A partir de la llegada al poder de Vladimir Putin (2000) se comenzó a concebir la idea de restablecer los vínculos políticos con la región africana. En marzo de 2001 el entonces presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo visitaba Moscú y desde el fin de la URSS, ningún mandatario ruso había viajado al continente. Vladimir Putin fue el único ocupante del Kremlin en llegar a África en 2006, al arribar a Marruecos y posteriormente a Sudáfrica, la primera visita a un país subsahariano.