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Martí

Revelación martiana: las pinturas del ruso Vereschaguin

Otros autores: El autor es fundador del Movimiento Juvenil Martiano de la República de Cuba, miembro fundador del Consejo Nacional de Cátedras Martianas, ha participado en más de 20 eventos internacionales sobre José Martí, durante 8 años fue presidente de dos Comisiones del Evento Nacional del Movimiento Juvenil Martiano.
febrero 8, 2024   0

Cuando se estudia un país es importante adentrarse en el conocimiento de su idiosincrasia, el arte y la cultura; estos tres elementos son imprescindibles para conocer el devenir histórico de los pueblos y el comportamiento de sus gobernantes. Los tiempos cambian pero las raíces peculiares que distinguen al nativo constituyen el sello distintivo de cómo fueron los pueblos, que son hoy y cuál será el mañana independientemente de las confluencias de varios rasgos oriundos y exógenos.

Tal valoración anterior está presente en dos significativos trabajos de José Martí “La exhibición de pinturas del ruso Vereschaguin”[1] publicado en Nueva York, el 13 de enero de 1889 y en la crónica “Cuadros famosos”, Vasili VasilievichVereschaguin, publicada por El Partido Liberal, que fue inaugurada el 10 de noviembre de 1888 en los salones de la Asociación Americana de Arte.

Martí desde muy temprano conoce las creaciones del pintor ruso Vasily Vereschaguin, manifestando en lo adelante su éxtasis por la obra del artista cuyos trabajos menciona en varias ocasiones. Logró captar con lúcida expresión escrita los cuadros y tapices de Vereschaguin con sus temas militares, y sus magníficosguerreros.

El vencedor. Réquiem por los caídos

Ataque por sorpresa

“Representa uno de los momentos importantes de la batalla. El tema principal de este trabajo es la inflexibilidad y el heroísmo sin precedentes de un soldado ruso. Estas características se manifiestan no solo en momentos de victorias galantes, sino también en la situación más difícil”.

En el muro de la fortaleza. «Déjenlos entrar», 1871, Vasili Vereschaguin

Galería Tretiakov

En sus consideraciones, Martí logra trasmitir el ambiente sombrío de las jornadas bélicas, pintadas por Vereschaguin, el aspecto de los muertos y heridos y el estado de los soldados rusos exhaustos tras la batalla pero radiantes tras las victorias y puntualiza con una belleza sombría “(…) Más donde impera la muerte solitaria, y el hombre ha cesado de padecer, halla Vereschaguin la sublimidad que falta siempre, acaso porque desprecia a los hombres que conoce, en los lienzos donde se quiere algo más de grupo y color de las figuras: tal aquel otro tiempo, lleno de majestad y de ternura, en que, de pie en el yerbal cubierto de muertos blanquecinos, bajo el cielo que sube por el Este sombrío y lluvioso, los dos amigos postreros, el jefe en traje de batalla, y el sacerdote con su casulla sepulcral, entierran, con un dolor que entra en los huesos, murmurando la oración al compás del incensario, al escuadrón que de una arremetida segó el turco”.

Martí nunca estuvo en Rusia, pero supo aquilatar el ruso, su descripción personológica: rasgos del carácter, temperamento y pragmatismo en la acción, son elementos que caracteriza con una exactitud meridiana: “El ruso renovará”  es cierto, en su historia desde la época zarista hasta nuestros días, ha tenido el espíritu de ser moderno, rejuvenecido, a pesar de momentos trágicos y de estancamiento en la historia, ha mirado al desarrollo, a sentirse grande como la extensión de su propio país, Martí lo observa desde sus pinturas donde Vereschaguin es capaz de reflejar el pasado, presente y futuro del gigante euroasiático.

Más adelante el apóstol de nuestra independencia puntualiza sus características, “Es niño patriarcal, piedra con sangre, ingenuo sublime. Trae alas de ángel y garras de piedra. Sabe amar y matar. Es un castillo, con barbas en las almenas y sierpes en los tajos, que tiene adentro una paloma. Debajo del frac, lleva la armadura…”

En el año 1888 en Rusia predominaba el zarismo, liderado por Alejandro III, nacido en San Petersburgo su reinado se caracterizó por el autoritarismo, el incomunicación con las influencias europeas, la dejadez de las reformas políticas y sociales y el impulso dado a la rusificación de los pueblos conquistados, especialmente en Polonia, Finlandia y los territorios del Báltico. Durante su estancia en el poder puso fin al terrorismo anarquista y defendió a los nobles, llegando incluso a crear un Banco para la nobleza. En política exterior ejerció gran presión sobre la zona del Báltico,Polonia y Finlandia.Se distanció de Alemania y mantuvo relaciones conFrancia.

Han pasado 136 años desde que escribió las crónicas y es indiscutible que ha renovado el ruso, como escribió Martí, se ha modernizado pero su fuerza distintiva sobresale, porque predomina su potencia, el optimismo de perdurar, de hacer historia, luchar por sus criterios ante un mundo que cada día se torna más multipolar, su estilo guerrero es indiscutible, porque sabe bien por qué lucha.

El ruso ama la paz, pero tiene claro que no se le puede molestar y doblegar, en la historia de sus pueblos ha sufrido los intentos de conquistas, de división múltiple de su gran extensión territorial, desde su parte occidental del Báltico hasta la asiática de la Isla Gran Diomedes o la parte continental del cabo de Dezhnev.Dicen algunos historiadores que no ha empezado guerra sin razones, pero también se dice que las ha terminado todas, Martí observa esto desde las pinturas del maestro Vereschaguin, que recorre el comportamiento ruso más allá de sus fronteras

Desde su época como estudiante en el colegio de Rafael María de Mendive, José Martí leía y lograba traducir obras de autores europeos. Es dable que la lectura de “La Rusia contemporánea”, de Emilio Castelar, incitara su interés por la cultura rusa. Entonces podríamos decir que, mediante la lectura de las grandes obras de los poetas y escritores rusos traducidos al inglés y al francés, y a través de laspinturas de Vereschaguin, conformó Martí su visión sobre Rusia, su idiosincrasia, las características del pueblo ruso, su historia, su realidad política en el siglo XIX, sus artes, como reflejo de la realidad objetiva de la vida en el gigante eslavo.[2]

Su narrativa articulada, su ojo censor, calificó a través de las pinturas del maestro Vereschaguin, al ruso de la época, su participación en guerras despiadadas, pero también reveló su futuro y confirmó que este renovaría.

Bibliografia

  1. https://www.lajiribilla.cuRusia en la vida y obra de José Martí
  2. Martí José.Obras Completas, Edición Crítica, t.31.
  3. Pérez Camejo Blas Nabel (2017).Asir la luz. José Martí y Vasili V. Vereschaguin, Editorial Oriente.
  4. Periódico Trabajadores 9 de noviembre 2018 consultar en   https://www.trabajadores.cu.

[1]Vasili Vasilievich Vereschaguin, pintor ruso, nacido en Cherepovetsen 1842 Tras terminar sus estudios ingresó en la Marina rusa y al finalizar el servicio militar comenzó a estudiar pintura, primero enSan Petersburgoy luego enParis. Viajó por varios países de Europa y visitóSiria, laIndia, Palestina,Filipinas, Estados Unidos de América, Japón y Cuba. Asimismo, acompañó al ejército ruso en sus campañas enAsia Central(1867-1869) y en losBalcanes(1877-1878) en calidad de pintor oficial de las fuerzas armadas. Murió el 13 de abril de 1904 a bordo del acorazado rusoPetropavlovsk, que impactó contra dos minas marinas mientras regresaba a Port Arthurdurante laguerra ruso-japonesa.

[2] En el Cuaderno de apuntes No. 8, Martí consigna una extensa relación de palabras de origen ruso con su significado en español, lo que demuestra su interés por esta cultura. Casi todas las emplea en esta crónica. Definió kniaz como «príncipe, señor». Junto a isvotchik escribió: «cochero de carruajes de alquiler».


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