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Ciberseguridad

La Inteligencia Artificial: ¿utopía o realidad?

marzo 11, 2024   0

Crédito: Inteligencia Artificial Fotos de Stock por Vecteezy

Introducción

Aún en el siglo XXI para el ciudadano común es muy complicado abordar las temáticas, que tratan los temas de la cibernética, ciberespacio y la Inteligencia Artificial (IA), a pesar que una parte nada despreciable de la humanidad no puede prescindir de su uso cotidiano.

Han transcurrido más de 150 años desde que la matemática y escritora británica Ada Lovelace programara el primer algoritmo procesado por una máquina y profetizara que la máquina llegaría a tener aplicaciones más allá del puro cálculo.

En la primera mitad del siglo XX, recién concluida la Segunda Guerra Mundial, se aplicó por primera vez el concepto de cibernética dirigido en especial al ámbito militar y encaminado al estudio tanto de los sistemas de comunicaciones, control de los organismos vivos como de las máquinas, al contemplar de igual forma los sistemas de comunicación y control de los organismos vivos como los de las máquinas existentes, bajo la idea de que si el cerebro y el sistema nervioso podían coordinar toda la información para determinar una futura línea de conducta entonces los mecanismos de control y de autocorrección en las máquinas pueden servir al mismo propósito.

A finales de la década de los años 50[1] del siglo XX, un grupo de científicos reunidos en una ciudad de los Estados Unidos acuñó por primera vez el término de IA con la intención de desarrollar máquinas y programas capaces de simular el pensamiento humano, marcando un hito en su campo de estudio. Desde entonces, la IA ha avanzado mucho gracias al desarrollo de la computación, la programación y el aprendizaje automático (machine learning), o sea, la capacidad de los sistemas de aprender por sí mismos.

Más tarde, en la segunda mitad del siglo XX, el escritor William Gibson (1984), en su novela Neuromante, popularizó el término ciberespacio, aunque ya desde finales de los años 60, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados del Departamento de Defensa de Estados Unidos, instauró en pruebas la primera red de conmutación de paquetes del mundo para conectar a cuatro universidades en el territorio federal.

La IA y su variante belicista en el combate moderno

La IA tiene defensores y detractores. Esta tecnología, cuando su uso es controlado, puede proporcionar mejoras a la vida en el planeta al contribuir a estudio y erradicación  de enfermedades como el cáncer, la manipulación del genoma humano, la nanotecnología el estudio de fenómenos naturales que afectan diversas regiones del mundo, la exploración con fines pacíficos del universo, los océanos, la automatización del aprendizaje, la agregación de inteligencia a productos existentes para mejorar muchas tecnologías en el hogar y en el lugar de trabajo, y un interminable glosario de posibilidades que la sitúan como una extraordinaria revolución tecnológica.

Diversos análisis sitúan los peligros de su uso vinculados a la protección de datos personales o a la capacidad de análisis de datos de manera masiva pero pocas publicaciones alertan sobre su utilización en el combate moderno.

En la segunda mitad del siglo XX, ya existía un interés marcado por parte de Estados Unidos por la introducción y uso masivo de los medios tecnológicos en la llamada Guerra del Golfo. Donald Rumsfeld[2] fue uno de sus principales impulsores y estaba convencido de que el uso masivo de los nuevos armamentos, especialmente las armas de precisión y los aviones furtivos, estaban destinados a transformar la guerra (Schwartz, 1995).

El gran salto en la utilización exitosa de los medios aéreos no tripulados fue en el año 1994, cuando se efectuó el primer vuelo de un “Predator” utilizando el sistema de posicionamiento global GPS en lugar de estar programado o de usar la línea de visión. Su uso se implementó años después, en las operaciones aéreas que se llevaron a cabo contra la República Federativa de Yugoeslavia.

A partir de ese momento comienza un vertiginoso desarrollo y uso masivo de este tipo de medios aéreos con nombres que los medios de comunicación repiten de manera constante y por esa razón ya nos suenan al oído, como letalmente familiares (Predator, Global Hawk, Reaper, etc.) por la estela de muerte y destrucción que han dejado en diversas latitudes, fundamentalmente en el Medio Oriente.

Actualmente, los medios portadores de la IA se están usando de manera intensiva para el desminado y desactivación de explosivos, el apoyo en labores de la policía para socorrer soldados en el campo de batalla, el abastecimiento de municiones, el reconocimiento del terreno, la búsqueda de información sensible del enemigo, etcétera.

A finales de la década de los años 50, el Pentágonopuso en marcha una nueva agencia intergubernamental para estudiar soluciones tecnológicas de vanguardia para uso militar la cual denomino DARPA.[3] Esta agencia, en los años 60, creó diversos medios tecnológicos que han revolucionado el mundo de la tecnología y que hoy usamos normalmente (Internet, GPS entre otros).

DARPA investiga y desarrolla medios y componentes de uso militar que le permitan al Departamento de Defensa de Estados Unidos reducir costos en armamento y equipamiento militar mediante la creación de soluciones a viejos problemas, o “repensar sistemas militares complejos”. Algunas esferas de sus investigaciones parecen sacadas de una historia de ciencia ficción:[4]

  • “máxima movilidad y manipulación”, buscando crear y demostrar los avances científicos y de ingeniería robótica y sus capacidades de movilidad y manipulación.  
  • programa de la Oficina de Tecnología Táctica (TTO, por sus siglas en inglés) el cual desarrolla, armas y sistemas espaciales avanzados para preservar la superioridad militar estadounidense mediante una ventaja tecnológica abrumadora.
  •  proyecto Extreme Accuracy Tasked Ordenance (EXACTO), destinado a la precisión de los francotiradores gracias a una avanzada munición del calibre 12,7 milímetros que puede maniobrar en pleno vuelo.
  • buscador para la Deep Web (Internet Profunda), destinado a llegar a todos los sitios donde no llegan Google, Yahoo o Bing o donde está el contenido que no quiere ser encontrado.
  • Robots líquidos, los cuales son fácilmente maleables, por lo que pueden deformarse y estirarse lo suficiente para atravesar aberturas de pequeñas dimensiones
  • Armadura TALOS (Proyecto TALOS-Tactical Assault Light Operator Suit), armadura líquida capaz de detener balas y proporcionar visión nocturna además de un exoesqueleto que le permite transportar equipo pesado.
  • programa Upward Falling Payloads,[5] destinado a poner cápsulas robóticas en el fondo del océano y luego permitirles estar al acecho durante años hasta que, desencadenadas por un evento o una orden, se despiertan de su sueño mortal y suben a la superficie para liberar sus cargas útiles que podrían ser drones (submarinos o medios aéreos).
  • programa Distributed Agile Submarine Hunting o DASH, pensado para ser usado como satélites para el fondo océano con un alcance de detección ilimitado.
  • programa Transformational Reliable Acoustic Path System o TRAPS, sonar pasivo ubicado en el fondo del mar capaz de escuchar firmas acústicas que podrían indicar el paso de submarinos.
  • programa Airborne Launch Assist Space Access, con el objetivo de poner en órbita satélites de hasta 100 libras en 24 horas por menos de un millón de dólares cada uno, para la reparación y arreglo de satélites dañados por la basura espacial.
  • programa Anti-submarine Warfare Continuous Trail Unmanned Vessel, “barco fantasma” destinado a seguir objetivos marítimos a enemigos a distancia, sin ser detectado y sin violar “aparentemente” las aguas jurisdiccionales del adversario.

La utilización, hasta ahora en pequeña escala, de la IA en el combate moderno nos indica, sin temor a equivocarnos, que el ciberespacio se ha ido militarizando de manera ascendente, desde la pasada década, y la utilización de los medios de la informática y las comunicaciones en el ámbito militar se han convertido en un lucrativo negocio subvencionado por algunos estados, en función de sus intereses, en especial, la guerra.

En los momentos actuales es evidente que Washington necesita un nuevo enfoque para proyectar el poder, y satisfacer y actuar, con un ejército más pequeño, en diversos y numerosos conflictos bélicos.

Expertos vinculados al área de la defensa sostienen que la ventaja estratégica que proporcionó la RMA (Revolución en los Asuntos Militares) en los temas de información ya no es apreciada de igual manera. Los adversarios de Estados Unidos no sólo se están dotando de las capacidades tecnológico-militares vinculadas con esta revolución (sistemas C4ISTAR[6]) para digitalizar el campo de batalla, armas inteligentes para batir con precisión los objetivos enemigos y plataformas furtivas o no tripuladas para entrar en áreas de riesgo, sino que también están desarrollando medidas específicas para limitar su poder.

La IA y la robótica se han integrado, en una simbiosis exitosa, a las plataformas furtivas, sensores y armas inteligentes, propiciando importantes mejoras en la forma de concebir y conducir las operaciones militares.

En esta época, si las investigaciones en IA con fines bélicos continúan al ritmo actual propiciando, el uso autónomo de los medios de combate entonces el concepto de “soldado” como único responsable de alguna acción militar que ocasione muerte y destrucción, va perdiendo de manera alarmante su sentido, porque detrás de un gran ataque puede existir solo un servidor o un medio de cómputo diseñados hasta para tomar decisiones y corregir determinados errores. ¿Puede un país declararle la guerra a un servidor?

Esta realidad sería una de las paradojas a la que se deben enfrentarse los estrategas militares a la hora de planificar y concebir las operaciones militares, con los métodos de planificación del combate moderno. Evidentemente, los métodos utilizados en épocas anteriores se van convirtiendo, de manera gradual, en obsoletos.

Recientemente la Universidad de Cornell (New York) realizó un estudio (Rivera y otros, 2024), donde diversos investigadores, examinaron el comportamiento de grandes modelos lingüísticos en los procesos de toma de decisiones, sobre todo en ámbitos delicados como la defensa y la política exterior. Este estudio demostró resultados dignos a considerar, al proponer en modelos simulados, ataques nucleares denotando un aumento drástico de la agresividad de esta variante de la IA objeto de estudio.

Otros estudios nos tranquilizan algo y exponen que hay muchas actividades, similares a las humanas, que la IA aún no puede realizar, como tomar decisiones morales, inventar algo por su voluntad, aprender a través de la experiencia, crear, conceptualizar y planificar estratégicamente, interactuar con sentimientos como empatía y compasión y realizar trabajos físicos complejos que requieren destreza o coordinación precisa de manos y ojos.

La IA utiliza algoritmos para funcionar, pero también los genera y los modifica según los datos que recibe y los objetivos que persigue. Los estudios e informaciones actuales establecen que es capaz de entrenarse utilizando grandes cantidades de datos proveniente diversas fuentes incluyendo todo lo que hay en laInternet y realizar tareas relacionadas con el análisis de enormes volúmenes de datos a velocidades que resultan muy superiores a las que puede efectuar el cerebro humano.

A mediados de 2023, un grupo de aproximadamente 100 expertos en el tema elaboraron una carta donde solicitan una pausa en el entrenamiento de la IA y argumentan que los laboratorios que trabajan con esta tecnología están en “una carrera fuera de control”para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas que nadie.[7]

A principios de marzo de 2024, se celebraron, de manera exitosa, los primeros Juegos del Futuro de la historia en el que deportistas de 107 naciones combinaron el cíberdeporte con disciplinas clásicas. Esta noticia no solo tiene la trascendencia del uso de los músculos atléticos de afanados deportistas que, supuestamente, han dedicado mucho tiempo a su preparación personal. Lo novedoso y, quizás preocupante, es que 16 naciones se enfrascaron en una “Batalla de robots” en la competición que puso a prueba las habilidades para construir y programar robots de combate.

Entre las exigencias de este cíberdeporte, que de seguro ganará adeptos entre los fanáticos de la tecnología de punta, se estableció que el ganador es el equipo que logre acumular la mayor cantidad de puntos en las categorías de daño, agresión y control. Evidentemente si la humanidad continúa por esa senda de violencia, estas van a ser las bases fundamentales de la guerra que se avecina. Como nota final y sensacionalista, la victoria correspondió al equipo indio DS Robotics.[8]

La IA y su necesaria regulación

En general, se considera Ciencia Ficción a las narraciones o historias que versan sobre el impacto que producen los conocimientos científicos y tecnológicos sobre la sociedad o los individuos. La acción puede girar en torno a un abanico grande de posibilidades, y puede tener lugar en un tiempo pasado, presente o futuro, e incluso, en tiempos o universos alternativos ajenos a la realidad conocida.

El siglo XX fue una época pródiga en cuanto al éxito de las novelas de este género literario, que fue impulsado por el célebre y visionario escritor de origen ruso[9] Isaac Asimov, quien, sin proponérselo, estableció en su celebre obra “Yo robot” lo que consideraba las leyes que debían ser respetadas a toda costa por la IA, en este caso, por las máquinas robóticas, y que regirían la convivencia entre el hombre y las máquinas en el futuro.

Las mencionadas leyes (3) establecían, en síntesis, que “un robot no podía causar daños a un ser humano, un robot debe cumplir las órdenes de los seres humanos, excepto si dichas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley, un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que ello no entre en conflicto con la Primera o Segunda Ley”.

En diversos lugares, especialmente el Parlamento Europeo, se están desarrollando intensos debates, tomando como punto de partida las citadas leyes, con el marcado objetivo de reducir el impacto que supondrá la cada vez mayor presencia de las máquinas en la vida humana vidas, en especial en lo referido a la esfera laboral.

En el año 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el primer informe mundial sobre IA aplicada a la salud y seis principios rectores relativos a su concepción y utilización publica donde señala las grandes expectativas de las tecnologías basadas en IA para mejorar la prestación de atención de salud y la medicina en todo el mundo, siempre y cuando la ética y los derechos humanos ocupen un lugar central en su concepción, despliegue y utilización (Organization, World Health, 2021).

Es un hecho probado que la IA está presente en nuestra vida cotidiana más de lo que pensamos. Cada vez que usamos un buscador, una red social, una aplicación de traducción o un asistente virtual, estamos interactuando con sistemas inteligentes que procesan nuestros datos y nos ofrecen respuestas personalizadas.

A finales del año 2023 se aprobaron, en el entorno europeo, las primeras regulaciones para el uso de la IA, las cuales deben entrar en vigor para 2026. Este acuerdo fue catalogado por los directivos como “vanguardista, responsable, integral y que marcará estándares globales”.[10]

Estados Unidos, en cuanto a regulación, no se queda detrás, al apreciar la creciente integración de la IA en la vida cotidiana, lo que ha suscitado tanto admiración como preocupación. El presidente Biden rubricó en octubre 2023 una Orden Ejecutiva para regular el desarrollo de la IA, utilizando una ley de tiempos de guerra para promover su uso seguro y confiable. Esta acción refleja el reconocimiento de la IA como una herramienta crítica para el futuro, pero también subraya la necesidad de un marco regulatorio que garantice su uso ético y responsable (The White House, 2023).

Según reporte de la Agencia EFE, 2023 se convirtió en el año de la IA por excelencia, tomando sólo como ejemplo el ChatGPT, el cual en solo un año ha sido utilizado por más de cien millones de personas.[11]

En ese período, grandes gigantes de la tecnología, como Microsoft[12] apuestan por que esta tecnología (IA) sea un “asistente” por todos sus programas y aplicaciones. Google por su parte anunció su propio chatbot de IA, Bard Gemini, que es “multimodal nativo”, lo que significa que puede aprender de datos que van más allá del texto, absorbiendo también información de audio, vídeo e imágenes. Mark Zuckerberg, el fundador de Meta, y que lleva años apostando por el metaverso, se unió a la carrera de la IA para “avanzar hacia una IA abierta” y gratuita.

Estos colosos de las infocomunicaciones continúan desconociendo que el acceso a la Internet, y por ende al ciberespacio, es aún desigual en diversas partes del mundo al no apreciar que difiere según las regiones. Mientras en Norteamérica es de un 94,6% y utilizan términos como realidad virtual y metaverso,[13] por ejemplo, en África apenas llega a un efímero 39,3% y muchas personas no tienen acceso a las tecnologías de la informática y las comunicaciones.

Los datos proporcionados por la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) señalan que más de 5 000 millones de personas tienen acceso a la Internet y que Norteamérica y Europa marchan al frente denotando que la brecha digital está creciendo cada día más, no sólo entre naciones ricas y pobres sino entre hombres y mujeres e incluso entre los jóvenes y la población envejecida.

En el caso de la región de América Latina y el Caribe, el acceso desigual a los servicios de Internet afecta a un 32% de la población. Según un reporte de la CEPAL,[14] un 81% de los hogares con ingresos más altos en Latinoamérica tiene conexión a Internet, en comparación con un 38% los hogares con menores ingresos.

La Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) organiza estrategias, desde hace unos años, para ayudar a los países en desarrollo a aprovechar al máximo sus activos y mejorar las capacidades digitales a través de una iniciativa llamada eTrade for all,[15] que proporcionaa los países en desarrollo la obtención de asistencia financiera y técnica.

Es evidente que garantizar un mejor acceso a Internet para todos equivale a multiplicar las posibilidades educativas, formativas y laborales de la población, lo que contribuye a dotarla de herramientas mucho más eficaces para encarar los enormes desafíos del futuro.

Conclusiones

Las nuevas tecnologías asociadas a la IA dejaron de considerarse elementos asociados solamente a la literatura de ciencia ficción. La IA dejo de ser algo inalcanzable y hoy es una realidad en la vida humana como en su momento lo fue la Internet, el Big data y las informaciones en la nube.

Como toda tecnología, trae aparejada dilemas éticos. Tiene defensores y detractores. Los primeros sostienen que si se utiliza de manera responsable y se logra un acuerdo internacional para su uso y control, contribuirá y facilitará mejoras notables a la vida en el planeta en todos los ámbitos posibles al considerar el carácter transfronterizo de su posible uso y la creciente vinculación de las TIC a las infraestructuras esenciales de los Estados, lo que nos obliga al establecimiento de medidas multidimensionales para controlarlas, en especial desde una perspectiva global.

Los detractores asumen que constituye una amenaza inminente para la existencia de la vida humana, al denunciar que los poderosos ya la utilizan para la destrucción y muerte los cuales no conciben, en los momentos actuales, una operación militar ni mucho menos la obtención de la supremacía en el campo de batalla, sin la utilización de la dimensión cibernética.

Aún estamos a tiempo de que la sensibilidad y la cordura imperen, porque el enemigo no es el desarrollo tecnológico destinado a fines pacíficos y a fomentar la vida plena. Los enemigos son los que se aprovechan de este para dominar, extorsionar, robar, destruir y matar. Ahí se encuentra el verdadero dilema.

Bibliografía

Organization, World Health (2021). Research for Health Department (W. H. Organization, Ed.) Recuperado en noviembre de 2023, de https://instituciones.sld.cu/elam/2021/07/08/la-oms-publica-el-primer-informe-mundial-sobre-inteligencia-artificial/

Rivera, J. P.; Mukobi, G.; Reuel, A.; Lamparth, M.; Smith, C. & Schneider, J. (7 de enero de 24). arxiv.org/abs/2401. (C. University, Ed.) Recuperado el 8 de marzo de 2024, de https://arxiv.org/pdf/2401.03408.pdf

Rumsfeld, D. (2002). La Transformación de las Fuerzas Armadas. Foreing Affairs en Español.

Schwartz, P. (abril de 1995). www.Wired.com/Wired/archive/3.04/pentagon.html. Recuperado el junio de 2009

The White House (23 de octubre de 2023). Recuperado el 4 de marzo de 2024, de https://www.whitehouse.gov/briefing-room/speeches-remarks/2023/10/30/remarks-by-president-biden-and-vice-president-harris-on-the-administrati

Toffler, A. (1979). La tercera Ola. Plaza & Janes.


[1] James Moor. “The Dartmouth College Artificial Intelligence Conference: The Next Fifty Years”. AI Magazine 27(4), 2006. https://doi.org/10.1609/aimag.v27i4.1911 .

[2] Donald Henry Rumsfeld, político estadounidense, secretario de Defensa del gobierno de Gerald Ford de 1975 a 1977, y de George W. Bush entre 2001 y 2006.

[3] Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa.

[4] https://www.defenseone.com/technology/2016/05/pentagon-shakes-silicon-valley-outreach/128198/

[5] https://www.defenseone.com/technology/2015/03/world-2020-according-darpa/108517/

[6] Acrónimo en inglés usado para representar el grupo de funciones militares definidas por C4 (el cerebro de un militar), I (el conocimiento en el cerebro), y STAR (los ojos de un militar), orientadas a permitir la coordinación de operaciones.

[7] En la carta, más de 1 000 expertos piden frenar la inteligencia artificial por ser una “amenaza para la humanidad”. https://www.bbc.com/mundo/noticias-65117146

[8] https://esrt.space/actualidad/500395-equipo-indio-gana-batalla-robots

[9] Nacionalizado como ciudadano estadounidense.

[10] https://www.huffingtonpost.es/global/la-ue-aprueba-primera-ley-inteligencia-artificial-historia.html?int=modulo_rel

[11] https://www.huffingtonpost.es/tecnologia/2023no-inteligencia-artificial-revoluciono.html

[12] Fundada por Bill Gates y Paul Allen.

[13] Mundos virtuales donde ya no existimos como personas, sino una representación nuestra en la red.

[14] Informe Especial COVID-19 No 7: universalizar el acceso a las tecnologías digitales para enfrentar los efectos del COVID-19. https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/b03540f1-8133-434d-8b62-2f0738515533/content

[15] https://unctad.org/topic/ecommerce-and-digital-economy/etrade-for-all


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