las elecciones presidenciales, ocupando el segundo lugar.
[14] Andréi Vladímirovich Bogdánov nacido el 31 de enero de 1970 es un político ruso. Es el presidente del Partido Ruso de la Libertad y la Justicia un destacado masón, sirviendo como Gran Maestro de la Gran Logia de Rusia desde 2007.
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