El 117 Congreso de los Estados Unidos, presentó nueva composición como resultado de las elecciones de noviembre de 2020. La Cámara de Representantes permaneció bajo control Demócrata con una mayoría precaria de 12 asientos y el Senado quedó con 50 escaños para cada partido, pero regido por los demócratas, al estar éstos a cargo del Ejecutivo. En relación con Cuba se estimaba que el presidente Biden, cumpliría sus promesas de campaña y ello motivaría al Congreso a emprender algunas acciones, tales como eliminar la prohibición de viajar a Cuba. La actitud asumida por Biden ha echado por tierra estos pronósticos. Los frutos que exhibe hasta hoy la política de Estados Unidos hacia Cuba no son otra cosa que el resultado de un gobierno con un Ejecutivo inerte y un Congreso incapacitado de actuar debido a una polarización extrema entre dos fuerzas muy parejas y un Partido Demócrata no carente de contradicciones internas.