Movida por un impostergable ímpetu de paz, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños-CELAC[1] invirtió buena parte de sus primeros años en llenar de contenidos la Declaratoria de Latinoamérica y el Caribe zona de paz,[2] que es uno de sus pilares fundantes y que, como tal, le inhibe ante cualquier tentación de sucumbir a los […]