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África

Las elecciones generales en Angola y los funerales de Estado de José Eduardo dos Santos

agosto 31, 2022   0

Crédito: Prensa Latina

La victoria inobjetable del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) en el desenlace electoral, previsto para el 24 de agosto de 2022, reafirmó el peso específico de la organización nacionalista en el país austral, desde su fundación en 1956 hasta el presente, que abarcan las etapas históricas de lucha de liberación nacional, agresión foránea y contienda civil, así como en los tiempos de paz a partir de la rúbrica del Armisticio de Luena en 2002.
En esta oportunidad, el MPLA tuvo en contienda a su principal adversario político en un contexto de enfrentamiento de la pandemia de la COVID-19 y los avatares económicos disímiles que le han afectado a lo largo del proceso de desarrollo nacional.
Con el escrutinio del 97,03 por ciento de las boletas válidas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el MPLA garantizaba el 51,7 % de los votos, disponer de 124 diputados, mayoría absoluta suficiente y la reelección de su candidato presidencial, Joao Lourenco, frente al 44,5 % alcanzado por la UNITA, que significan 90 diputados, ratificándose su presidente y candidato, Adalberto Costa Júnior, como líder de la oposición.
Un elemento clave, en este proceso electoral plagado de expectativas contrarias al MPLA, fue el papel desempeñado por los observadores internacionales, en el cual los ex presidentes de Mozambique y Tanzania, Joaquim Chissano y Jakaya Kikwete, resaltaron que el pueblo angolano “mostró al mundo un buen ejemplo de cómo fortalecer la democracia a través de una elección conducida con éxito”, refirió el Jornal de Angola online.
Los resultados de estos comicios ilustran la participación del 45,65 % (6 192 067 votos válidos), de 14 399 391 electores inscritos, que marcó un abstencionismo del 54,3% y un descenso de un 30,5% en relación con las elecciones generales de 2017.
Como era previsible, el MPLA dominó la distribución geográfica de los asientos parlamentarios por distritos electorales, con excepción de las provincias de Zaire y Luanda, aventajadas por la UNITA, cuya campaña electoral estuvo enfocada hacia los jóvenes, con mensajes referidos a la falta de empleo, pobreza y la aducida carencia de oportunidades, observaron medios informativos occidentales.
Los resultados electorales alcanzados por la UNITA estuvieron respaldados con 2 770 885 votos, que constituyen un 39% en ascenso respecto a las elecciones generales de 2017. Los restantes partidos y coalición que tomaron parte en la contienda, a saber, PRS, FNLA, PHA y CASA-CE sólo lograron de conjunto seis escaños, lo que subraya en la práctica una suerte de bipartidismo en la Asamblea Nacional para el próximo lustro 2022-2027.
Paralelamente, el abstencionismo emergió en estos comicios como figura de destaque, atribuible a los impactos de la COVID-19 en lo social, así como en la situación económica desfavorable generada por la propia pandemia. Previamente, el MPLA había gobernado el país con mayorías absolutas, desde la introducción de la democracia multipartidista en 1991, con el desempeño del 53,74% de los votos emitidos (1992), el 81% (2008), el 71,84% (2012) y el 61,08% (2017).
La victoria del MPLA resulta un acontecimiento político relevante, cuyo gobierno acomete un programa de desarrollo importante, que contempla las agendas 2030 y 2063 de la ONU y la Unión Africana, respectivamente, además de ser un actor que desempeña un papel activo tanto en África austral como en el marco de la Comunidad Económica de Estados de África Central (CEEAC) en los más diversos temas que acaparan la agenda regional e internacional.
Culminado este episodio que, desde lograda la paz en el país, se ha llevado a cabo sin contratiempos por parte del gobierno, con el MPLA como garante, Angola tendrá la posibilidad de proseguir la implementación del programa de desarrollo trazado, sin sobresaltos en sus relaciones internacionales, comprometido con los procesos integradores y cooperación de beneficio mutuo.
Al mismo tiempo, los funerales de Estado del ex presidente José Eduardo dos Santos reafirman la madurez del gobernante MPLA, sino también el reconocimiento justo de quien fuera el artífice de la paz y la reconciliación nacional, seguidor en fin de cuentas de lo que proclamara en su momento Agostinho Neto, en pleno ejercicio de su presidencia, como premisa sine qua non para avanzar en el propósito de la construcción de la nación angolana, de Cabinda a Cunene, para lo cual el desempeño del MPLA resultaba un instrumento inestimable.


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