Balance de los primeros 100 días del gobierno de Arce
Han pasado un poco más de cien días desde que se posesionara oficialmente como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce Catacora, como resultado de la contundente victoria con el 55,1% del Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP) en las elecciones generales. En este corto período de mandato su gestión muestra un balance positivo y consecuente con el plan de gobierno anunciado durante el período pre electoral.
De acuerdo con declaraciones del nuevo presidente, en noviembre de 2020, Bolivia se encontraba en peores condiciones económicas que en el 2006, cuando inició el primer mandato de Evo Morales. El gobierno de facto de Jeanine Añez no solo interrumpió abruptamente el proceso de cambio, se concentró en desmontarlo, canceló contratos, llevó casi a la quiebra a las empresas nacionales estratégicas, y obstaculizó obras de alto impacto para el bienestar de la población, entre ellas hospitales, que hicieron retroceder notablemente la economía del país y aumentar el descontento social ante la ineficiente y corrupta gestión para enfrentar la pandemia.
En medio de este complejo escenario, el nuevo gobierno centró sus esfuerzos en enfrentar tres crisis fundamentales:la sanitaria, la económica y la política-social. Arce cumplió una de sus promesas de campaña y la primera medida adoptada al llegar a la presidencia fue el pago del Bono contra el Hambre, consistente en 1 000 de bolivianos, equivalentes a 144 dólares beneficiando a 4 millones de ciudadanos.
Asimismo, el gobierno presentó su Plan Estratégico Nacional de Lucha contra la COVID 19, cuyos principales objetivos son enfrentar el virus desde su fase inicial, disminuir la letalidad y lograr la vacunación masiva. En función de ello, estableció el uso obligatorio del barbijo y algunas restricciones para garantizar el distanciamiento social. Además, logró adquirir 2,2 millones de pruebas, de las cuales 1,6 millones corresponden a los antígenos nasales y 556 027 a reactivos para PCR[1]. De igual manera, ha comprado medicamentos, reactivos, equipamientos e insumos para el trabajo de los laboratorios y ha reincorporado numerosos profesionales de la salud. En este sentido, aprobó la Ley de Emergencia Sanitaria que además de garantizar la presencia del personal necesario en los centros de salud para enfrentar la pandemia, establece que no se interrumpan los servicios médicos. Instituye, además, la publicación de los precios de los medicamentos expendidos en farmacias estatales y privadas[2].
Dando cumplimiento a la promesa de campaña hecha por Arce de vacunar de manera gratuita a toda la población, el 28 de enero, Bolivia se convirtió en el segundo país en la región, después de Argentina, en recibir vacunas Sputnik V. Las gestiones del gobierno, sin intermediarios, han garantizado la adquisición de 5,2 millones de vacunas Sputnik V, 5,0 millones de AstraZeneca-Oxford así como 5,1 millones de dosis de otras vacunas a través del mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud. De esta manera en el mes de marzo comenzará la vacunación masiva, gratuita y voluntaria para toda la población.
En el ámbito económico, el gobierno se encuentra ante el reto de mejorar los indicadores, luego de que Bolivia cerrara 2020 con una inflación del 0,67% y el Presupuesto General del Estado (PGE) proyectara para este año un crecimiento del 4,8% y una inflación de 3,1%[3].
Por esas razones, y en total consonancia con el plan de gobierno anunciado en su Campaña electoral, Arce ha puesto en práctica un plan de industrialización con sustitución de importaciones. En materia energética, inauguró la que se considera la planta solar fotovoltaica más alta del mundo con una capacidad de producir 100 megavatios al sistema nacional.
Otra de las medidas fue la anulacion del decreto supremo 4139 que liberaba las exportaciones dejando sin efecto el certificado de abastecimiento y precio justo. Esta disposición legal ponía en riesgo la soberanía y seguridad alimentaria del país beneficiando directamente a las grandes empresas importadoras y exportadoras. A partir de esta nueva medida los productores e industrias deben volver a presentar un certificado de abastecimiento que garantice la provisión al mercado interno para poder adquirir la autorización del gobierno para exportar su producción.
En este sentido, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro explicó que en el fortalecimiento de la producción nacional se puso en vigencia dos fideicomisos por más de 911 millones de bolivianos para la sustitución de importaciones y anunció el incremento por 50 millones de dólares más, o sea 350 millones de bolivianos adicionales. La autoridad gubernamental detalló que el primer paso en ese camino fue la reconstrucción del modelo social económico productivo, que dio muy buenos resultados y que tiene una lógica distinta al fundamentalismo de mercado de privilegiar lo privado por encima de lo público[4].
En cuanto a la inversión pública, Arce reactivó proyectos carreteros, ferroviarios e industriales paralizados por el régimen de Jeanine Añez. Programó para el 2021, un incremento de un 60%, es decir, cuatro veces más de lo destinado a esa partida el año pasado.
El nuevo gobierno del Movimiento al Socialismo ha tomado otras medidas de gran impacto popular como la reprogramación y refinanciamiento de créditos, la creación de créditos al 0,5% de interés para la pequeña y mediana empresa, así como la devolución en efectivo del 5% del valor total de las facturas de compras, bienes y servicios del Re-IVA, para las personas con ingresos igual o menor a 9 000 bolivianos. Ha aplicado además un impuesto a las grandes fortunas, a las personas con patrimonios superiores a 30 millones de bolivianos que le dará al país un ingreso de unos 4,3 millones de dólares.
Con el objetivo de estabilizar e impulsar la economia, recientemente el gobierno devolvió 351,5 millones de dólares al FMI[5] que habían sido solicitados como crédito por el gobierno de Añez.Dicho crédito se mantuvo bajo la custodia del Banco Nacional de Bolivia, nunca fue ejecutado por dos razones fundamentalmente. En primer lugar, debido a las irregularidades y la ausencia de la documentación requerida no fue aprobado por la Asamblea Legislativa Plurinacional (con mayoría del MAS). En segundo lugar, de acuerdo con la Constitución todo préstamo debe ser beneficioso para el país. Este último requisito tampoco se cumplía, de hecho, las autoridades del gobierno de facto se comprometieron con el organismo internacional a mantener un déficit fiscal sostenible en el mediano plazo, que sin dudas afectaría negativamente el tipo de cambio, provocando a su vez el aumento de la inflación. La devolución del crédito constituye una reafirmación de la soberanía económica del gobierno de Arce, asi como su posicion con respecto a los organismos internacionales.
En cuanto a la crisis político-social, destaca como un logro en estos primeros cien días de gobierno, el escenario pacífico que, de manera general, impera en el país. Al respecto, el analista boliviano José Luis Cárdenas, activista de derechos humanos, comentó: “Se respira en Bolivia un aire de paz que destaca, sobre todo, como gran diferencia de lo que ocurría un año antes. […] significa primero el fin de la represión, tanto física como institucional y hasta simbólica. Ahora nadie puede decir que está amenazado por sus dichos o posicionamientos políticos”[6].
En este período el gobierno ha aprobado la Ley de Amnistía e indulto para los que sufrieron persecución durante el régimen de Añez, medida que ha sido criticada por la oposición que considera que dejará en la impunidad varios sucesos violentos durante 2019 y 2020.
El bienestar ciudadano y las necesidades educativas han estado también en el centro de los esfuerzos del presente gobierno boliviano que ha declarado el año 2021 como “Año de la Recuperación del derecho a la educación”. En función de ello, el inicio de la presente gestión escolar ha contado con el apoyo de los medios de comunicación, plataformas virtuales y textos de nivelación que garantizan el desarrollo del curso escolar en el país.
Críticas de la oposición
A pesar de los logros mencionados, el gobierno de Luis Arce ha sido blanco de críticas por parte de la oposición, que no reconoce los avances y se concentra en detalles frívolos y contradictorios dirigidos a boicotear la gestión actual. Se le cuestiona “politizar la campaña de vacunación” promoviendo a la par de su periplo por las regiones a los candidatos del MAS- IPSP, pese a que rige una prohibición a la difusión de propaganda gubernamental sobre estos comicios.
Por otra parte, el pedido del presidente a la población de “aguantar y resistir” la pandemia ha suscitado diversos comentarios negativos. Al respecto, la jefa de bancada del senado de Comunidad Ciudadana (CC) -partido de oposición liderado por Carlos Mesa-, Andrea Barrientos, expresó: “Hay un afán del gobierno de mirar a otro lado y hacer de cuenta que aquí no pasa nada, en consecuencia, de ese aguanten tan icónico de esos 100 días del Presidente: aguanten y a ver cómo les va en la lucha contra el Covid” [7].
La senadora Barrientos aseguró que el gobierno es contrario al discurso de reconciliación expresado por el vicepresidente David Choquehuanca y que busca imponer la narrativa de que en Bolivia hubo un “golpe de Estado” y “de facto” y que el gobierno de Jeanine Añez no fue de transición. “Hay una excesiva insistencia sobre esa falsa narrativa, cuando más bien debería hacerse lo que pregonaba el presidente Arce, apuntar a la unidad del pueblo boliviano, entender otro tipo de dinámicas de construcción. […] El presidente Arce está respondiendo plenamente al expresidente Evo Morales”[8].
Por su parte, el ex presidente Jorge Tuto Quiroga, uno de los artífices del golpe de estado del 2019, escribió en su cuenta de Twitter, a modo de valoración de este período de gobierno: “100 días de anomia sin rumbo, con impunidad para Masistas, y persecución a opositores, con gobierno sometido a Evo, quien está sometido a Maduro/Castro”.
En este sentido es importante no perder de vista como la oposición boliviana continúa vinculando a Cuba y Venezuela con los asuntos internos del país, argumentando una subordinación política de la administración masista. El descrédito a la labor de los médicos cubanos forma parte del discurso de la derecha nacional en clara alineación con la Embajada de Estados Unidos.
Temas pendientes y desafíos
Está claro que el gobierno de Luis Arce Catacora, tiene ante sí numerosos desafíos. Si bien es cierto que se ha concentrado en resolver las tres principales crisis identificadas durante la campaña electoral, es igualmente cierto que algunos asuntos de gran sensibilidad e importancia para la estabilidad del país han quedado relegados a un segundo plano.
Uno de ellos es la demora en la Asamblea Legislativa Plurinacional en determinar los juicios de responsabilidades contra los miembros del gabinete del gobierno de facto. Toca a la administración de Arce transformar la extrema flexibilidad de la democracia en Bolivia, que no debe ser confundida con impunidad. Resulta inexplicable que ex ministros como Iván Arias y la propia ex presidenta de facto Jeanine Añez, ambos implicados en casos de corrupción, sean candidatos a las elecciones subnacionales.
Por otro lado, el controversial Poder Judicial no termina de identificar los delitos cometidos por los ex ministros del gobierno golpista y en consecuencia dictaminar las sentencias correspondientes. Al mismo tiempo, aún no se han liberado todos los presos políticos del período de Añez, que han sido beneficiados por la Ley de Amnistía e Indulto aprobada por el actual gobierno.
Sin dudas, el mayor desafío tendrá lugar el próximo 7 de marzo cuando se realicen las elecciones subnacionales que definirán la correlación de fuerzas, que podrían contribuir a reavivar el conflicto divisionista de la Media Luna, tan deseado por la derecha boliviana. Hasta el momento, la tendencia de las encuestadoras, a pesar de su tradición manipuladora, augura una reñida contienda entre el Movimiento al Socialismo y la oposición en la gobernación de ciudades claves como Santa Cruz y la Paz.
Consideraciones finales
El triunfo en las urnas del Movimiento al Socialismo en octubre de 2020, constituye el inicio de un proceso para recuperar el camino del proceso de cambio.El gobierno de Luis Arce Catacora deberá lidiar con la fragmentación política dentro del partido oficialista, que tendrá notables consecuencias después de las elecciones subnacionales.
Por otra parte, deberá mantener la atención sobre las acciones de la derecha que ha dado signos importantes de rearticulación. El paro médico y el rechazo a la Ley de Emergencia Nacional son una prueba de ello.La apuesta de esta fuerza política es ocasionar el desgaste del gobierno y convocar a un referendo a los dos años para cambiar la correlación de fuerzas e instalarse en el poder.
La Paz. Bolivia. Domingo 28 de febrero de 2021.
[1] ABI (2021): “Arce cumple 100 días de gestión con el eje de lucha contra el COVID”, Periódico Bolivia, 16 de febrero de 2021, disponible en https://www.periodicobolivia.com.bo/arce-cumple-100-dias-de-gestion-con-el-eje-de-lucha-contra-el-covid/
[2] Esta Ley de Emergencia Sanitaria ha sido uno de los motivos del paro médico convocado por el Colegio Médico de Bolivia principalmente en el eje central metropolitano, a principio del año 2021 y que continúa de manera intermitente en rechazo a la limitación de huelgas y protestas de ese sector durante la pandemia. Cuestiona, además, que la norma abre la posibilidad de contratar personal que haya terminado sus estudios fuera del país. La actitud del Colegio Médico ha sido criticada por el gobierno y por numerosas organizaciones sociales.
[3] Núñez, Laura (2021): “Primeros cien días de Arce en el Gobierno, entre la vacunación y las políticas polémicas”, 17 de febrero, disponible en http://www.opinion.com.bo/articulo/pais/primeros-cien-dias-arce-gobierno-vacunacion-planes-polemicos/20210217165849808214.html
[4] ABI (2021): “El ingreso a la senda de recuperación económica es el principal logro de los 100 días del Gobierno”, Periódico Bolivia, 19 de febrero, disponible en https://www.periodicobolivia.com.bo/el-ingreso-a-la-senda-de-recuperacion-economica-es-el-principal-logro-de-los-100-dias-del-gobierno/
[5] Esa cifra corresponde a los 327,2 millones de dólares acordados en 2020 por la administración Añez, además de otros 24,3 millones de dólares por concepto de variación cambiaria, intereses y comisiones.
[6] Quiroga, Carlos A. (2021): “Arce lleva paz a Bolivia tras 100 días de Gobierno, pero enfrenta la pandemia y la crisis”, El País, 17 de febrero, disponible en http://www.elpais.cr/2021/02/17/arce-lleva-paz-a-bolivia-tras-100-dias-de-gobierno-pero-enfrenta-la-pandemia-y-la-crisis/
[7] Mamani, Yolanda (2021): “La lucha contra la Covid y el fracaso de la reforma judicial en 100 días de Arce”, Página 7, 15 de febrero, disponible en https://www.paginasiete.bo/nacional/2021/2/15/la-lucha-contra-la-covid-el-fracaso-de-la-reforma-judicial-en-100-dias-de-arce-284494.html
[8] Mamani, Yolanda (2021): “La lucha contra la Covid y el fracaso de la reforma judicial en 100 días de Arce”, Página 7, 15 de febrero, disponible en https://www.paginasiete.bo/nacional/2021/2/15/la-lucha-contra-la-covid-el-fracaso-de-la-reforma-judicial-en-100-dias-de-arce-284494.html
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