Los hechos recientes ocurridos en Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza han vuelto a traer a la olvidadiza opinión pública internacional (usualmente enajenada por los grandes medios de desinformación masiva, que la atiborran de chismes de famosos, deportes, música y mil temas “light”) la terrible visión de un pueblo despojado de sus tierras, sin derecho a constituirse en un Estado independiente, y varias veces masacrado por el Ejército de uno de los aliados más importantes de EE.UU. y las potencias europeas.